Sus labios se movían expertos y me hacían ver como una principiante. Aún había mantenido los ojos abiertos por la sorpresa. El sintió que no reaccionaba y se separó de mi
—Perdón. No debí hacerlo, pero es que no podía resistirme más—Dijo. Sus palabras causaron un pinchazo en mi estómago. ¿Es que a Caso me estoy volviendo loca?
No se que fue lo que me impulso a hacerlo ni cómo fue que saque el valor de hacerlo pero volví a besar a Damien, pero esta vez como era debido. Puso sus manos en mi rostro, donde estaban los huesos de mi mandíbula, acariciando lentamente mis pómulos y masajeando pedazos de mi cuero cabelludo y de mi oreja. Me acerque más hacia el para acortar la poca distancia que había entre nosotros y acaricié su cabello.
—Demonios, no hagan eso en mi auto—La voz del chico que estaba a mi lado retumbó en mis oídos. Mire a Damien algo roja de la vergüenza que sentía en estos momentos—Viéndolos de esa manera, uno pensaría que irán a follar—Me puse aún más roja de lo que ya estaba
—Cállate Scott. Tú follas con cualquier chica que te encuentras por ahí—Damien dijo y yo reí.
En todo el camino estuve recargando mi cabeza en el regazo de Damien mientras el de vez en cuando besaba mi cabeza o acariciaba mi hombro lentamente. Parecíamos novios pero no lo éramos, aunque nos habíamos besado. Oh por Dios. Bese a Damien sabiendo que también tengo sentimientos por Andrew. No, esto no me puede estar pasando a mi. No puedo vivir como si estuviera en una comedia romántica. Demonios, ya no se que voy a hacer.
Habíamos llegado al destino, el cual no era más que un terreno baldío con maleza, el cual me recordaba mucho a los desiertos de Mexico. Soy mitad mexicana por parte de mi padre, y por tanto he ido allá varias veces. Se español gracias a él, pero fue muy difícil para el aprender inglés. Casi nunca lo hablaba y siempre tenía que hablar español en la casa. Mi mamá tenía suerte de poder tener sangre mexicana también. Pero bueno, debería olvidar eso por ahora.
Sentí la mano de Damien alrededor de mi muñeca cuando bajamos del auto. Lo mire extrañada de que hiciera eso.
—Perdón. No quería incomodarte—Dijo y yo reí nerviosa
—No lo hiciste, solamente fue la sorpresa—Dije y olvidando mi miedo, tomé su mano—Espero eso no te incomode—Dije y sonreí
—En absoluto no—Su sonrisa hizo que mi corazón se engrandeciera.
Nos sentamos alrededor de una fogata ¿Esto ya estaba planeado desde el principio? No lo sé, solamente sé que el ambiente es agradable y aunque no conozco a nadie aquí más que a Damien, no puedo negar que me gusta. Encendieron la leña y el fuego calentó mis manos las cuales se habían puesto rojas por el frío que hacía. Estábamos a finales de octubre, así que estábamos en otoño, pero hacía muchísimo frío que parecía que ya estábamos en invierno. Suerte que traigo mis medias negras gruesas. Damien se sentó al lado de mi y me abrazó por los hombros. No dejaba de darme besos en la mejilla inesperados y cada que lo hacía se sonrojaba.
—Bueno Damien, ¿Quieres la revancha?—Dijo uno de los chicos los cuales se había puesto de pie alejados del fuego
—¿Qué nos ves que ahora estoy ocupado, idiota?—Dijo señalándome.
Sabía que lo decía de broma pero no pude evitar reír. A veces puedo conocer mejor el comportamiento de una persona sin haberla conocido previamente. Esto gracias a la observación
—Ay vamos, haz que tu chica quede impresionada con lo que vas a hacer—Me sonroje ante lo que dijo.
La verdad me daba pena decir que no somos novios. De hecho, es raro que me esté portando así con el. Pero desde que me ayudo con Selena me hizo sentir algo especial, como si pudiera sentir que estoy a salvo con el. Solo que no quería aceptarlo porque yo ya siento algo por Andrew. Demonios, no debi hacer esto.
ESTÁS LEYENDO
Destinos Encontrados
RomansaÉl era frío. Ella era cálida. Él era una persona ecuánime. Ella tenía muchos desequilibrios mentales. Él era reservado. Ella podía expresarse. Él era antipático. Ella era sociable. Él era un enorme amante de los libros. Ella era una enorme amante d...