XIX

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-¿Ya se durmió? —Me preguntó Xavier cuando me acosté en la cama junto a él. Me abrazó para quedar "de cucharita"
-Si, despertará en cuatro horas cuando tenga que volver a comer.
-¿Tu mamá a que hora llega?
-Como a las 11 o 12.
-Bueno, todavía podemos dormir juntos un poco más. —Dormimos tranquilos hasta que alguien tocó la puerta, se supone que estábamos solos.
-¿Quien?
-Soy Jos, ¿podemos hablar?
-Espera un minuto. —Le pedí. Me levanté y comencé a vestirme con ropa ya para salir, era muy tarde. Lavé mi cara y me até el cabello en una coleta alta, puse labial en mis labios y finalice con unos zapatos altos. Busqué todos los empaques de condones que había en la habitación, los tiré al bote de basura del baño, puse una toalla femenina sobre ellos para ocultarlos. Encendí un cigarrillo y dejé que el humo estuviera en la habitación, abrí la ventana y puse aromatizante de ambiente en spray, era mejor que oliera a cigarrillo que a sexo. Xavier era de sueño pesado, así que no me preocupé tanto por el ruido. Abrí, salí y cerré de inmediato.
-Hola. —Lo saludé cortante.
-Hola, ¿estas sola?
-¿Como entraste? —Le cambié la pregunta.
-Me abrió tu mamá.
-Ahí está tu respuesta, estoy con mi mamá. —¿Ya había llegado?
-Usaron la habitación de tu hermano. —Mierda, se dieron cuenta, debía mentir.
-Un amigo llegó de España, bebió demasiado y lo llevé a mi habitación, yo dormí en la de mi hermano.
-¿Un amigo?
-De la prepa en España, no lo conoces.
-Oh, claro, cuando te fuiste.
-Fue mi mejor amigo allá.
-¿Te gustaba?
-Llevo más de 15 años enamorada de ti, ni aunque quisiera me gustó.
-Lo sé, perdón, pero imaginar que pudiste haber tenido algo con él…
-Fuiste el primero. —Por poco y no, pero él no debía enterarse de eso.
-Lo sé, y perdón.
-¿A que veniste? —Cambié el tema
-Vine a pedirte perdón, discúlpame por lo de ayer.
-¿Te tiraste a dos en Amsterdam? —Él sólo asintió.
-Bueno, no tienes porqué pedirme perdón, estamos en una unión libre, tu puedas estar con quien te plasca y yo también.
-Yo no quiero eso contigo, no soportaría la idea de que un día no querrás verme porque tienes una cita con otro, o que cuando venga a verte de sorpresa te vea haciendo el amor con otro, ya no podría soportar eso.
-Jos, yo…
-Oye tía, ¿no tienes un cepillo de dientes? necesito lavarme la boca —Dijo Xavier abriendo la puerta, miró a Jos y sonrió amable, Jos lo examinó, era más alto que él, más fuerte y tenía sus músculos bien marcados. Además de que estaba solo con el pantalón de la pijama, seguro resaltaba su miembro.
-Debajo del lavamanos hay unos, tómalo. Jos, él es mi amigo Xavier, macho, él es Jos. —Los presenté, Xavier le tendió la mano para saludarlo, pero Jos ni siquiera la miró.
-Olvidaste mencionar que tu amigo era perfecto. —Dijo Jos con un tono…¿celoso? Y tenía razón de estarlo, Xavier era muy guapo, y tenía un cuerpo envidiable, fue modelo de "Carolina Herrera" ¿se imaginan eso?
-Gracias tío, tu también tienes lo tuyo. Iré a tomar una ducha. Gracias guapa. —Me agradeció y fue al baño.
-¿Por qué te dice "guapa"?
-Es español, le dice así a todas. —Y era verdad, los hombres le decían "guapa" a las mujeres como ellas "guapo" a los hombres.
-¿Usas un nuevo perfume? —Me preguntó mirando mi cuello. Seguro Xavier dejó marcas.
-No, pero mi mamá compró una crema humectante de otra marca, ¿por?
-Tienes algo en el cuello y en el hombro.
-Debe ser una reacción alérgica.
-Mjm. ¿me quieres ver la cara?
-No te entiendo. —Me hice la tonta.
-Te encamaste con él. —Aseguró. Me reí un poco ofendida.
-No puedo creerlo, estoy enamorada de ti Canela, no de él.
-Te encamaste con alguien que acababas de conocer.
-¿Y tu? Dices amarme y te tiraste a cuanta hembra te pasó enfrente. —Alcé un poco la voz.
-¿"Hembra"? Ese término no es tuyo, no es de ti, seguro le dijiste a tu amiguito toda nuestra historia y él te dijo eso. —Y si, le conté todo a Xavier, y si, él me respondió eso.
Flash back…
-Me dijo que me amaba, pero me engañó.
-¿Y así dice amarte? Tía, si te amara no se tiraría a cuanta hembra se le pasa por el frente.
-Es débil, tú seguramente lo has hecho, no puede estar mucho tiempo sin sexo, los hombres son así. Y si es como en las mujeres, la masturbacion no se siente igual.
-Lo estas excusando, excusas sus engaños.
-No, vaya, yo lo eh engañado.
-Es lo mismo.
-Está mal.
-No, es lo mismo. La sociedad es la que piensa que la mujer debe ser pura y casta, que tiene que respetar a su esposo mientras él le pasa con cinco hembras por el frente. Mexicana, tu debes pensar eso, eres mujer, lucha por la igualdad en todos los ámbitos.
-Creo que tienes razón.
Fin flash back…
-Él no tiene nada que ver aquí.
-¿Le gustas?
-No, no José Miguel. No a todos los hombres que se acercan a mi les gusto, no todos los hombres quieren tener sexo conmigo.
-A la mayoría si. Alan, Bryan, Fred… —Se calló.
-¡¿Que?! ¡¿Crees que Freddy quiere algo conmigo?! Estas enfermo José. —Le dije elevando aún más mi voz.
-Solo mírate, eres muy hermosa, le podrías gustar a cualquiera. Tengo… tengo miedo, ¿si? Temo que te enamores de otro, temo que alguien te alejé de mi, tengo miedo de que te vayas de mi lado.
-¿Y yo? ¿Crees que no tengo miedo? Más de 15 años Canela, pero… creo que lo nuestro no es amor, ya no es amor.
-¿Quieres dejar esto? —Me preguntó y dudé en mi respuesta, pero la dí.
-Si José Miguel, es lo que quiero. —Él ni siquiera me miraba, intenté tomar su mano, pero no me dejó.
-Llamaré a tu madre para cuando quiera ver a la niña, ¿si? No la veré sin tu autorización, y no necesitas verme si así lo quieres, ella puede llevar a la niña a un parque o algún lugar así.
-Entonces creo que es la despedida. —Le dije y se fue, sin decir nada más, José Miguel Canela salió de mi vida.
Seis horas después…

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Mi Canela |J.C|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora