Dark Sides - Adaptada.

Capitulo 9.

9.

Sentí algo vibrar bajo mi almohada, no sabía qué lo que era. Pero luego sonó mi canción favorita de The Rolling Stones y supe que era mi despertador. Lo busqué bajo la almohada con pereza, entonces abrí mis ojos con lentitud. Las cortinas de mi habitación estaban abiertas y la ventana sólo un poco. Me senté en la cama recordando que Justin había estado la noche anterior a mi lado, abrazándome a mis espaldas y sintiendo su olor en mis fosas nasales. Pero era algo extraño, porque ya nadie estaba a mi lado y apenas eran las siete de la madrugada. 

Quizás lo había soñado. ¡No! Eso era imposible, yo todavía tenía en mi memoria las constantes discusiones por la noche y como su brazo rodeaba mi cintura con fuerza. Su respiración calmada sobre mi oído y los vellos de mi cuerpo erizándose por completo. Sí, definitivamente Justin se había ido temprano.

Eso explicaba el por qué de las cortinas abiertas, él pudo haberse ido antes de la madrugada por el balcón de mi habitación. Si todavía no sintiese su respiración sobre mi oreja y el mentón sobre el hueco de mi cuello diría que era una de las fantasías quimeras que suelo tener por las noches.

—¡Loe! ¡Levántate cariño! —La cabeza de mamá se dejo ver por mi puerta, eso me hizo darme cuenta que no le había puesto cerrojo a la puerta y me imaginé las consecuencias si alguien de mis padres me hubiera visto. Es decir, ningún padre pensaría algo bueno si ven a un chico en tu cama abrazados como si fuesen dos chihuahuas en busca de algo cálido para abrigarse, ¿Cierto?—. Serán las siete y diez, papá está en la comisaria y preparé un desayuno especial para ambas ya que hoy no trabajaré. 

Me tallé un ojo con una mano mientras una sonrisa se aparecía por mi boca.

—¿Y eso?

—No lo sé, a mi jefa le toco bueno por la noche. Y no hay ningún proyecto de arquitectura. 

—Eso es fantástico.

—¡Lo es! Es viernes cariño, ayer por la noche reservé dos entradas para el Madsquoo para ver la obra de Tempestad. ¿Es tu favorita de Shakespeare verdad? —sonrió como sabiendo lo que diría.

—¡Eres la mejor! —me paré de la cama a toda prisa para abrazarla—. ¿A qué hora es la función? 

—Sé que lo soy. A las ocho, tendremos noche de hija y madre. Aunque no estaría mal que invitaras a Agatha. —hizo un ademán.

—¡Mamá! ¡Se llama Sky! —chillé carcajeando. Ella se encogió de hombros.

—Es prácticamente lo mismo. —arrugó la nariz como si estuviera buscando un olor extraño—. Huele a Cool Water, ¿Algún chico estuvo por acá, Chloe? 

Mi pecho comenzó a latir descomunalmente. Y entonces mis manos comenzaron a temblar, pero sin embargo fruncí el ceño riéndome.

—¿Un chico? Si, claro. —el tono mordaz de mi voz mamá lo entendió a la perfección. Ella me miró curiosa.

—Ese perfume lo usa mi compañero de trabajo. Pero está bien, no diré nada. —junto su dedo pulgar con el índice pasándoselo por la línea de su boca como sellando un pacto.

—Estoy hablando enserio, nadie estuvo aquí. —crucé mis dedos en la espalda. 

—Bien, te creo. No he dicho nada. —alzó sus manos en señal de inocencia. Yo me reí—. Ve a vestirte que se te hará tarde para el colegio, y los panqueques se enfriarán. ¿No querrás eso verdad? —me miró sabiendo la respuesta. Giré mis ojos.

—Ya voy, vete de mi habitación. —ella se marchó tal y como dije. Rebusqué algo en mi armario para colocarme, esperaba a que Justin hoy fuese al instituto porque enserio quería tener una charla con él.