El reino del rey Corazón de Lobo: I

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Kattegat:

Ivar observaba con sus ojos azules el hermoso barco acabado de construir por Floki. Era un barco robusto y lo suficientemente bueno como para llevarlos al norte.

<< Así debe ser el barco donde Loki navegará durante el Ragnarok. >> Ivar se dio la vuelta y vio como sus hermanos se acercaban por el muelle junto al resto de la tripulación.

— Embarca, Ivar — Le dictaminó Björn, con ese maldito tono prepotente que tenía siempre.

"Yo soy el mayor, soy el primer hijo de Ragnar" ¡Puaj! << Puede ser el primero pero yo soy el que padre llevó a Inglaterra, soy el que él eligió. >>

— ¡No te quedes atrás, pequeño Ivar! — Sigurd, siempre tenía que ser el graciosillo de turno que no decía nada gracioso.

Le subieron a bordo del snekke que era un barco de guerra más pequeño que los grandes Drakkar y era apto para llevar solo unos cuántos guerreros.

Salieron del fiordo de Kattegat. Ivar estaba en proa, tomando algo caliente junto a sus hermanos.

— ¿Y cómo convencemos a Alvheim para que se una a nuestro bando? — Inquirió Hvitserk — ¿Les pedimos por favor?

Björn escupió sobre la marea.

— El Rey Egil va a recibir a cinco hijos de Ragnar Lothbrook en sus salones. Señal suficiente como para que se unan a nosotros. Ningún Rey o conde ha sido... ¡Deleitado! Con nuestra visita.

Ivar se rió.

— No creo que al rey le haga gracias, la verdad. Debemos hablarle con respeto y aga...

— ¡Sé cómo hacer esto, Ivar! — Gruñó Björn — Eres solo un chico, no tienes ninguna experiencia válida solo porque padre te llevara a Inglaterra.

El tullido alzó los brazos y se cruzó de brazos. Alvheim era un reino muy al norte, el reino vikingo más rico y poderoso cuyos guerreros, según las sagas, cantaban en busca de sangre.

— Por una vez estoy...de acuerdo con Ivar — Opinó Ubbe — Llevamos ¿cuántos, veinte guerreros? Si les tratamos de forma irrespetuosa podrían matarnos sin problemas.

Floki se aceró y se rió.

— He escuchado que es un pueblo noble y apegado a los dioses. Tiene guerreros como Einar Ojo de Tormenta, que fue con Ragnar a invadir París, u Olaf Barba de Fuego el legendario asaltante de Irlanda.

— Supongo que tendremos que verlos para creer en esas leyendas vivientes ¿eh?

— Sí, Sigurd — Le respondió Ivar — Tendremos que verlo. << Y me ganaré el favor del rey para tener su ejército de mi lado...solo de mi lado. >>

Alvheim:

Sigrid cayó al suelo. Rodó sobre sí misma y esquivó el tajo del hacha que se clavó entre las briznas de hierba. Derribó a su oponente y se levantó, recogiendo su pesado escudo.

Daven suspiró.

— Buen movimiento, hermanita.

El mayor de los hijos de Einar se levantó, blandiendo su hacha con una mano y el escudo con la otra.

Sigrid le miró a los ojos y cargó contra él.

Alzó la espada y se batió en un duelo con su hermano. Le empujó con el escudo y dio varios tajos al aire. Daven, más alto, grande y bruto la derribó.

Se subió sobre ella y, usando el hacha, le arrancó la espada y, de un golpe, también el escudo.

— ¡Argh! Me rindo, me rindo — Gruñó Sigrid y de un puñetazo en la cara se quitó al bruto de su hermano de encima.

La Edda de Ivar el DeshuesadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora