—¿En una mansión? ¿Acaso alguien es millonario o que?—Dijo mi madre mientras servía el pastel de carne en los platos.
—Si. Es que uno de los amigos de Kaitlyn pues es digamos que tiene el dinero suficiente como para comprar a una ciudad entera, de hecho su padre es dueño de varias empresas de aquí de la ciudad y de fuera—Mentí. En realidad no sabía ni que era la vida del amigo de Andrew.
Si no le decía que se trataba de Kaitlyn, o de alguna otra amiga, cómo Molly, o Rebekah o las demás, jamás de daría oportunidad de ir. Obviamente por mi seguridad no me dejaría ir con un chico que es 8 años mayor que yo, al que apenas y acabo de conocer.
—Ya veo. Pero digo, la escuela en donde estudian las dos es una escuela económica comparada con la Preparatoria Nacional de Manchester, la cual sabes que cuesta 2.500 euros cada mes—Dijo.
A esa escuela quería entrar yo por las clases particulares de teatro que daban ahí. Incluso el maestro Jacob de canto que daba en mi escuela de teatro, daba teatro ahí y también canto, y fácilmente podría hacer obras ahí, pero por el precio y la distancia no me dejo
—Sabiendo que tiene todo el dinero que se pueda obtener fácilmente pudo haber entrado ahí sin necesidad de una beca—Dijo.
La verdad es que eso es cierto, ser rico tiene sus beneficios pero eso no te hace tener la vida comprada. Además, soy firme a la idea que todo se logra si trabajas en ello. Por eso yo odiaría tener cosas como sugar daddies o cosas así. Simplemente esas ideas son asquerosas
—Bueno, no se porque se habrá metido ahi, tal vez por sus amigos, pero ese no es el punto mamá. El punto es que quiero permiso para ir el viernes saliendo de teatro. Simplemente iré a teatro ya maquillada y peinada y ya cuando sea hora de salir pues me cambio rápido—Su cara expresaba duda pero después de un momento tomo un profundo respiro y dijo
—De acuerdo—Yo grite de emoción y abrace a mi mamá pero luego me quito de encima porque tenía el sartén en la mano—Si quieres llama a Kaitlyn y le damos un aventón a la fiesta—Oh Dios no. Piensa en algo Lauren, piensa en algo
—Kaitlyn ya tiene quien la lleve, no te preocupes—Dije. Espero salvarme de esta, que se la crea por favor
—Ya veo—Dijo y su cara expresó duda de nuevo—Entonces solo te llevare a ti—Dijo y solté un suspiro pequeño. De la que me salve. Mi corazón latía a 1000 por hora—¿Ya tienes la dirección?
—No. Kaitlyn se encargara de mandármela en la semana. Pero no te preocupes, me la enviará el miércoles o el jueves—Dicho esto me pide que llame a mi hermano a comer.
Quiero que todo esto salga bien, nada puede fallar. Amo mucho a mi madre y odio las mentiras, pero hay veces en las que las mentiras son necesarias. Pero después de esto, no volveré a hacer una locura así.
*********
—Amigas, ¿no me veo muy gorda con esto? ¿Seguras de que me veo bien?—Veo como Rebekah se levanta de la silla que está en el baño y se acerca a mi, y lo único que siento es su mano estrellarse a mi cara. Grito de dolor—¿PARA QUE CARAJOS FUE ESO REBEKAH?
—Ya deja de decir que estás gorda o que te ves gorda. Estas perfectamente bien. Estas jodidamente delgada—dijo gritando al igual que yo
—No tienes que gritar. No es necesario que te enojes. Además ya me arruinaste el maquillaje—Volví a tomar mi bolso de maquillaje y retocarme el iluminador y el rubor.
—¿Sabes? No necesitas tanto maquillaje. Tienes un hermoso rostro y con solo un poco de maquillaje quedas perfecta—La voz de Diana se oía desde el otro lado del baño.
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Destinos Encontrados
RomanceÉl era frío. Ella era cálida. Él era una persona ecuánime. Ella tenía muchos desequilibrios mentales. Él era reservado. Ella podía expresarse. Él era antipático. Ella era sociable. Él era un enorme amante de los libros. Ella era una enorme amante d...