—¿En serio me trajiste hasta acá?—Dije algo exaltada. Mis sospechas se hicieron reales, me llevo a la librería a la cual no quería llegar por una sola razón: Andrew. En todo el día no he dejado de pensar en el y mi cabeza se está haciendo un huracán de pensamientos en donde el predomina bastante. Creo que me está empezando a gustar y yo no quiero eso
—¿Qué tiene? Aquí está la más grande variedad de libros y es el lugar que me quedo más cerca. Así que, ¿cuál es el problema? Porque según esto, estamos aquí por cosas de la escuela—Dice mi madre y voltea a verme con una cara acusadora
—Olvídalo madre, no hay ningún problema. Si quieres puedes esperarme en lo que voy a comprar el libro—Dije y salí del auto y me dirigí a la puerta principal.
En lo momento en que abrí la puerta y puse mi pie derecho en el establecimiento, los recuerdos con Andrew me atacaron. Eran dulces recuerdos hermosos que se quedarían grabados en mi memoria por mucho tiempo, o quizás para siempre. Pero al instante recordé la razón por la cual estoy aquí, así que decidí ir al mostrador para preguntarle al encargado sobre el libro que requiero pero, cómo pasó la tarde en la que conocí a Andrew, el tipo no estaba.
Genial, tendré que buscar el libro por mi cuenta, y de seguro me volveré a perder, otra vez.Fui hacia los sillones para buscar a Andrew para pedirle algo de ayuda, pero la sorpresa fue mía al encontrarlo sentado junto a una chica pelirroja más o menos de su edad con perforaciones, lentes negros y unos ojos azules hermosos, portaba ropa gótica que resaltaba su tez blanca como la nieve. Los dos se reían y disfrutaban de la compañía del otro, por lo que podía apreciar y eso en cierto modo u otro me causó algo de celos. La chica se levantó del sofá donde estaba también sentado Andrew.
—Bueno, me tengo que ir. Me están esperando. Y de nuevo, muchas gracias por tu ayuda y por tus consejos—Dijo y empezó a caminar hacia donde estaba yo
—Y recuerda no tocar el libro prohibido ni acercártele a una distancia menor a los 5 metros—Fue lo que Andrew dijo antes de que los dos rieran y la chica fuera escaleras arriba. Y al parecer Andrew noto mi presencia y sonrió, aunque era una risa un poco más fría—Lauren ¿Qué te trae por aquí?—Fue lo que dijo antes de que se moviera un poco, algo así como darme permiso para que me sentara
—Nada en especial, solamente vine a comprar un libro para mi—Haciendo énfasis en las dos ultimas palabras, ya que la vez que me vio comprando un libro que era para mi hermano. A decir verdad, fue algo vergonzoso—Y no, no es el libro que tú piensas que es, sino que es uno diferente. Se llama "Crónica de una Muerte Anunciada"—
—¿Gabriel García Márquez? Me sorprenden tus gustos. Muchas personas de tu edad no aprecian el arte de la literatura—Dijo mientras sacaba un libro de su maletín. Apuesto a que acaba de salir de su trabajo
—Bueno, la verdad es que me lo pidieron en la escuela, pero no me molestaría en leerlo—Una de sus cejas se alzó y una risa a modo de burla se dibujó en sus labios—Oye, no es por entrometerme en cosas que no son asunto mío, pero te vi hablar con la chica que acaba de salir
—¿Steph?—Así que era su nombre—Me pidió ayuda con unos trabajos de literatura, no entendía varias cosas y simplemente le ayude y le di consejos para la próxima—Dijo y yo me recargue en el sillón
—Vaya, un amante de la literatura ayudando a una chica con dudas de ese tema—Voltee hacia el techo ligeramente
—Es más que eso—Su voz atacó a mis oídos—Soy maestro de literatura—Dijo y voltee sorprendida. Este hombre no dejaba de asombrarme
—¿En serio? Eso no lo sabía—Dije y volteé a otra dirección
—Estudie literatura por 4 años y empecé a dar clases. Pero después empecé a trabajar en donde trabajo ahora—Dijo y volvió su mirada al libro
—Ya veo. Perdona mi curiosidad, pero ¿Es tu novia? Digo, es muy bonita y al parecer agradable—No se porque me dio un ataque de celos repentinos y solo oí una pequeña risa salir de él
—Claro que no. Ella simplemente es amiga mía desde hace 3 años. Conocemos mucho del otro y nos tenemos confianza. Tanta que incluso me presento a su novio hace 6 meses atrás—Entonces tiene novia, al menos mi alma se aliviaba un poco con esa noticia, al menos mantengo las esperanzas de que podríamos estar juntos. Pero capaz no siente lo mismo y capaz la diferencia de edad sea un impedimento. Mejor me olvido de estar con de una vez
—Ya veo—Sonrió falsamente. Me reprimo las ganas de llorar porque la razón por la que quiero sacar mis lagrimas está dentro de mi cabeza y no quiero que piense mal de mi por llorar sin ninguna razón en un lugar público—¿Puedo preguntarte algo?—Digo y voltea hacia mi recargando su cuerpo hacia el costado derecho para verme
—Adelante—dijo y lamí mis labios para empezar a hablar
—¿Qué es eso de lo del libro prohibido?—Dije. La verdad, eso me dio mucha curiosidad. Me imaginaba imágenes de un libro que ella tenía prohibido leer o un libro erótico, lo cual el "sexo" era lo prohibido
—Es algo curioso. Ella apostó con su novio a que no leería por un mes su libro favorito de terror. Hicieron la apuesta y al parecer ya lleva dos semanas sin leerlo. Me sorprende la fuerza de voluntad que tiene—Dijo y río
—Ya veo—Reí algo nerviosa—Yo pensé que no tenías tantas amistades, ya que veo que eres algo antisocial—Me voltea a ver, y suelta una risa. Y la verdad que su risa me agrada, ademas la manera en que sonríe es única, cuando sonríe se ve tierno y hermoso
—Lo soy. De hecho, prefiero a la soledad a estar rodeado con gente, sinceramente—Dijo y lo mire curiosa y sorprendida
—Me sorprendes con cada cosa que dices. Tú vida literalmente es un misterio que solamente se un 15 por ciento de ella o quizá menos—Dije. Andrew volteaba la mirada hacia mi con una pequeña sonrisa en su rostro
—Algún día sabrás más de ella. Solamente es cuestión de tener paciencia—Dijo cuando sentí que la puerta de la librería se abría y entonces
—Lauren ¿Donde estás?—Dios, mi madre entro al establecimiento
Le dije a Andrew un "Me tengo que ir" Tan rápido que no se podía entender con claridad y me dirigí a mi madre. Por suerte, no ha logrado ver que estaba con Andrew. No debe de enterarse de mi amistad con Andrew o se volverá loca.
ESTÁS LEYENDO
Destinos Encontrados
RomanceÉl era frío. Ella era cálida. Él era una persona ecuánime. Ella tenía muchos desequilibrios mentales. Él era reservado. Ella podía expresarse. Él era antipático. Ella era sociable. Él era un enorme amante de los libros. Ella era una enorme amante d...