Capitulo 2.

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Cuando había llegado a casa, dejé caer mi trasero en el sofá dejando escapar un suspiro de alivio mientras susurraba un «Al fin en casa.»

Lo único que quería era un poco de calma y paz y que mi consciencia amortiguara su peso. Me quedé observando el techo como unos cinco minutos antes de colocarme de píe y sacar un libro de Stephen King y disponerme a leerlo. Pero cuando me iba a concentrar en hacerlo, ruidos de millones de claxon, orquestas y aplausos se escucharon fuera de casa. Fruncí el ceño mientras salía a ver qué era lo que sucedía. Genial, simplemente genial. ¿Enserio justo ahora debía de pasar una marcha nupcial? 

Eso era una de las peores desventajas de vivir cerca de un bosque. ¡A todos les gustaban los bosques Edén! Y más a una pareja de recién casados listos para arrendar una cabaña en la cima de la colina donde hay silencio, y nadie podía interrumpir a los novios. Cerré de un portazo la puerta y dejé el libro en su lugar, ¿No esperaban que me concentrara con todo ese tumulto de afuera, verdad? Subí a mi habitación y me dejé caer en la cama con pesadez. Coloqué la almohada sobre mi rostro gritando de la frustración, agradecía que al menos mamá no estaba ya que estaba trabajando en la empresa. No esperaría sus constantes regaños diciéndome cosas por el estilo de «Haz tu habitación» « ¡Chloe, lava la loza! Acabo de llegar del trabajo y me dejas todavía más.»

Me quedé pensando en la cara de Damon cuando le dije sobre su madre y como la melancolía se adhería a su rostro en una especie de imán, luego pensé en Justin Bieber. Me obligué a sacarlo de mi mente, pero fue inevitable. 

Me quedé pensándole y las palabras de mi amiga «Él no me da buena espina.»

Entonces me pregunté por qué Justin era tan extraño y fuera de lo común. Asumía que esa era de las únicas razones por la que me atraía tanto. Él era diferente, él no era como el resto de los idiotas de Wells Greg. 

Comencé a obligarme a sacarlo de mi cabeza antes de que estuviera perdida completamente por él, yo no debía de darme el lujo de sentirme atraída de esta forma. No cuando él ni si quiera me tomaba en cuenta.

—¡Chloe! ¿Cariño? —Papá apareció en el umbral de mi puerta.

—¿Qué sucede, papá? —Pregunté reposando en mis codos—.¿Por qué llegaste tan temprano a casa?—fruncí el ceño.

—Nada más tenía que hacer, quise venir a verte a casa. Mamá no ha preparado la cena y creí que debías de tener hambre. Todo va bien en los alrededores de Fort Worth así que creí pasar un tiempo con mi hija, ¿Por qué no me respondías? —suspiré mientras me sentaba en la cama.

—Por si no te has dado cuenta la sordera de afuera no es muy útil para escuchar que alguien ha entrado.

—Ah, sí. Melinda y Robstin se han casado. ¿Quién podría creer que eso del beso bajo el muérdago funcionara tanto?

Yo me reí suavemente.

—¿Cómo va el trabajo?

—Bien. No ha habido tantos asaltos en la costa de George North. Ni tampoco muchos crímenes, como sabes, Fort Worth es un pueblo carismático y fuera de peligro. —sonaba orgulloso de sí mismo, eso era claro porque era el jeque de nuestro pueblo. Papá se sentó a mi lado y me observó durante unos segundos. 

—¿Qué tal fue la escuela?

Suspiré. De eso ni si quiera quería hablar.

Repasemos: Había sido humillada por un chico terriblemente tedioso que se encargaba de hacerme la vida imposible y a todo el mundo y había causado polémica entre todo el mariscal de campo y el instituto por un maldito rumor de Damon y le había pagado con la misma moneda. Todo el día me había sentido con ese cargo de conciencia que no me dejó de martirizar ni por un segundo, y si mi padre se enterara probablemente se decepcionaría ya que él siempre me enseñó a respetar a los inmigrantes de Fort Worth y a ser una chica de buenos modales, educada y disciplinada. Y me la había pasado fantaseando con el chico Hielo en clase de filosofía. El día fue una total mierda pero en cambio todo lo que pude decir fue: —Oh, estuvo bien.

Dark Sides - Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora