-Pensé que no ibas a venir hoy-Puedo predecir que reconoció mi voz al instante. Volteó hacia mi, y me dedico una pequeña sonrisa
-¿Por qué no lo haría?-dijo de forma fría-Este lugar me gusta-finalizó
-Pues porque hay una exposición de arte y creí que te molestaría-dije y me senté al lado de él. Espero no molestarle. Entonces volteo hacia mi, dejando su libro en la pequeña mesa.
-Niña, jamás haría eso. Yo soy un amante del arte y la verdad es que lo respeto. Ya sea la música, la pintura. Todo eso para mi es considerado arte-Todo hubiera estado bien si no me hubiera llamado niña. Odio que la gente me llame así porque claramente no lo soy. Soy una persona que ha madurado y que es consciente de todo
-Sé que apenas nos vimos una vez, por odio que la gente me llame niña, y es por el hecho de que no lo soy. Así que por favor si podrías no llamarme así-dije algo molesta y fría. Aunque no tiene la culpa de no saberlo
-Simplemente era de cariño. Claramente veo que no lo eres-Dijo cuando sentí que si mirada recorría mi cuerpo. Me ponía nerviosa que hiciera eso. Jamás nadie había hecho eso conmigo. Ningún hombre se había fijado en mi cuerpo-Pero si te molesta, dejaré de llamarte así.
Igual, la forma en la que lo decía me gustaba, su voz era suave pero grave a la vez. Me gustaba como hablaba, tenía una voz hermosa
-No. Déjalo así, si quieres llamarme de esa manera está bien-Lo mire y luego dirigí mi mirada hacia mis piernas descubiertas por el short deportivo que llevaba-Tienes una hermosa voz.
-Gracias-dijo fríamente
-Lo que daría yo por tener una voz como la tuya-dije con voz triste
-¿Por qué?-Dijo y sentí su cercanía
-Porque todas las personas que conozco han dicho que mi voz es irritante y chillona. Y a veces la odio bastante-dije. Todos esos insultos y recuerdos siempre hacían que me dieran ganas de llorar, pero me contuve
-Bueno, creo que tienes una hermosa voz-dijo y yo sonreí inocentemente
-Gracias. Aunque si quiero ser sincera, preferirá cantar a hablar-dije y vi como sus ojos se iluminaban
-¿Cantas?-dije y yo asentí con la cabeza-Interesante
-Bueno, la verdad, es que hago teatro musical. Canto, bailo, actuó, toco piano y guitarra, y a veces compongo canciones. Pero nada interesante-dije algo insegura. Este tipo me ponía nerviosa, y más tan cerca
-Eso es interesante-dijo. Solamente me sonroje-¿No quisieras cantar? Digo si no te molesta
-¿Estás loco? Es una biblioteca y no me dejarán hacerlo-dije y él solo rio
-Querida Lauren; si mal no recuerdo ese es tu nombre-Yo sólo asentí, si recordó mi nombre-Claro que te dejaran hacerlo. Si no ¿porque habría un piano junto a nosotros?-Voltee y en efecto había un piano-Además, tú misma dijiste que sabías tocarlo ¿no?-Yo asentí de nuevo. Sentía que temblaba. Estaba tomando mis hombros y mi estómago dio un vuelco ¿Qué me pasa?-Es hora de que demuestre lo que sabes
Me soltó y me dirigí al piano. Era de una madera clara. Posiblemente abedul, aunque los mejores pianos están hechos de roble. No me había dado cuenta de que había un piano. Si me hubiera dado cuanta antes lo hubiera tocado en el instante, pero la verdad es que ese día había estado buscando el libro de mi hermano y ahí fue donde conocí a Andrew. El jodidamente sexy Andrew.
¡Lauren! ¡¿Qué carajo estás diciendo!? Para ya con tus pensamientos. No conoces a Andrew para pensar así de él. Pero tengo que admitir que era muy atractivo. Cualquier chica podría caer a sus pies. Me senté en el pequeño taburete, y pensé en que canción podría interpretar, pero al instante vino una que es una de las más tristes y su melodía siempre me iba recordar ese exacto momento en el cual vi a mi amigo Charly en ese ataúd.
My Immortal era la pieza perfecta. No necesitaba partituras para poder tocar la canción. Era autodidacta y todo lo aprendía gracias a videos que había en YouTube. Mis dedos temblorosos y algo mal formados tocaron las notas correctas para dar inicio a la canción. Y los sentimientos fluyeron.
Usaba mi voz de pecho para las notas más graves y usaba voz mixta cuando la canción llegaba a sus notas más altas. Impostaba la voz ya que así le daba la intención lúgubre y triste que la canción tenía y le daba un color diferente a mi voz. Siempre tratando de sacar vibrato de la manera más sutil.
Al finalizar la canción, lo mire algo sonrojada. Jamás había tocado en público y me daba mucha pena. Solamente sentí como toco mi hombro y dijo en mi oído
-Fue una hermosa interpretación-solamente me sonroje y sonreí. Me daba gusto que a la gente le gustara mis interpretaciones
-Gracias-Fue lo único que pude decir
-Tienes talento. Tu voz tiene un registro fascinante y suena suave cuando alcanzas las notas-no sabía cómo reaccionar. Simplemente era demasiado sabio. Y mucho para alguien de su edad
-La verdad mucha gente me ha dicho que tengo una voz hermosa, pero mi inseguridad siempre me hace pensar lo contrario-le dije y solo baje la mirada
-Atroz. La gente siempre tiene que tener seguridad en sí misma. Vivir inseguro es como vivir en una jaula. Jamás sientes libertad, y jamás disfrutas las cosas-dijo. Me ponía tan indefensa, y ni siquiera lo conocía
-¿Tienes novia?-Dije repentinamente para salir del silencio y de la incomodidad. Oí cómo soltó una mínima risa
-No-dijo fríamente
-¿Por qué?-dije curiosa
-Porque no es algo que considere necesario. Además, no he encontrado a ninguna chica que me atraiga. Y si lo hubiera, encontraría algo que me hiciera perder el interés-dijo
-Yo tampoco. La verdad no considero necesario tener una pareja, pero si quisiera estar formalmente en una relación con alguien para sentir esos sentimientos que los demás han sentido-dije. Sinceramente, no los había sentido de la manera en la que quería, ya que todo resultó un fracaso. Pero ojalá algún día llegue
-¿Tienes celular?-dijo sorprendiéndome por lo que acaba de decir
-Sí-Dije mirando el suelo
-¿Podrías dármelo? Claro, solo si gustas-Sentí como levantaba mi rostro con sus dedos. Oh, Dios. Su toque es suave y me agrada-Jamás bajes la vista. Tienes una mirada hermosa-Lentamente mis mejillas se enrojecían y le hacían ver el efecto que me provocaba
-Está bien-Saco su celular y anotó los números correspondientes a mi número telefónico. Luego lo guardo en el bolsillo de su blazer.
-Andrew. Me tengo que ir, no he comido y muero de hambre. Pero volveré en un rato más lo prometo-Digo. De seguro mi orden ya llegó y ha estado ahí durante un largo rato
-Ahora me explico tu ropa deportiva. Fuiste a hacer una actividad durante todo el día. Supongo que tiene que ver con las artes escénicas por lo que me has contado- Demonios. Es tan astuto y tan observador. Además puedo apreciar que es atento
Además, de haber sabido que lo iba a ver nuevamente en este lugar me habría arreglado mejor para la ocasión. Mi ropa deportiva no era nada atractiva y comparado con lo que me puse para ir a la biblioteca; lo cual fue un suéter negro, unos jeans de mezclilla y mis tenis negros; lucía mejor en todos los aspectos. Las mallas deportivas acortaban mis piernas y me hacían ver más pequeña de lo que normalmente soy. Y me veo demasiado informal para ir a una biblioteca. Mi cabello suelto corto y rizado lo había cepillado y dejado que se secara al natural, para dejar mis rizos naturales verse. Pero no me gustaban como se veían hoy
- Sí. Justamente vengo de clases de teatro y cuando salí fue cuando decidí venirme para acá y mi estomago esta completamente vacío - Dije y solo vi como sus labios se elevaban esbozando una pequeña sonrisa- Será mejor que me vaya. Te veo en un rato más, supongo-
- Igualmente-Dijo, y fue cuando me decidí irme hacia las escaleras para subir a la cafetería comer el delicioso manjar que me habían traído. No sin antes volver a admirar la imagen de Andrew leyendo nuevamente su libro. No quiero volver a enamorarme, pero algo me dice que esto será diferente y único
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Destinos Encontrados
RomanceÉl era frío. Ella era cálida. Él era una persona ecuánime. Ella tenía muchos desequilibrios mentales. Él era reservado. Ella podía expresarse. Él era antipático. Ella era sociable. Él era un enorme amante de los libros. Ella era una enorme amante d...