Capítulo 35

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Naruto despertó a media noche, Kakashi lo tenía en un abrazo apretado y sin querer soltarlo. Naruto lo contempló con la luz de la luna que se filtraba por su ventana. Kakashi estaba tan aferrado a él que casi parecía que estaban pegados. Lo cual, probablemente, así sea. Pensó el rubio. Solamente las respiraciones constantes, suaves y tranquilas le decían que el mayor estaba profundamente dormido.

Se fijó en el cabello plateado del mayor, revuelto y su flequillo caía sobre su frente. ¿Cómo es posible que así, todo despeinado y sin duda alguna desarreglado, Kakashi pueda verse más lindo?. Naruto ama verlo dormir, solo entonces las facciones del mayor están completamente relajadas y puede apreciar con mayor ahínco las bellas facciones de su marido. Para Naruto, Kakashi es tan perfecto, que incluso se pregunta como pudo haberse fijado el hombre mayor en él, siendo tan imperfecto. Justo después de ese pensamiento, Kakashi se movió entre sueños, apretando más el abrazo y con su nariz buscó el cuello de Naruto y la hundió allí, buscando su olor. Kakashi dejó escapar, con su garganta rasposa, un sonidito contento y sus respiraciones volvieron a ser constantes y suaves. Con las respiraciones de Kakashi en su cuello, finalmente se durmió.

Cuando amaneció, el agarre de Kakashi estaba flojo sobre él, así que Naruto pudo salir de la cama y dirigirse al baño. Su cuerpo aún dolía y se sentía extraño no tener el brazo derecho. Naruto esperaba que la abuela Tsunade tuviera pronto ese brazo que, según ella, funcionará correctamente. Aunque la verdad, Naruto no dudaba que así fuera, Tsunade no ha sido reconocida como la mejor ninja médico por gusto. Se vio al espejo y notó que la herida, prácticamente, había desaparecido. Vio su brazo derecho vendado, al menos lo que queda de él.

—¿Hmm? ¿Naruto?— Naruto volvió hacia Kakashi, con su cepillo de dientes en su boca y tratando de hecharle el dentrífico con la mano izquierda.

Kakashi se acercó en silencio y tomó el cepillo de su boca, le puso la cantidad necesaria de crema dental y comenzó a cepillar sus dientes. Naruto solamente se dejó hacer. Después de haber terminado le ayudó a enjuagarse la boca y luego procedió él a cepillar sus propios dientes.

Naruto contempló la figura semidesnuda de Kakashi, quien estaba con unos bóxer negros ajustados, lo cual dejaba ver la semi erección mañanera del mayor. Barrió sus ojos por la espalda blanquecina y fuerte, por sus hombros y brazos poderosamente formados, las piernas bien definidas, y esos glúteos de muerte y si a eso se le suma el cabello plateado, era la imagen mas sexy que Naruto haya visto nunca. Si, Kakashi era perfecto. 

Kakashi lo tomó de su mano y lo condujo a la cama, donde Kakashi lo abrazó y repartió besos por toda su espalda.

—Pensé, por un momento, que te perdería— dijo después de un rato de estarlo abrazando.

Naruto no se movió de su lugar, pensando en lo que el mayor dijo.

—Debemos acostumbrarnos, después de todo somos ninjas y somos susceptibles a......

—No— sabía lo que querría decir, su voz salió un poco, mucho, más fuerte de lo que habría querido. —No, no sería capaz de seguir viviendo sin tí, Naruto— dijo más suavemente. —¡Dios!, te amo Naruto, con cada fibra de mi ser— el corazón de Naruto comenzó a latir desenfrenadamente en su pecho.

Kakashi ya le había dicho anteriormente que le amaba, pero Naruto siempre tuvo dudas, después de todo, uno dice cosas descabelladas cuando tiene sexo, o justo después de él, cuando está todo adormilado. Pero esta vez es diferente y Naruto siente un a sensación de calor expandiéndose por su pecho.

—Yo también te amo— dijo finalmente.

Kakashi le hizo el amor toda esa mañana, suave, lento, sin prisas.






















Tres Semanas Después:

—¿Cómo lo sientes?

—Se siente...extraño, pero bien. ¡Ya extrañaba tener mi brazo derecho!.

—Tendrás que tener sumo cuidado por un mes, por lo menos. Con esto me refiero a que no podrás entrenar en el transcurso de ese tiempo, tampoco podrás hacer misiones. Procura no realizar acciones con demasiado vigor. Una vez transcurrido el mes, no significa que podrás hacer todo lo que quieras, deberás llevar un control e ir cargando el brazo poco a poco, eso debería tardar, por lo mínimo, seis meses. Durante seis meses no harás nada más que preocuparte por el brazo y cuando entrenes, durante ese tiempo, no sobre cargues el brazo— Tsunade terminó de escribir algo en un expediente y levantó su mirada. —¿Entendido?

—Pero me...

—Nada de pero, es por tu bien Naruto. Creo que está de mas decir que vendrás tres veces por semana para ver el proceso de adaptación, eso durante el primer mes, luego vendrás una vez a la semana y si sigues mis instrucciones al pié de la letra, las visitas disminuirán considerablemente. ¿Cuento con tu ayuda, Kakashi?

—Yo me encargaré de que siga tus instrucciones, Tsunade-hime. Aunque deberé admitir que, probablemente, sea más difícil de lo que parece— Naruto le dio una mirada ofendida para luego hacer un ligero puchero con sus labios, que estaban sospechosa mente, ligeramente, hinchados y el color cereza más acentuado, en esa mañana.












—Ya, ven aquí, deja de estar enojado. Se que no lo estás, realmente.

Naruto siguió leyendo el pergamino.

Kakashi se acercó mas a él y lo sentó en su regazo. Besó el pequeño puchero que Naruto tenía y acarició el contorno de su rostro con sus nudillos. La caricia tan suave y, anudado al brillo en la mirada bicolor del mayor, casi parecía que Kakashi estaba frenta a un ángel

—¿Sabes?, he estado pensando en lo bien que le vendría a esta casa que vivas aquí— Naruto dejó de leer lo que sea que estaba leyendo y sus ojos azules vieron a Kakashi inquisidora mente. —¿Te gustaría, Hmm? ¿Venir a vivir conmigo, aquí, en mi casa?. Se que no es la gran cosa pero, podría mejorarla si tu quisieras. No es muy grande pero se puede arreglar, en cuanto al aspecto, puedes decorarla a tu gusto y si tu quieres tamb...

Naruto le cayó con un beso. Kakashi estuvo sorprendido por tal vez, tres segundos, antes de corresponder el beso como se debe y, obviamente, llevar él el mando.

—¿Eso es un tal vez?— dijo picoteando los labios de Naruto.

—Es un si. Y no me importa si es grande o pequeña, siempre y cuando tu estés conmigo— Kakashi le dio otro beso.

—Vamos al cuarto— y no le importaba que lo hayan hecho esa mañana. En su defensa, el interior de Naruto es tan cálido, suave y a la misma tan apretado, que su polla quiere permanecer allí por el resto de su vida. Eso lo demuestra el hecho de que, en efecto, su polla ya está tan dura como una roca.

Para cuando Kakashi se dejó ir dentro de Naruto, su polla ya estaba tan dolorida, que fue un alivio sentir lo apretado que estaba Naruto a su alrededor y entonces, el incendio se desató....

KakaNaru ~Angel del Infierno~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora