Capitulo 16.

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16.

Justin me sonrió inocuo sin mirarme, aunque sabía que yo lo estaba haciendo.

—Imbécil... —susurré pasando por su lado de una manera para nada sospechosa. 

—Fácil. —abrí la boca indignada mientras le miraba estupefacta. ¡Sabía que él debía de pensar eso sobre mí! Él me metió una papa frita de su bandeja dentro de mi boca—. Muérdela lentamente y no se chupa. Trágala directamente.

¡Yo estaba tomando doble sentido a sus palabras! 

Refunfuñé mirándolo de la peor manera. Aunque fue inevitable no sentir el estremecimiento de mi propio cuerpo.

—Pequeña zorra. —divulgó entre dientes.

—¡Oh Justin acabaré contigo imbécil! —susurré con fuerza solo para que ambos escucháramos. 

—En la cama. 

Apreté mis puños asesinándolo con la mirada. Era increíble que ahora estuviéramos cambiando de roles. Ahora yo era la del ceño fruncido, no él.

—¡Eres un...

—¡Oh Justin lo lamento! —Kathe me interrumpió con un falso alarido. Le había manchado la camiseta con nachos, ¡Yo estaba segurísima de que lo había hecho intencionalmente! Todos en la cafetería dejaron de hacer lo que estaban haciendo y se escucharon susurros de preocupación. Justin tenía los músculos de la espalda tensos y sus brazos estaban apoyado con firmeza sobre la bandeja. No creería que él fuera a descontrolarse en público. Disfruté de la cara de Kathe como si el mismo Chupacabras estaba frente a ella. Estaba pálida como la leche y sus labios estaban fruncidos dentro de su boca. 

Dejó caer su bandeja al suelo con fuerza haciendo que la comida cayera sobre los zapatos de Prada de Kathe Wills. 

—Claro, ¡Porque eres una jodida descerebrada! —le fulminó con la mirada antes de marcharse haciendo chocar su hombro con el de ella. La muchacha que traía sus ojos centelleantes en lágrimas de humillación y su boca estaba en una fina línea recta. Sentí lástima por ella, algunos en el comedor no esperaron para reírse de ella. Las chicas de penúltimo grado estaban riendo eufóricamente disfrutando de su gloria y salvación de que no haya sido correspondida por Justin. Aunque eso no quitó el hecho de que quería insinuarse frente a él como la prostituta barata que era. Había usado una falda treinta centímetros derriba de la rodilla y un top que abultaba sus epicúreos pechos. 

—La vida es tan injusta. —mi comentario incisivo le hizo humillarse más de la cuenta.

Su certeza le estaba traicionando, realmente que sí. Esto era como para publicarlo en el periódico de Texas.

La bandeja seguía votada en el suelo y yo corrí la malteada hacia su píe izquierdo para que también se rellenara en yogurth. Demonios, era malvada. Sonreí antes de marcharme. ¿Por qué debería de sentir lástima? Si Justin me trataba del mismo modo. Y nadie sentía lástima por mí. Eso me hizo reflexionar que yo estaba esperando mucho de él, últimamente

estaba soñando mucho.

Como por ejemplo, ¡Yo no tenía oportunidad con él! 

Justin me utilizaba, nada más que eso. Yo me estaba haciendo demasiadas falsas esperanzas con mucha convicción. Y en esos precisos instantes no sabía que hacer. Miré a Sky que me esperaba en nuestra mesa, pero miré por las puertas por donde anteriormente se había ido Justin. Quería ir a buscarlo, no quería dejarlo solo. Pero tampoco tenía que perseguirle arrastrándome como el gusano que era. Sky me miró frunciendo el ceño como si estaba examinando algo malo en mí. 

Dark Sides - Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora