Art of Seduction · Zayn Malik AU

Capítulo 30

Malditas hormonas. Estoy muerta de miedo, odio el dolor, y la primera vez duele. Suspiro profundamente, Zayn toma de mi mano derecha, y me lleva a su habitación. No me voy a echar para atrás, esto es lo que quiero. Descubrir mi sexualidad con él, descubrir el placer de su mano. Zayn Malik es un seductor, hermoso y caliente en todos los aspectos.

¿Y si no trataba de asustarme con eso de que será muy doloroso? No, estoy tranquila en cuanto a él, pero tengo miedo de ponerme demasiado nerviosa, y luego que él desista. Se para frente a la cama, con mi mano aún en la suya.

-¿Qué estoy haciendo?-murmura para sí mismo, niego con la cabeza, y jalo su brazo, para que me mire, pero no lo hace-.

-Yo te lo pedí, te rogué, te supliqué. Por favor, Zayn-digo, él suspira y levanta al fin la mirada del piso-.

Se acerca a mí, mi corazón se dispara más de lo que ya estaba. Comienza a acariciarme un brazo con el dorso de su mano. Cierro los ojos y siento como acaricia el otro brazo con las yemas de sus dedos. A continuación, inhala fuertemente en mi cuello, y sus labios, lengua y dientes transitan libremente por ahí.

Mis manos suben a su pecho, retiro al fin, su camisa blanca y lo abrazo por cuello.  Zayn desliza sus manos por mi espalda, hasta dar con el cierre de mi vestido, y lo baja demasiado despacio para mi gusto. Acaricia mi espalda de arriba abajo, y me desprende el sostén. Su boca sube a mi mentón, mi mejilla y me besa la boca de nuevo. Demandante, pero cuidadoso.

Se aparta de mí y casi con furia, baja los tirantes del vestido y mi sostén, que caen al suelo frío. Contengo la respiración y las ganas de cubrirme. Zayn me mira con los ojos oscurecidos, y se muerde levemente el labio. Acaricia los contornos de mi cuerpo; cintura, caderas, brazos, y estoy hecha un volcán a punto de entrar en erupción. Literalmente.

-Ven aquí-dice, y me tiende una mano-.

La tomo, y me lleva a la cama, aparta la colcha. Me siento y él se arrodilla frente a mí. Acaricia suavemente mis piernas y las abre para ponerse entre ellas, paso saliva. Besa la cara interna de mi muslo, y ahora sé dónde está el volcán. Entre mis piernas. Jadeo y acaricia mi vientre, dándome un leve empujón, caigo sobre el colchón.

-Levanta las caderas-ordena, y lo hago, vacilando un poco-para que no te duela tanto, necesitas estar lubricada-tira del elástico de mis bragas-.

Ay, no. Mierda, qué vergüenza. ¡No! Pero… ¡Ah!

Inhalo y exhalo profundamente. Esto es lo que quería. Me retira las bragas, estoy a su merced ahora, tal y como vine al mundo. Besa mi muslo, más cerca de mi feminidad, y mi vientre se contrae, expectante. Levanta mis piernas, y las ubica en sus hombros.

-Relájate-susurra, y su aliento choca contra mi parte más íntima-.

Lo siguiente que siento son sus dedos separando mis labios vaginales. Sopla suavemente, y me contraigo de nuevo. Un escalofrío recorre mi espina dorsal. La anticipación de lo que está a punto de hacer, me vuelve loca.

Posa el dedo corazón en el vértice de mis piernas y gimo al instante. Siento mis jugos y su malvado dedo moviéndose lentamente, en círculos. Aprieto la colcha y levanto las caderas. Pasa un dedo por los labios de mi vagina y suspira. Me tenso otra vez. Dios. Se inclina y con su lengua acaricia ida y vuelta desde mi clítoris al interior de mi vagina. Grito y me sacudo.

Cuando introduce un dedo en mí, mis músculos se contraen y gimo. Toma entre sus labios mi clítoris y succiona. Siento la humedad de mi cuerpo y la calidez de su lengua. Un rayo me atraviesa y un fuerte gemido sale de mi garganta. Mi pecho sube y baja.

-Mierda-dice-sabes tan bien-besa mi feminidad,  me ruborizo-te deseo, quiero estar dentro de ti. Ahora.

Vuelve a acariciarme, y le da una suave palmada a mi clítoris.