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ANNA WHITE

¿Que estaba haciendo aquí?

Steven apareció con sus hombres detras del el, venia vestido con un pantalón negro  y una camisa blanca remangada hasta los codos la Americana la tenía colgando de su mano, las mujeres acomodaban rápidamente sus peinados y otras se ponían labial en sus labios y le dedicaban sonrisas radiantes.

Él las ignoraba, caminaba con pasos firmes por el camino de flores rojas que estaban esparcidas por todo el largo pasillo que daba directo a la mesa de los novios, Vanessa quedo paralizada y a mí me temblaban las piernas , no podía moverme es como si mis pies estubieran pegados .

Lo miraba, había algo en el que había cambiado,no podía  despegar la mirada de él, la copa de vino blanco a un la tenía entre mis manos temblando, trate de dejarla en la mesa sin dejar de ver la ancha espalda de Steven que cada vez se acercaba más a los novios.

Pero la copa resbalo de mis dedos, el sonido del vidrio al  quebrárse  sonó por todo el salón, Vanessa me miro y cerró los ojos y entonces leí lo que sus labios trataban de decirme CORRE, Steven detuvo su caminata para voltear y observarme con una sonrisa gigantesca.

¡Él lo sabía!

Los hombres de Steven entraron por las puertas eran demasiados , venían por mí , sus miradas estaban puestas en mí , la mesa donde me senté hace varios minutos estaba cerca de la puerta de emergencias , corrí hacia ella tratando de abrirla pero estaba cerrada , los hombres cada vez se acercaban más , nadie me ayudaba ¡!! Por que ¡! Mi corazón empezó a golpear con fuerza mi pecho, entonces mire a Vanessa me señalaba con su dedo índice una puerta pero esa puerta daba directo a la maldita azotea, los hombres empezaron a correr, no tenía tiempo de pensar si era la azotea tenía que ingeniármelas y salir de este lugar.

Estas entrando a la boca del lobo

Recordé las palabras de mi padre, tenía razón.

Abrí la puerta y entre en ella, esta tenia seguro eso me daba un poco de ventaja, empecé a subir las escaleras, escuche como trataban de abrir la puerta azotándola, no pare y no pararía por nada del mundo.

Al llegar al último piso abrí la puerta con fuerza empujándola,   el frió movió con fuerza mi vestido, alrededor solo había una mesa y una sombra, camine observando todo los edificios eran enormes y estaban cercas el uno con el otro. 

Llegue hasta el final de la azotea para ver la altura, no podía quedarme aquí, Steven no se iría hasta tenerme .

A un que podría saltar de aquí a la siguiente azotea pero le temo a las alturas y había una posibilidad de que no pudiera llegar ,  el sonido de la puerta abriéndose me saco de mis cálculos ,  los hombres de Steven entraron sonriendo, por un momento cerré los ojos y suspire me quite los tacones volteé y empecé a correr lista para saltar al siguiente edificio, cerré los ojos con fuerza .

¡No los abras hasta que aterrices!

Todo sucedió en cámara lenta o así fuera la manera en que sentí las cosas , alguien salto conmigo jalando la cola de mi vestido y llevándose gran parte de este por no decir que quede en ropa interior.

Mi cuerpo no aterrizo en la otra azotea, mis brazos se aferraban al tubo donde estaba colgada, un hombre estaba al igual que yo pero a diferencia de mí él estaba sujetando mi tobillo para no caer haciendo más difícil poder sujetar con fuerza el tubo, podría llegar a la azotea si tan solo el hombre me soltara.

El problema empezó cuando mis dedos empezaron a resbalarse , el maldito sudor no era mi amigo en estos momentos .

Steven

Mis ojos observaron a Anna en ropa interior, trataba de sujetarse por ese tubo pero no por mucho tiempo, el tubo estaba sujetando por tornillos, tornillos que se caían uno por uno quedando flojo el metal

-Señor ¡ su esposa va a caer! – saque mi arma y le dispare al hombre que estaba tomando el tobillo de mi mujer, Anna con dificultad logro subir a la azotea.

  -¡No la pierdan de vista! 

ANNA WHITE

Corrí sin voltear atrás , Él había matado al hombre , lo mato por mi culpa , no me fije por donde corría , sentí como la piel de mi brazo izquierdo era rasgada brutalmente , generando un rasguño un poco profundo ,la sangre bajaba lentamente por mi brazo, había un pedazo de metal y no lo había visto , era noche , y estaba en una azotea sin luz , lo único que alumbraba era la luna llena .

Baje por las escaleras hasta llegar a la recepción de un lujoso hotel , que para ser hotel tenían una azotea muy aburrida y sin chiste , tome una bata para baño que estaba arriba de una mesa de cristal , Salí por las puertas principales con mucho cuidado de que nadie me viera , el brazo me dolía y ardía a la vez un martirio para mi , el dolor no me dejaba pensar del todo bien .

Las calles estaban un poco vacías y eso era muy raro , un auto rojo estaba estacionado , rompí el vidrio y quite el seguro , mis nudillos ahora también sangraban y varios vidrios estaban  incrustados en mi piel .

Junte los cables para que prendiera el auto , no tenía idea de cómo se hacía esto, lo había visto en una película de acción pero creo que es igual ¿no? , solo tenía que juntarlos y listo , encendía

Pero no , después de mil y diez mil intentos nunca prendió , pero tenía que a ver una llave de repuesto , busque debajo del asiento y bingo encontré la bendita llave , después de volvería el viejo auto si es que salía de esta .

Maneje por 3 minutos, mire el retrovisor y más de 20 camionetas me seguían

-mierda

 acelere y las camionetas hicieron lo mismo sus llantas patinaron, me estaban alcanzando y este auto se estaba quedando sin gasolina, a lo lejos pude ver las luces de varias camionetas paradas, estaban enfrente de mí, frene y las camionetas de atrás hicieron lo mismo, apoye mi frente en el volante, mis manos sudaban y mi corazón palpitaba muy rápido, estaba nerviosa.

Steven estaba a varios metros alejado de mí , uno de sus hombres se acercó con un celular y se lo entrego a Steven , el lo tomo y lo llevo a su oído .

Sentí mi pecho vibrar, era mi celular, si,lo ponían en mi sostén para que no se perdiera.

Lo tome y mire la pantalla NUMERO DESCONOCIDO , conteste sabiendo quien era

-Tienes 30 segundos para bajar de ese auto y subirte a una de las camionetas Anna – su ronca voz inundo mis oídos, deleitándome con ella....

ANNA © {2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora