Teatro y Dramas: Dos cosas que van de la mano

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Ya por fin era viernes. El día que más adoraba de la semana. El día en que todos mis problemas se iban y veía a mis verdaderos y grandes amigos. El día en que me convertía en otra persona por un momento, el día en que cantaba con todos mis sentimientos, y el día que expresaba mis emociones con solo mis movimientos corporales.

Iba a teatro musical, y desde hace 4 años ya tengo decidido que quiero irme a estudiar teatro. Pero muchas personas de mi familia se oponen y quiere que estudie otra carrera que no sea esa, ya que según esto no me traerá bienes económicos y viviré en la calle por no conseguir trabajo. La misma pelea de siempre.

Deje de lado eso, cuando mi mente se concentro en el sueño que tuve. ¿Cómo es posible que apenas lo vi y ya estaba soñando con el? ¿Y por qué demonios había soñado que me besaba? Si, admitía que el muchacho estaba guapo. Pero no es suficiente motivo como para soñar que me besaba. Además me ponía nerviosa e indefensa. Tal vez ha de ser porque con los chicos siempre me ponía nerviosa porque siempre tenía el miedo de quedar en ridículo.

Era receso, y quería visitar a Kaitlyn. Pero antes de eso, a note el sueño que había tenido con toda los detalles. Desde sus toques en la mejilla hasta el beso en mis labios. Y si, tengo que decir  que besaba bien. Después de anotar mi sueño guardo el diario en mi mochila y me dirijo al salón donde está Kaitlyn.

Mi salón queda cerca de donde están las "escaleras secretas" ya que están en la obscuridad y casi nadie las usa. Tengo que caminar un poco por el pasillo que está antes de la esquinas de las escaleras. Camino como 7 pasos por el pasillo hasta dar con la primera puerta roja donde está Kaitlyn. Y para mi mayor desgracia, mi ex-novio Colton. Tomé la manija, giré y abrí la puerta encontrándome con el radiante rostro de mi amiga

—Hola, hola, hola—fue lo que alcancé a decir antes de que Kaitlyn se abalanzara a mi. Ella no es mucho de demostrar cariño, pero lo hacia en momentos especiales. Hasta que siento un golpe en mi cabeza. Si, ahi está la Kaitlyn que conozco perfectamente

—Estúpida, ya te habías tardado—me dijo con un tono tajante y algo molesto, pero es de broma, la conozco

—Perdón, me quedé haciendo unos asuntos de la escuela—mentí. Aunque es mi mejor amiga, todavía no estaba lista para contarle lo del sueño y lo de Andrew

Me senté en uno de los lugares, junto a lo que creo es la mesa de trabajo de Kaitlyn, ya que ahí estaban varias de sus cosas. Estábamos platicando de cosas sin sentido y de cómo su mejor amigo siempre metía la pata en todo lo que hacía hasta que siento una mano en mi hombro.

—Disculpa, estás en mi lugar, donde están mis pertenencias. Así que si me haces el favor de quitarte—era una chica de la edad de Kaitlyn, con el cabello pardo cenizo, blanca, más alta que yo, con labios gruesos.

Juro que estaba a punto de jalarle el cabello y estrellarla contra el mesabanco, pero me contuve. Normalmente tengo una conducta agresiva pasiva, ya que solo tenía los pensamientos agresivos, pero jamás lo hacia. A excepción de lo qué pasó con Selena.

—A ver estupida, ella tiene el derecho de estar aquí, porque es una escuela con libertad. Y ella puede sentarse donde se le dé la maldita gana. Así que tú y tus piernas descubiertas por esa minifalda que traes pueden ir a coger una silla, y sentarte ahí en lo que llega el profesor—dijo. Vaya Kaitlyn, te mereces un premio, por eso la respeto mucho.

Porque ella si tiene la valentía de enfrentarse a las personas. No como yo, que soy una cobarde. Veo que la chica como se va toda molesta e indignada. Pero en eso veo cómo entra la persona que no quiero ver. Si, mi ex.

—Ve a quien tenemos aquí. La pequeña molesta Lauren—Toma mi barbilla a modo de burla y me remuevo con fuerza. No quiero que me toque

—Colton. Ya te lo he dicho, déjame en paz o prometo golpearte la cara contra la pared—le dije en lo que mis manos se hacían puños

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