KakaNaru ~Angel del Infierno~

Capítulo 11

Los meses pasaron y con ello llegó el día que todos esperaban, los exámenes chūnin habían comenzado, tristemente, Naruto nunca apreció, en esos exámenes todos los de la generación del rubio se convirtieron en chūnin, dejando un sabor amargo en cada uno de los sensei de cada equipo y en cada uno de los nueve novatos, que en ese momento solo eran ocho debido a la ausencia del rubio. Kakashi tuvo que adaptarse a su nuevo equipo, pues Naruto fue sustituido por Sai, un miembro de raíz, y para el peli-plata, que estaba acostumbrado a las sonrisas de Naruto y sus divagaciones, se le hizo difícil acostumbrarse a las frías sonrisas del peli-negro. Cuando aquellos se convirtieron en chūnin, se creó el equipo Kakashi, que constaba de Kakashi, obviamente, Sakura, Sasuke y Sai haciendo misiones como equipo, pero esto no era todo el tiempo, pues al ser chūnin ellos tenían sus propias misiones y eran los capitanes de cada equipo de gennin que les tocara. Kakashi comenzó a tomar misiones de rango A con un único y solo propósito, que cada vez que tenía el tiempo, aprovechaba para intentar buscar el rubio. Iruka poco a poco se fue integrando como ninja activo de Konoha, su propósito no era distinto al de Kakashi, cada vez que salía de la aldea y tenía el tiempo, buscaba a Naruto, pero tampoco tenía éxito en encontrarlo.

Desde que Naruto dejó la aldea, desapareció por completo, nunca nadie volvió a verle, era como si la tierra se lo hubiese tragado y, en el peor de los casos, habría muerto, aquel pensamiento rondaba por la cabeza de varios Jounnin, los sensei de los de la generación de Naruto para ser exactos, dicho pensamiento les oprimía el pecho, la idea cada vez parecía solidificarse mas entre ellos, pues el rubio nunca ha dado indicios de vida.

Tsunade, por increíble que parezca, se había centrado solamente en su trabajo como Hokage, aquel pasó a ser un pasatiempo para no pensar en las mismas locuras de los demás Jounnin. No, su niño no estaba muerto, él solamente se ha alejado de la aldea por que ya no quiere regresar, eso es todo. Aunque aquel pensamiento también le dolía. ¿Naruto la había olvidado?, parecía ser así, pues ni siquiera un hola le ha escrito. Algunas veces Shizune le miraba llorar mientras firmaba una y otra y otra vez cada papel que se le pusiera enfrente.

Llegaron los siguientes exámenes de chūnin y Naruto tampoco apareció, Kakashi esperaba con ansias cada examen con la esperanza de que el niño llegara a ellos, pero nunca fue así. llegaron los próximos, nada, los siguientes y nada......y así hasta que pasaron siete años....siete años en los que nadie nunca mas volvió a saber del rubio, siete años en los que Konoha ha cambiado bastante.

Se habían construido nuevas casas y edificios, habían nuevos negocios, también se habían construido nuevas calles y las viejas se habían mejorado, cada año que pasaba Konoha se modernizaba, pero en medio de aquel gran cambio había un lugar que se mantenía intacto, un lugar el cual Tsunade protegía con uñas y dientes si era necesario, ella jamas permitió que nadie entrara allí, según ella, nadie era digno, ni siquiera ella. El apartamento de Naruto. Dio un grito en el cielo cuando se dio cuenta que Sasuke había abierto la puerta bruscamente después de la partida del niño rubio y de verdad le estuvo caro aquel descaro. Le propinó una buena cachetada cuando este le dijo que él la había abierto de una patada porque el dobe no fue a su reunión de equipo, Fue allí donde la noticia de que el rubio había abandonado Konoha les cayó como balde de agua fría.

Los demás solían reunirse para hablar de la posibilidad de encontrar a Naruto, incluso consiguieron que la Hokage les diera el permiso en varias ocasiones con la misión de encontrarlo, pero nunca lograron hacerlo, no había rastro del rubio por ningún lado.

Las últimas hojas del otoño caían en las calles de Konoha, meciéndose con el suave vaivén del viento frío que comenzaba a circular y llevándoselas, anunciando que la llegada del invierno estaba cerca. Tsunade estaba de frente al gran ventanal de su oficina, sus brazos cruzados bajo su busto, observando a la aldea en aquella tarde-noche. Se encontraba preocupada, había recibido el informe de los ninjas de Konoha que habían ido a hacer el examen de Jounnin, dentro de ellos había uno que resaltaba, Kitsune, decía la leyenda de aquel pergamino. No era ingenua, sabía que en los exámenes de Jounnin no se utilizaban los nombres de cada participante si no que estos eran llamados por nombres claves, así mantenían en secreto la identidad de cada participante. Según lo escrito en el pergamino, aquel era un hombre que se cubría el cuerpo con una capa con capucha para cubrir su cabeza y llevaba una máscara Puesta que cubría su rostro, ella estaba segura que él no eran ni Neji ni Sasuke y eso era precisamente lo que le preocupaba, pues al examen de Jounnin solo fueron ellos dos por parte de Konoha y le han enviado el informe de tres personas. Unos golpes en la pared dentro de su oficina le hicieron salir abruptamente de sus pensamientos, al darse la vuelta, se encontró con un joven, cubierto por una capa negra con capucha y llevaba una máscara de zorro cubriendo su rostro, siendo esta de color negro con algunas lineas rojas. Inmediatamente se puso en guardia y se lanzó hacia el, propinando un fuerte golpe en el suelo que lo agrietó, justo donde estaba aquel individuo.

-¿Quien eres?- le exigió aún en posición de guardia.

-Obāchan, acabo de llegar y lo primero que quieres hacer es matarme- Tsunade soltó un jadeo y cubrió su boca al escuchar aquella palabra. Pronto sus ojos se cristalizaron. El joven se quitó la capucha de su cabeza, dejando sus cabellos rubios a la vista de la mujer.

-Na-Naruto- dijo acercándose al rubio, colocó su mano en el hombro y estaba segura que era él, el Chakra que el joven desprendía era inconfundible pues era cálido, el de otros era fresco, pero el de Naruto siempre fue cálido, lleno de luz. El colgante en su cuello se lo confirmó también. -Haz vuelto- le abrazó, Naruto correspondió el abarzo.

-Aún no regresaré Obāchan- Tsunade se alejo un poco y le observó espectante. -Verás, estoy haciendo el examen de Jounnin en estos Momentos- Tsunade pareció confusa.

-Todavía eres un gennin- le recordó.

-Bueno,se puede hacer el examen de Jounnin sin necesidad de ser chūnin Obāchan....... yo....solo venía a informarte para que no te preocuparas al recibir un informe mas de los exámenes- Ahora Tsunade estaba mas tranquila.

-Eras tu entonces- dijo sin querer soltarle del Abrazo. -Naruto...¿Donde has estado todo este tiempo?...¿Al terminar el examen vendrás a Konoha? me refiero ¿Vivirás aquí de nuevo?.

-Claro Obāchan, te lo prometí ¿Recuerdas?, ¡Yo siempre cumplo mis promesas!- Tsunade vio enternecida aquel joven de 18 años, que aún no había retirado la máscara de su rostro, frente a ella, ahora mas alto que ella y sus cabellos muy sedosos, era delgado y con un cuerpo muy bien formado y esbelto....parecía de figura...¿Delicada?. -Abuela Tsunade, debo irme...etto....cuando regrese te mostraré mi rostro....lo prometo.

-Cuidate mucho mi Niño- Tsunade, con solo verlo, supo que Naruto se ha estado cuidando muy bien solo. Naruto desapareció en un Shunshin. La sonrisa en Tsunade simplemente no se borraría.

***************
-Tsunade-sama, ¿Que pasó?- preguntó Shizune al ver el piso roto, debido al golpe de Tsunade.

-Shizune...él vino- sus ojos estaban brillantes.

-¿Quien?- preguntó confundida.

-¿Cómo que quién?, mi niño.... Naruto vino a verme.

-Eeehhhh.....Tsunade-sama, ¿Esta segura?- Shizune era una de las que creía el hecho de que probablemente el rubio había muerto.

-Si.....él es el tercer participante de Konoha que está haciendo el examen de Jounnin y vino a decírmelo para que yo no me preocupe.....si todo sale bien, dentro de dos semanas tendremos a Naruto devuelta con nosotros- dos semanas, eso era lo que duraban los exámenes de Jounnin y Tsunade solamente podía pedir que el rubio pasara el examen, está segura que Naruto había crecido mucho, no solo físicamente, si no también como shinobi.

Esa noche....Tsunade se quedó dormida en su habitación con una sonrisa....