Epílogo

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París, Junio de 2018.

El rector entrega los diplomas, todos y cada uno de los estudiantes de Ciencias Políticas. Veintitrés años, una licenciatura y un puesto en las oficinas de la FAO, en el Departamento de Desarrollo Económico y Social.

-Tiffany Gruffudd-suena, la voz del vicerrector, Pierre Lemaresquier, a través de los altavoces del auditorio, se escuchan los aplausos de mis compañeros y yo sonrío-.

Me levanto, y en el camino observo los brillantes ojos de mis amigos, quienes están sentados, también esperando a que llamen sus nombres. Alexis, Finn y Tara, mis mejores amigos. Nuestra relación floreció, y dio sus frutos en estos años. Orgullosa, puedo decir que llegamos juntos hasta aquí.

Cuando miró hacia atrás en el tiempo, los veo a ellos. Tara preparando el café más fuerte del universo para mantenernos despiertos, Alexis alentándonos a seguir estudiando, solo un poco más, ya que al día siguiente tenemos un final, a Finny diciendo basta, porque necesitamos dormir.

Subo al estrado y veo a mi familia más allá. Mis padres, mi abuelo, Florence y el pequeño Martin, mi hermano, el más pequeño. Fue la bendición del cielo para Nina y Tom, y una prueba de que, al final de todo, pudieron ser felices, olvidar el pasado y hacer borrón y cuenta nueva. También están mi primo Niall y su esposa Melanie, con Kurt, el hijo de ambos. Ellos viven ahora en Estados Unidos, pero mi adorado primo, dejó a un lado su agenda, para venir a mi graduación.

Sonrío en dirección a ellos.

Escaneo el recinto, pero no veo a la persona que necesito en este momento.

-Félicitations, mademoiselle Gruffudd-dice Guillaume Leyte, el presidente de la universidad, serio, mientras estrechamos nuestras manos-.

-Merci, Monsieur Leyte-asiento con la cabeza, y él me entrega el diploma, y me brinda una sonrisa sin mostrar los dientes-.

Bajo de la tarima, con mis tacones repiqueteando contra el antiguo material de las escaleras. Regreso a mi lugar, y me siento. ¿Dónde está? Volteo la cabeza pero no logro verlo, con el ceño fruncido, espero pacientemente hasta que la ceremonia finaliza media hora después, con los birretes rojos de la Clase 2018 aventados al aire.

Me reúno con mis amigos, y simplemente no lo puedo creer. Estoy aquí, ahora, con ellos. La vida, sin duda, ha sido bastante generosa conmigo, al permitirme tener a estas maravillosas personas junto a mí.

Salimos del auditorio, para reunirnos con nuestros familiares. Tara se encuentra con sus padres, y Alexis lo mismo. Decido buscar a los míos, pero ellos me encuentran a mí.

-¡Tiffany!-oigo a mis padres, llamándome, cuando llego a la carpa, que fue puesta para un brindis, ubicada en el jardín del campus-.

-¡Hola!-saludo a mi familia-.

Los ojos de mis progenitores brillan de orgullo, y hacen que me sonroje, no es para tanto. Martin, el niño de tres años, rubio con ojos cafés, abre y cierra los puños en mi dirección, entonces, extiendo los brazos para cargarlo. Florence, me abraza por la cintura. Está muy alta y hermosa. Su cabello rubio le llega a la cintura, y sus ojos antes azules, ahora son verdosos, como el mar en primavera, tiene puesto un elegante vestido de verano turquesa.

-Felicidades-dice Florie-.

-Gracias, Florence-contesto con una sonrisa-.

-Te extraño-murmura-.

-Yo también. Iré a casa en vacaciones-su rostro se adorna con una sonrisa idéntica a la de Nina, cuando se lo digo-.

-Felicidades, hija-Tom besa mi mejilla, mi mamá lo hace después-.

Art of Seduction · Zayn Malik AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora