Oh Sorpresa

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Estaba lista para promocionar la obra. Llevaba uno de mis mejores vestidos negros con detalles en color crema, y unos flats negros a conjunto. Me había maquillado y mi cabello tenía las puntas rizadas. Estaba afuera del salón preparando lo que iba a decir, lo repasaba una y otra vez en mi pequeña cabecita y tenía que actuar de una manera que la gente me pudiera hacer caso. Así que iba a actuar de manera formal y de manera informal. Así que tome el pómulo de la puerta y lo gire algo temblorosa y entre.

—Hola amigos. ¿Cómo es....—Mi cara se transformó en una de terror y sorpresa. Se supone que no iba a haber nadie aquí, que era clase libre. Y luego ¡BAM! La vida me sale con esto. Demonios, debo irme—Volveré mas tarde, creo que no llegue en un buen momento—Dije y estaba a punto de tomar el pómulo cuando

—¿Que era a lo que venía señorita Illinowski?—Su voz me atacó. Me ponía cada vez más débil cuando hablaba. Sentía que iba a desmayarme

—¿La conoce profesor Petkins?—Iba a morir, iba a desmayarme. Mis piernas me fallaban, y no podía moverme. Voy a necesitar una mandragora después de esto

—Sí, es una de mis alumnas—Dijo. Demonios, no quiero ni mirarlo de la vergüenza—Dígame, ¿a qué vino?—Solo voltee a ver la cara de Kaitlyn que me miraba curiosa y la fulminé con la mirada.

—Nada profesor. Yo ya me iba—Dije. Iba a salirme del salon, pero en el momento que abrí la puerta

—Lauren, esta mintiendo. Me dice a que vino o la reporto por interrumpir clase sin razón alguna—Demonios, es demasiado listo

Todo esto fue una patraña para que me diera cuenta que Andrew no solo es mi profesor. También es el de mi mejor amiga. De esta si no te salvas Kaitlyn.

—Bueno... Sólo quería invitarlos al musical Grease que se presentará los días 16, 17, 18 y 19 de diciembre. Si quieren información estaré en el salón de enseguida. Ya no molesto más—Todo lo dije sin procesar, nerviosa y tan rápido.

Estaba completamente en shock. Salí del salón tratando de respirar. Maldita hija de perra, la amo pero está no se la voy a perdonar tan fácilmente. Trato de calmar mi respiración, estoy demasiado exaltada con la sorpresa que me lleve. Necesito descansar. Sí, lo requiero bastante.

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—Bien. Hoy discutiremos el libro que su maestra pidió que leyeran antes de que se inhabilitara. ¿Alguien que quiera empezar?—Todos empezaron a esconderse. Nadie quería discutir el libro. Hasta que...

—Yo profesor—Su voz aguda me irrita. Tenía que ser ella, de nuevo

Era Hayley, una de las amigas de Selena. O como a mi me encanta llamarla, "La Zorra del Grupo". No había chico del salón con el cual ella no había salido, incluyendo de otros grupos. Era una cualquiera, y aunque todas las chicas tenemos derecho a salir con quien nos de la gana, ella era de lo peor. Se ha escuchado decir que nomas quiere sexo y ya. Por eso sale con un chico nuevo cada día, y no es por juzgarla. Pero a veces los chicos se ilusionan y ella se aprovecha de ello solamente para tener una noche de placer.

—Solo quiero decir que el libro es muy interesante. Simplemente se me hace algo muy loco y estupido el que quieran matar a un tipo porque le quito la virginidad a una chica que obvio no es una santa. Todo el mundo pierde la virginidad antes del matrimonio—Está tarada solamente tiene porquerias en la cabeza. Pero ahora mismo la pongo en su lugar

—Si hubieras leído el libro completo, cosa que dudo que hiciste, hubieras sabido que así era la ideología en ese entonces. Las mujeres solo podían tener relaciones sexuales con su futuro esposo, y si no era así, la mujer era tachada de vulgar. Leer no es solo memorizar la historia si no también comprenderla —Dije. Me había puesto de pie y la clase entera dirigía sus ojos hacia mi y hacía Hayley

—Nadie pidió tu opinion, pequeña ratita de laboratorio—Se acercó hacia mi. Nuestra distancia era considerable, pero fácilmente podía darle una bofetada—Eres tan patética que hasta pensaría que estás celosa de mi—

—¿Celosa de una zorra como tú?—Oí a todo el mundo asombrado con mi respuesta—Yo no necesito jugar con los sentimientos de nadie para tener un buen polvo—

—Por lo menos a mi sí me desean. No como a ti que solamente te tienen lastima. Si es cierto, no te tienen ni eso porque si así fuera, tu padre no te hubiera abandonado por una prostituta—En ese momento no aguante más y mi mano se estrelló contra su asquerosa cara.

Después mis manos abarcaron mechones de su cabello. La tire al suelo con el propio peso de mi cuerpo y en ese momento solo quería matarla. Pero sentí como alguien me separaba. Era Dove.

—Cálmate ya. No vale la pena—Mis lágrimas caían de mi rostro por el coraje y la ira contenida. No me gustan que me mencionen al irresponsable y al terrible de mi padre. Siempre me ha dolido que me recalquen que nos dejo por una mujer y unos hijos que no siquiera llevan su sangre y portan su apellido.

—Este tipo de comportamientos no los voy a tolerar. Illinowski, Molovich, tendrán que quedarse después de clase haciendo un trabajo extra sobre la discriminacion en el salón de clases—Las dos nos quedamos sorprendidas. No quería estar castigada y mucho menos con Andrew vigilando

—A mi no me puede castigar, ella inicio todo esto—Hayley grito. Demonios, mis tímpanos. Si su voz era aguda, gritando lo era todavía más y mis tímpanos no aguantarían más

—Yo creo que si. Tocar temas así de personales no es correcto. Muchos menos si se usan para lastimar. Las espero a la 1:30—Fue lo último que dijo Andrew.

De ahí empezamos a hacer un resumen del libro. Maldita Hayley, juro que está me la vas a pagar

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No creo que las personas se deban insultar unas a otras. Todos somos diferentes y aunque tenemos historias las cuales no tienen un bueno comienzo, no nos quita el hecho de que seamos seres humanos y que tengamos los mismos derechos. Y uno de ellos es ser respetado tal y como eres.

Bien, creo que mi ensayo no podía haber quedado mejor. Hayley ya se había ido, para su suerte. Pero su ensayo era uno para ir a la basura. Me dirijo al escritorio donde está sentado Andrew y le doy el ensayo en su mano

—Hasta luego, profesor Petkins—Dije y en el momento en el que iba a levantar mis cosas para irme....

—No creo que seas una chica mala, simplemente la ira te ataco y explotaste en ese momento—Dijo y sonreí sarcásticamente

—Sí hubieras comprendido eso desde el primer momento, no hubiera habido tazón de castigarme ¿No lo crees?—Dije acercándome a él a una distancia considerable

—No creo que sea buena idea que me retes Lauren. Conmigo solamente tienes las de perder—Dijo cortando aún más la distancia entre nosotros

—Eso lo veré con mis propios ojos. No sabes realmente de lo que soy capaz—En el instante que dije eso me atrapó en la pared.

Nuestra distancia era demasiado corta.
Demonios, estaba perdida y el sabía perfectamente que el ganaría esta batalla

—Niña, tú no sabes lo que yo puedo hacer. Podría romperte en dos—¿Romperme en dos? ¿A que se refería con eso?

—No creo que tengas la fuerza de voluntad suficiente como para hacerlo. ¿No crees?—Dije mirándolo fijamente a los ojos.

¿Querías guerra? Aquí la tienes

—Ponme a prueba—Dijo. Este tipo de voz es la que me pone nerviosa.

Demonios Andrew, sabes cómo entrar a los más profundo de mi y destrozarme en muy pocos segundos.
Sentí como acortaba la distancia entre nosotros. Sentía que... Me iba a besar. Ahora si, pero tenia tanto miedo, el me causaba miedo. Mi cuerpo se puso rígido, cerré los ojos con mucha fuerza, cuando pasaron segundos y nada. La rigidez que tenia desapareció y fui poniéndome más sensible, abrí los ojos, ví y sentí como su cercanía se volvía distante.

—Te veré mañana—Dijo y se alejó.

Recogí mis cosas para, ahora sí, salir del salón. Mi teléfono suena y es el número de mi madre. ¿Que querrá?

Destinos EncontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora