Capitulo 5.

88 4 0
                                    

5.

Cuando papá se había marchado de casa porque se le había presentado una ‘‘urgencia’’ mamá se sentó frente a mí en el sofá en forma de ‘L’ y entonces me miró suspicaz, sus ojos estaban entrecerrados y su nariz arrugada. 

—¿Ocurre algo, mamá? —le invité a que hablara. Ella rodó los ojos y se hizo una coleta como en el lomo de la cabellera. Mamá era prácticamente igual a mí, sus ojos eran zafiros y ocupaban la mitad de su rostro. Los cabellos caobas eran largos y con pequeñas ondas en las puntas, su nariz era respingona y su boca era fina y en forma de corazón. Definitivamente yo había sacado los labios gruesos de papá.

Siempre cuando sonreía las esquinas de sus ojos se arrugaban al igual que sus comisuras, ella era bellísima a pesar de sus casi treinta y cinco. Era llena de vida y era exótica, mamá era como de esas típicas madres que le gustaban mantener a su familia en la cima y no perdía oportunidad para dejarnos bien. Decía cosas siempre como: —Chloe es la niña más educada, tiene un promedio perfecto y en el próximo año estará estudiando en Oxford. 

Bueno… ella tenía ese carácter de siempre querer ser la señorita perfección pero de todas formas mamá no era así con nosotros, ella solía ser carismática aunque a veces cuando le juzgábamos algo se ponía irascible y se podía ver como la vena de su cuello se marcaba si la hacíamos enfadar. O cuando era obvio que debíamos de disculparnos cuando mamá se mordía la lengua en frustración. Eso a papá y a mí nos hacía reír como desquiciados.

—¿Aparte de que tu vida social es neutra? 

—Mamá… —giré los ojos, estaba aburrida de sus mismos discursos. Creo que prefería escuchar a un sacerdote en misa.

—¿Qué? Es verdad, cariño. Es sábado, no has hecho nada. Recuerdo que a tu edad me la pasaba con mis amigas de fiesta en fiesta. ¿Cuántos cumplirás? ¿18?

Probablemente el 99,9% desearía una madre que le dijera eso. Pero en mi perspectiva eso era fastidioso. 

—Vaya, pensé que podría ser viceversa. —bromeé—. No me gusta mucho salir mamá, aparte… ¿Acá siquiera hay un pub? Aparte de los árboles sólo hay un semáforo, Dios. 

—¿Y tus amigas? ¿Qué hay de Jamie? 

—Mamá… Jamie era mi mejor amiga en Alba. Las cosas han cambiado. —quería sumergirme en el sofá tal y como lo hice el martes por la madrugada para que nadie me viera. Pero fue imposible, justo como ahora. Mamá me estaba atornillando con su mirada de taladro-invencible.

—¿Y qué? ¿Ahora no tienes amigas? —arqueó una ceja mientras se cruzaba de brazos.

—De hecho, tengo una. Se llama Sky. 

—¿Quién diablos le pone a su hija ‘Sky’? En definición ‘‘cielo’’ Es como si yo te hubiera puesto a ti Heaven, Fire o Yellow. ¡Es peor que Agatha! —habló con el entrecejo fruncido.

—No lo sé mamá. ¿Quieres que vaya a encuestarla y a preguntarle el por qué de sus ocurrencias negligentes? 

—Está bien, está bien. —suspiró haciendo volar un mechón de su cabello—. ¿Y tienes novio?

Por.Dios.No.

—¿Sabes? Creo que ahora mismo iré a buscar alguna clase de vida social qué hacer, yo… sí… eso. —me coloqué de píe inmediatamente tomando mi jersey.

—¡Ey! Estábamos teniendo una importante charla madre-e-hija. 

Sí. Y el hecho de hablar sobre ‘novios’ liaba a Barry en todo esto y que cuando hay una relación seria a los chicos le gustaban pasar a la siguiente etapa y terminaríamos hablando sobre sexo. Y a remate, probablemente terminaría contándole sobre Justin Bieber y de sus malditas testosteronas. ¡Y su maldito trasero y de su maldita personalidad distante!

Dark Sides - Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora