Vi su rostro, su cabello café claro, sus ojos color avellana, su tez clara, y su altura de 1.71 metros. Hubiera corrido hacia mi casa ¿Por qué me lo tenía que encontrar hoy cuando quería paz?
—Hola Lucas—dije mientras me levantaba del suelo. Cuando había dado el manotazo había perdido el equilibrio y caí al suelo—¿Cómo estás?—Dije en lo que me sacudía toda la tierra de la sudadera y del pantalón
—Bien. La verdad me ha estado yendo bien. Pero igual nos vemos en la escuela de teatro, nos vimos ayer y no hay nada que contar—dice mientras sigue recargado en la banca
—Nos vemos pero jamás hablamos porque yo estoy en un grupo de amigos y tú estás en otro grupo de amigos—dije volviéndome a sentar. Veo que se levanta y se sienta a mi lado.
—¿Que haces aquí?—preguntó
—Lo mismo pregunto yo. Vives en la otra sección por lo que se—dije
—¿Y tú cómo lo sabes? De seguro lo supiste cuando estabas enamorada de mi—dijo y sentí que mis mejillas se ponían rojas. No sé si por la vergüenza o por el coraje
—Pues eso no te concierne a ti. Además, la maestra de danza me había dicho una vez—mentí. Realmente una amiga de ahí me dijo. La chica se llamaba Lisa y éramos muy unidas, ahora no tanto pero seguimos siendo amigas
—Ya veo. ¿Y que viniste a hacer aquí?—Dijo mientras tomaba un gran sorbo a mi botella. Estaba agotada y sedienta
—Vine a correr. Aunque no parezca si me cuido bastante—Dije algo molesta. Los recuerdos de el rechazándome y hablando mal a mis espaldas se hacen presentes
—Tranquila. No te estoy diciendo nada—Lucas soltó una risa
—¿Y tú a qué vienes?—Dije
—Mis padres me mandaron a comprar unas cosas. Y te vi y decidí hablarte—dijo. Mi sonrisa hacia una pequeña sonrisa incomoda
—¿Después de mucho tiempo verdad? En la escuela de teatro me ignoras lo más que puedas—dije. Mi voz sonaba molesta y vaya que estaba molesta
—Perdón si te ignoro. Pero es que estoy con otra gente—dijo y yo me levanté de la banca
—No. Yo te conozco perfecto que yo sé que no quieres acercarte a mi porque sabes que sufrirás burlas porque estuve enamorada de ti por casi 6 años—dije y el se levanto cortando la distancia que había entre nosotros
—Yo no entiendo como te enamoraste de mi. Pero de igual manera, jamás entendiste que no me gustabas—dijo. Mi corazón se hacía añicos con solo oír eso. Quería hacer las pases con el. Pero eso jamás funcionará
—¿Y por eso empezaste a hablar mal de mi a mis espaldas? ¿Empezaste a decir que yo te gustaba para que me molestaran? ¿Hiciste que te contara mi trastorno para que me siguieras llamando loca? Admite tus errores. Yo también me equivoqué, pero yo si quería por lo menos ser tú amiga y arreglarme contigo. Pero ahora veo que ya no—Tomé mis cosas de la banca y solamente dije—Me voy a casa. Se hace tarde—
Salí del parque caminando pero tenía tantas ganas de correr. Las lágrimas salían de mis ojos y no podía retenerlas. Me hizo mucho daño. Incluyendo la vez que tuvimos mensajes sexuales una vez, ahí descubrí que no quería compromiso, que fue como una noche loca. Simplemente sexo y al final de la noche, se olvida de ti. Gracias a Dios no le envié mis nudes.
Entre al garage, limpié mis lágrimas con mi sudadera, aún sigo un poco húmeda de la cara. Pero han estado cayendo unas pocas gotas del cielo, así que podría decirle a mi madre que me he mojado con las gotas de lluvia.
Entré a casa, el apetito se me había ido por completo. Comeré más tarde, no estoy de humor, además, siempre he comido bien, así que se cuidarme; aunque bueno hace unos años había tenido ideas para volverme anoréxica o bulímica, ya que siempre decía que estaba gorda, ya que no estaba igual de delgada que mis compañeras y comía bastante. Aunque siempre hacía ejercicio.
Decidí escribir en mi diario todo lo que viví con el idiota de Lucas. De cómo le dije lo que sentía y como fue que terminé llorando de nuevo por el. Pero me prometí que no volvería a llorar por el, ya que mis lágrimas son mucho más valiosas como para gastarlas en idiotas como el. Y ahora que lo pienso, podría también escribir los sueños eróticos que he tenido con Andrew. Digo, así podría poner en orden las ideas de mi mente y que demonios es lo que me está pasando.
Pero esta vez tendré cuidado. Si Selena llega a leer esto, será mi fin y no sabré qué hacer. Mi diario tiene un seguimiento, lógicamente de todos los días en los que he escrito en el. Para mantener oculto este secreto, decidí escribirlo en unas páginas las cuales estarán apartadas de lo que he escrito en los últimos meses. Y así fue como lo hice, de hecho, eso mismo hice con el sueño del beso, lo a note aparte para que no volviera a pasar lo de Selena, y los dos otros sueños de la biblioteca los a note junto a ese.
*******
—Lauren, eres una idiota ¿Cómo se te ocurre si quiera hablarle a ese idiota?—La voz de Kaitlyn suena en mi cabeza. Probablemente porque está aquí a mi lado.
Me tapo la cara con las manos de la vergüenza y de la pena. Le había prometido no hablarle, y ya le expliqué mil veces que el me habló primero y que solamente fui cordial. Estábamos en receso, había ido a su salón, ya que quería hablar de todo lo que me había pasado esta semana, menos lo del sueño y lo de Andrew, no sé cómo se lo vaya a tomar. Tal vez no de una manera agradable
—Kaitlyn, ¿Querías que lo dejará ahí y que yo corriera de el como idiota? No, se vería mal y además seguiría pensando que soy la misma loca de hace años—dije mientras jugaba con el cordón de mi diario
—Hubiera preferido que hubiera dicho hola y adiós. Pero lo bueno es que ya por fin le dijiste lo que tenías que decir. Así que no más rencores— Dije y yo sonreí algo falsamente porque no estaba del todo feliz.
Tal vez si, ya no más rencores. Pero veámoslo así, verlo en mi escuela de teatro es incómodo. Además me hace recordar los momentos en los que me tenia a sus pies. Como lo miraba, cómo sonreía al verlo, todo. No es fácil olvidar a tu primer amor, y jamás lo será
—Si quieres puedes leer mi diario, ahí tengo anotado todo lo qué pasó—Dije y le di el cuaderno negro en donde todas mis vivencias estaban contadas desde mi punto de vista y mi perspectiva que tengo sobre la vida.
Estaba a punto de ponerme los audífonos y dejar que la música de Set It Off volviera a inundar mis oídos como siempre. Su música me relaja, además esperaría a que Kaitlyn leyera sin interrupciones. Todo esto hubiera pasado si no.......
—¡¿PERO QUE CARAJOS ES ESTO!?—Me asome para ver lo que estaba leyendo ya que no sabía de que se trataba. Hasta que se acerco a mi oído y susurro—"Sus manos, gélidas y enormes, tocaban y apretaban mis pechos que aún estaban cubiertos por el sostén sin parar"—En cuánto oí eso mi rostro palideció por completo. Tierra, trágame ya.
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Destinos Encontrados
RomanceÉl era frío. Ella era cálida. Él era una persona ecuánime. Ella tenía muchos desequilibrios mentales. Él era reservado. Ella podía expresarse. Él era antipático. Ella era sociable. Él era un enorme amante de los libros. Ella era una enorme amante d...