Capitulo 6.

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6.

—Bien chicos. Pido silencio. —Enseguida todos le hicimos caso y el maestro se arregló la garganta—. Vaya, eso fue sencillo. 

Deben hacer un experimento científico y yo escogeré a sus parejas para que ninguno quede impar. 

Demonios, miré a Sky, se encogió de hombros como queriendo decir «No nos queda de otra.» 

Rezongué con frustración y el maestro comenzó a emparejar a todos en la clase, Sky quedó con Gregory, el panzón. Infiernos, era una suertuda. Estaba segurísima de que el chico de acné le haría todo el trabajo con unos cuántos movimientos de cabello. ¡Qué injusticia! 

—Chloe, te quiero con Katherin. 

Oh maldición ¿Qué? Le miré boquiabierta como si hubiese dicho lo peor del universo. ¡Y era así! ¿Cómo me colocó con esa bruja? Apreté la mandíbula al igual que mis puños y el comentario inapropiado de Ronnie no pasó como desapercibido.

— ¡Infiernos! ¡Ya quisiera que el trabajo fuera de tres! Ya saben, entre dos lomos buenos, niño contento. —se escucharon las risas y el sonido de dos palmas chocar. ¡Odiaba cuando hacían eso! Era como que si dijeran cualquier estupidez y chocaban las manos, eran tan idiotas.

—Jovencito, atesórese sus comentarios promiscuos para sí mismo si no quiere ser enviado a detención. 

El rostro de Ronnie cambió drásticamente a uno serio y no desaproveché la oportunidad de reírme en su propia cara. Él me fulminó con la mirada y vi que Kathe Wills hacia lo mismo conmigo. Su ceño increíblemente arrugado, nunca le había visto hacerlo ya que siempre ella estaba diciendo «No me gusta fruncir el ceño porque se arruga y quiero mantenerme joven para toda la vida.» Idioteces. Como siempre decía. Sus ojos me enviaban una clase de rayos equis que traspasaba mi cuerpo, su mandíbula ligeramente apretada luciendo su cara redonda. Me sorprendí de que a pesar de ponerse como una diabla seguía viéndose bonita e inocente. Demonios. 

¿Qué le habría hecho para que me mirara como si quisiera enrollarme una cuerda de mimbre alrededor del cuello y ahorcarme? Digo, ella también me desagradaba, y demasiado. Era muy malintencionada e hipócrita, pero, yo nunca le había hecho nada. Pero seguramente no debía de gustarle algo mío u mi personalidad, como era viceversa. 

En el casino de la escuela cuando estábamos comiendo divisé la cabellera dorada de Justin alumbrada por los rayos del sol que traslucía la ventana de cristal, estaba solo y como siempre mantenía esa mirada de «Me miras y te mato.» Pero quizás quería atenerme a las consecuencias de ser asesinada. Demonios, sus labios estaban agraciados y fruncidos como alguna clase de bebé que no le dan su mama. Sus brazos bajo su pecho y cada facción de su rostro endurecida, me pregunté si quizás sólo era una imagen que él quería demostrar o él realmente era así. No sabía mucho al respecto de él. Sólo que me gustaba como el infierno. ¡Maldito! ¡Era tan increíblemente atractivo! 

Sentí mi respiración fallecer al momento en que me di cuenta de que él me estaba devolviendo la mirada con una exhortación entre sus ojos. Sabía lo que estaba pensando.

‘’Deja de mirarme. Maldita neurótica.’’

Pero no podía dejar de hacerlo por más que sus ojos me estuvieran lanzando líquido inflamable y que su vena se notara en su frente en muestra de irritación. Le regalé una sonrisa comprometedora que él entendió al instante. 

—Chloe, me dijiste que no te gustaba.

La voz de Sky me hizo dar un salto sobre mi silla. Le miré con perspicacia. 

—No me gusta, Sky. —mentí tan descaradamente que sentí mi nariz crecer como la de Pinocho. 

—Sí, claro. La mayoría se ha dado cuenta, no has dejado de mirarlo por más de seis minutos. Está confirmado que la chica-anti-chicos se ha vuelto a enamorar. 

Dark Sides - Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora