Capítulo 28

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Cabello rubio y ojos azules. El niño estaba aterrado y se podía leer perfectamente en su cara, después de todo, está seguro que apenas tendrá algunos cuatro años. Algo se oprimió en su pecho al ver lo sucedía en esa habitación. ¿Se le podía llamar habitación?. No, eso era mas bien una sala de tortura, si, era eso.....¿Verdad?. Es imposible que fuera una habitación. Sin importar lo mucho que se decía así mismo, todo estaba claro, allí era donde dormía el pequeño niño.

Estaba atado con una soga de uno de sus pies y había sido amarrado cruelmente al techo de tal forma en que quedara colgando. Pequeños sollozos escapaban de la pequeña boca del niño rubio, claramente le dolía estar así, colgado del techo....de uno de sus pies.

Observó al hombre acercarse al niño. Hizo una mueca de desagrado y repugnancia cuando vio el puño de aquel hombre estampándose en la ingle del niño. Este se meció de un lado a otro, debido a que está colgado, y comenzó a quejarse fuertemente, seguramente del dolor que le causo haber sido golpeado en el lugar mas sensible del cuerpo de un hombre. Miró las gruesas lágrimas del niño caer al suelo. Una lluvia de golpes comenzó a caer por todo el pequeño cuerpo de el pequeño rubio, tomándole como saco de boxeo. Dejó de ver ese recuerdo cuando golpearon la cara de Naruto, sacándole sangre de la boca y nariz.

Eso era suficiente para hacer sufrir a este hombre, pero las órdenes de la Hokage sobre lo que debía buscar en su memoria, la memoria del hombre, eran rotundas. En un principio, dudó sobre lo que Kakashi y la Hokage le habían contado sobre él. Era casi increíble todo. El siempre supo del desprecio incontrolado que la aldea le tenía a Naruto, pero francamente, nunca creyó que los maltratos llegaran a tal punto. Siempre admiró la espléndida sonrisa de Naruto en su niñez. A pesar de los maltratos, el chico siempre se mantenía sonriente. Siempre creyó que en realidad nunca pasaron de tirarle algunas cosas e insultarle y tratarlo como basura.

Naruto siempre pareció feliz, y fue por eso que él se encontró realmente sorprendido al darse cuenta de que Naruto había abandonado la aldea a sus tan solo once años. No supieron mas nada de él hasta que regresó, siete años después. Regresó, ya no como un niño, si no como un joven de 18 años. Algo que notó en él, es que la sonrisa que solía mantener cuando niño, ya no estaba. Si, sonreía, pero ya no era una sonrisa sincera, es mas, solamente era una leve curvatura de sus labios, si llegar a mostrar sus dientes. Nunca mas volvió a ver la sonrisa radiante que antes pertenecía a él.

Ahora que lo piensa mejor. Realmente esa sonrisa nunca fue sincera o genuina, no lo podía ser. Simplemente ya no podía creer que lo fuera, no después de lo que la Hokage y Kakashi le han dicho y, definitivamente, no después de ver que Naruto fue maltratado prácticamente toda su infancia y de la peor manera, pues está seguro, después de haber visto aquel recuerdo, que las sospechas de Kakashi podrían ser ciertas.

Tocó con su mano otro recuerdo que flotaba delante suyo.

Vio al hombre caminar tras una mujer, la misma mujer del primer recuerdo, caminaban por el mismo pasillo, directo a la misma habitación. Observó que el hombre llevaba un látigo en su mano. Se detuvieron frente a la puerta, ella sacó las llaves de su bolsillo y la abrió. Lo tenían encerrado.

El hombre entró a la habitación y él caminó tras él.

—Ya sabéis que hacer, hoy es su cumpleaños y quiero que os aseguréis que nunca se olvide de este día— Su estómago se retorció al escuchar que era el cumpleaños del niño. La mujer cerró con llave y él se encontró viendo con asco la forma lasciva en que aquel hombre miraba al pequeño que estaba sentado en medio de la cama.

Recorrió con su mirada el delgado y frágil cuerpo del niño rubio, tenía hematomas prácticamente por todo su cuerpo, uno de sus ojos hinchados y un labio roto. Pudo apreciar el temblor del cuerpo del niño y la forma en que apretaba su manitas en puños. El niño estaba aterrado.

Su rostro se torció desagradablemente cuando vio que aquel hombre tocaba su entrepierna mientras lamía sus labios y miraba al pequeño Naruto de forma obscena. Sin darse cuenta, el hombre ya estaba sobre Naruto, chupando y mordiéndole el cuello. Algo amargo se instaló en su estomago al ver aquella escena, sintiendo nauseas prácticamente al instante......Pero se obligó a seguir viendo. Debía hacerlo.

Observó en como Naruto parecía estar levemente confundido mientras aquel hombre estaba encima suyo mientras Le besaba y chupaba el cuello.

—Hoy me divertiré mucho— después de escuchar eso, observó como Naruto era despojado despiadadamente de su ropa, dejándole desnudo.

—Pero mira que ricura.....— Observó como le dio vuelta al pequeño Naruto para luego comenzar a frotar su entrepierna, que ya estaba erecta, en el trasero del niño. El pequeño Naruto estaba rígido. —Mi amigo está ansioso por entrar ahí— lo siguiente que vio, fue la forma en que Naruto se retorció y se quejó del dolor cuando tres dedos de aquel hombre entraron de golpe en él.

Cerró sus ojos, no estaba seguro de poder seguir viendo esto. Es mas de lo que puede soportar ver. Su respiración era agitada, su sangre bullía de la ira. Escuchó como Naruto comenzó a gritar de dolor mientras parecía estar siendo ¿Azotado?. Abrió los ojos.

Naruto estaba siendo golpeado cruelmente con el látigo.

—Por favor......prometo portarme bien— algo dentro de el se rompió cuando escuchó al niño pronunciar aquellas. Tan inocente como solo un niño puede ser.

Lo próximo que vio fue al hombre penetrar de forma brusca al niño, haciéndole gritar y llorar de dolor mientras le rogaba que parase. Nunca lo hizo y las embestidas iban cada vez peor.

Una lágrima cayó de sus ojos antes de cerrarlos y adelantar el recuerdo, ya no era capaz de seguir viendo y escuchando aquello. Cuando hubo silencio. Los abrió.

Naruto estaba casi inconsciente en la cama. Dios, eso no era una Cama. Estaba manchado en sangre y líquido blanquecino, el cual, él dedujo, era semen. Naruto estaba desnudo.

Lo vio entrar por la puerta nuevamente, llevaba en sus manos una herradura, la cual iba rojiza y pudo leer claramente la palabra “Demonio” en la herradura. Su corazón se aceleró, temiendo lo peor. Lo vio acercarse a Naruto y sin mas, colocó la herradura en su pecho. Naruto comenzó a retorcerse y gritar. aquel hombre tenía un brillo sádico en la mirada.

—Soltarlo— gritó enfurecido, lanzándose hacia aquel hombre, pero fallando. Simplemente lo atravesó y luego todo quedó oscuro.



















—¡Inoichi! ¡Inoichi! ¡Inoichi, reacciona!— abrió los ojos bruscamente.

Su respiración agitada y su boca retorcida en una mueca de
Repugnancia hacia la persona inconsciente frente a él.

—¿Que pasó?— Inoichi se encontró con la mirada oscura de Kakashi.

—Pasó que tenías razón......este hombre es a quien has estado buscando— La Mirada de Tsunade se endureció de tal forma que parecía que atravesaba el cuerpo inconsciente de aquel hombre.

Por otra parte, el ambiente en la sala se puso tenso y frío, instinto asesino por todos lados. Kakashi sentía su sangre hervir de ira. Si no hubiera nadie y él estuviera solo con ese hombre, probablemente en este momento estuviera desmembrando su cuerpo. Las únicas tres personas allí dentro estaban realmente furiosas.

—Kakashi....ve y trae a Ibiki y Anko, ellos se encargarán de éste......... animal— vio con desdén al hombre inconsciente. —Cuento con toda tu discreción Inoichi, nadie mas tiene que saber esto— Inoichi asintió y Tsunade giró sobre sus talones. Necesita unos tragos para calmarse. Al menos espera que eso la calme, aunque sea un poco.

KakaNaru ~Angel del Infierno~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora