—¿Cómo me encontraste?—Dije mientras me sentaba en la orilla de la cama. Vi como Andrew seguía recargado en el umbral de la puerta
—Sabría que no conocerías la forma de llegar al baño, y supuse que entrarías en la primera habitación que encontraras. Y aquí estás—Dicho esto se sentó al lado mío, y entonces empezó a acariciar mi pierna
¿Qué demonios? No quería quitarla, porque aparte de verme irrespetuosa me gustaba la sensación. No quería que la apartara para nada. Se sentía tan bien, pero también es raro que haga esto. Demasiado la verdad
—Lamento lo qué pasó allá abajo. Debí advertírtelo. A veces pueden llegar a ser así—Me dijo y yo acaricié la mano que tenía posada en mi pierna
—No te preocupes. Creo que a pesar de ser muy entrometidos, son gente amable, divertida y algo extrovertida—Dije y reí mientras seguía acariciando la mano de Andrew.
No me había dado cuenta de lo que estaba haciendo hasta que sentí como su piel era más suave de lo que imaginé. El apartó su mano y yo me recargue con mis palmas en el colchón de la cama, cubierta por sábanas de seda
—¿Has venido varías veces aquí, cierto?—Dije mientras me recostaba. Con el me sentía segura y bien en todos y cada uno de los aspectos que había
—Un par de veces, pero casi siempre es lo mismo. Las cosas se salen de control en este tipo de situaciones y prefiero evadirlas. Por eso no quería venir a menos de que tuviera a alguien a quien no le gustara el descontrol y además, tenía que ser alguien en quien podía confiar—Lo que dijo me dejó impresionada. ¿Me tiene confianza? Pero si solamente hemos hablado tres veces en la vida
—¿Por qué confiarías en mi si no conoces nada de mi y yo no conozco nada de ti?—Dije, mi tono sonaba curioso y algo inquietante. Pero de verdad quería una respuesta. Es demasiado misterioso
—Porque fuiste la única persona correcta—Veo como el se acuesta junto a mi en la cama. Mantenemos distancia entre los dos pero un ambiente raro se forma. Como cuando te sientes nervioso pero a la vez emocionado y tranquilo. Como si estuviera de nuevo en un escenario—No tengo amigos además de las personas acá. Soy una persona muy fría a la cual no le gusta mucho estar con las personas. Casi nunca salgo de casa y prefiero pasar todo mi tiempo hundido en la soledad. Pero al conocerte, me dije a mi mismo que quizá tener una amiga y convivir más con el exterior no me afectarían en lo absoluto—Dijo, si voz se oía más cálida y me ponía indefensa. Este hombre sabía como ponerme de esta manera
—¿Y de quién es la casa?—Dije cambiando el tema radicalmente
—Es de Emily y Jason. Me da gusto que sus padres ahora estén demasiado estables. Ya sufrieron bastante los dos—Dijo, y me volví a incorporar de la cama, pero hago con una expresión de sorpresa y confusión marcada en mi rostro
—¿A qué te refieres con eso, Andrew?—Sigue acostado y solamente voltea si cabeza hacia mi
—Son de Venezuela. Y como sabrás, la situación allá es peor de lo que te imaginas. Sus padres con mucho esfuerzo y sacrificio salieron del país por mejores oportunidades. Primero se fueron a Mexico, luego a Estados Unidos hasta que aquí pudieron lograr establecerse. Me alegra mucho por ellos que pudieran iniciar una nueva vida, y una mejor de la que creyeron—Dijo. Su rostro era tan sereno, a veces me daban ganas de acariciarlo con mis tímidas manos a ver qué se sentía. Y ahora si no me da miedo pensar estas cosas.
—Me da mucho gusto que hayan iniciado de nuevo. Cuando pienso en la gente de Venezuela, a veces pienso que mis problemas no son tan graves los de ellos—Digo y vuelvo a recostarme junto con el
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Destinos Encontrados
RomanceÉl era frío. Ella era cálida. Él era una persona ecuánime. Ella tenía muchos desequilibrios mentales. Él era reservado. Ella podía expresarse. Él era antipático. Ella era sociable. Él era un enorme amante de los libros. Ella era una enorme amante d...