Destinos Encontrados

Pégame Duro

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—Esto es lo que haremos. Bajare tus medias negras y empezare a nalguearte hasta que ya no aguantes más—Dijo en mi oído de una forma caliente.

Dios, por favor. Quiero ese castigo. Lo requiero, lo necesito. Mi cuerpo lo implora. Siento ese calor en mis venas, en mi cuerpo, en mi estómago y en mi zona más íntima

—Hazlo por favor—Dije en un tono Tan necesitado como yo

—Procura no gritar mucho—Dijo.

Sentí como solo con una mano bajaba lentamente mis medias negras. Suerte que hoy me había puesto falda en lugar de pantalón. Las había bajado a la altura de mis rodillas, sin soltar mis manos. Sentía como mis bragas negras estaban al descubierto y me sentía tan expuesta.

—Demonios. Lauren, verte de esta manera me excita bastante. Te ves tan exquisita que no aguanto las ganas de querer follarte Justo aquí—Dijo. Oficialmente mis bragas se acaban de mojar

Se pego aún más a mi donde su erección se hacía cada vez más notable. Dios, con su dureza en mi trasero a mi también me provoca mucho que Andrew me quiera follar en este momento. Siento como baja mis bragas aún con mis manos atrapadas en la suya. Y ahora si, me siento muy expuesta. Se detiene en donde había bajado mis medias, y siento como se vuelve a levantar

—Créeme. Esto te va a doler mucho—Dicho esto, con su mano derecha me pega.

Quiero gritar, pero recordando i se va con dirección a la puerta.

¡Mierda! Me había bajado las medias y las bragas, me había nalgueado ¿y apenas va a ponerle seguro a la puerta?

—Perdóname pero me distraje cuando me calentaste—Me levanto indignada y algo enojada del lugar

—¿Ahora es mi culpa verdad? Yo no tengo la culpa de que...—Me vuelve a tirar de espaldas hacia la mesa

—Pequeña. Ahora estás bajo mi control y mis órdenes. Y te ordeno a que no hables por el momento. Solo cuando te lo pida—Dice.

De esta manera me pone indefensa y a veces puede llegar a asustarme un poco, pero me encanta cuando se porta de esta manera, demandante y muy caliente.

—Creo que esta vez intentaré algo nuevo contigo—Dijo. Su voz estaba muy ronca y se escuchaba muy caliente

—Dijiste que nunca habías tenido novia—Dije algo extrañada

—Nunca la he tenido. Pero siempre he querido hacer esto. No por ser casto significa que no haya perversion en mi ser. Además hablaste sin mi consentimiento y eso tiene su consecuencia—De repente sentí como su lengua se paseaba por mi trasero

Oh Dios. Se sentía tan bien. Se movía estratégicamente en el. Trazaba pequeños círculos con su lengua. Acariciaba con su mano para luego besarme y morder mi trasero al mismo tiempo. Estaba gimiendo, aunque no en voz alta como a mi me hubiera gustado, pero era inevitable cuando Andrew seguía mordiendo con sus ávidos dientes mi enorme trasero. Demonios, ahora se porque todos aman tener relaciones sexuales. Este tipo de tortura es increíble. Y cuando sentí que había acabado, sentí su mano azotarme una vez más. Quise gritar pero solo emití un gemido pequeño. Estás en la escuela Lauren. Recuérdalo. Y otra vez su mano me azotaba. Oh Dios, se siente bien