II

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-José Miguel -Lo llamé pero no contestó. Fuí a la ducha y ahora lloraba debajo de la regadera abierta. La noche pasó lenta, dormí en otra habitación, lloré hasta quedar dormida al día siguiente.
-¿Porqué no llegaste conmigo en la madrugada?
-No me diste placer -Fue lo primero que se me ocurrió
-¿Y por eso llorabas?
-Me das asco, ¿entiendes?
-¿Recuerdas nuestra primera vez? Gemias y gritabas como una gata
-Me querías, o fingiste que lo hacías, pero lo que querías son a estos senos, ¿sabes que es lo peor? Que tengo que vivir con ellos toda la vida
-Puedes quitartelos, ya los disfruté -Dijo después de una risa sínica, una que odiaba, no pude evitar tomar el vaso con jugo y arrojarselo en la cara, quería que dejara de hacer eso, y lo logré. -Estúpida, mira lo que hiciste -Me dijo y quitó su playera
-Te odio, odio tu risa sínica, odio el olor que desprende de ti, odio tus manos tocando mi cuerpo -Le dije y después me iría, pero él se levantó más rápido y me detuvo. Me cargó hasta llegar a la mesa y quedara sentada sobre ella, besó mis labios y tocaba con pasión mi cuerpo, al principio quería que se detuviera, hubo veces en las que alejé su rostro de mi para darle cachetadas, pero parecía que eso lo prendía aún más. Quitó mi bata y mi camisón de seda, solo tenía bragas y esos plásticos en mi cuerpo
-Tendremos un hijo -Me comentó, mejor dicho, me ordenó antes de desabrochar sus pantalones y bajar la única prenda que quedaba en mi cuerpo para después intentar penetrarme, no lo logró porque me subí mi prenda y me coloqué las otras sin antes decirle algo
-No, jamás tendremos un hijo, no dejaré que me vuelvas a tocar. -Me fuí de ahí. Odiaba ser tan débil, casi su pene entraba en mi, nunca me lo hubiera perdonado. Pasaron 4 días y recibí una llamada de mi hermana mayor, Marián
-Hola hermana -La escuché sollosar del otro lado de la bocina
-Hermana, es papá... -Mi corazón comenzó a ir más rápido al escuchar eso
-¿Que-Que pasa? -Pregunté nerviosa
-Él, ya no está...acaba de morir -Soltó aún más su llanto, yo solté el mío
-No... Papi no puede abandonarnos
-Ven a casa de mamá y papá, por favor -Me pidió y colgó, solté mi llanto.
-¿Porqué? ¿Porqué a él y no a mí? -Grité con llanto
-¿Que te pasa exagerada? -Me preguntó José Miguel, ese imbécil que a mi padre nunca le agradó, dijo que me daría toda la empresa con la única condición de que no me casara con él, la rechacé
-Lárgate -Le dije limpiando mis lágrimas, pero era inútil, salían más. Fuí al armario por ropa completamente blanca, mi padre lo quiso así, desde que éramos pequeños a mis hermanos y a mí nos dijo que no lo velaramos, y que no nos vistieramos de negro, sino de blanco. Comencé a quitarme la ropa que tenía y a colocarme la blanca
-¿A donde vas? ¿A un retiro espiritual? -Volvió a hablar ese idiota
-¡Mierda, lárgate imbécil! -Le grité enojada
-No me hables así niñita
-¿Quieres saber a dónde voy? Voy a un puto funeral, mi papá se murió, quítate del camino -Estaba lista y saldría, pero obstruia la puerta
-¿Como que se murió?
-Todos nos vamos a morir José Miguel, él lo hizo antes. No sabes cómo hubiera deseado ser yo a quien le llora mi familia y no a él. Él fue un buen padre, un buen amigo, un buen esposo, pero ¿tú que vas a saber de eso? Si eres una mierda, eres el ser humano más asqueroso que eh conocido, si pudiera retroceder el tiempo y cambiarlo todo lo haría, solo para no cambiar por una porquería como tú -Lo empujé y salí de la habitación salí de la casa, él no fue detrás de mí, y créanme que no quería que lo hiciera, lo hubiera empujado de las escaleras. Al llegar a casa de mis padres miré a mi mamá, estaba deshecha, su maquillaje era terrible. La abracé y ambas lloramos. Preparamos el funeral, amigos cercanos llegaron, traían flores y coronas de ellas. ¿Se podía estar peor? Si, la mierda convertida en ser humano se apareció: José Miguel Canela
-¿Que haces aquí? -Le pregunté enojada
-Es tu papá, tú harías lo mismo por mi
-Sabes que no, tu padre siempre me odió, y el mío lo hizo contigo
-Por tu culpa está muerto -Me dijo mi tía, hermana de mi papá -Si no te hubieras casado con ese hombre él estaría vivo, nunca le agradó, pero tú te aferraste a estar con él -Solté mi llanto y me acerqué a la caja con mi padre dentro
-No la escuches, no la escuches papi -Abracé la caja, alguien recargó su mano en mi hombro, seguro era ese imbécil -Dejame idio... Alan -Lo abracé, él lo hizo conmigo. Era mi mejor amigo de siempre, desde que tengo memoria, y mucho antes, casí nacimos el mismo día, él es del 25 de febrero, y yo del 26 de febrero. De hecho su mamá, Nadia Navarro, fue mi madrina de bautizo o algo así.
-Estoy aquí princesa, tranquila -Intentó tranquilizarme, pero hizo que mi llanto saliera más
-Fue mi culpa, me casé con ese idiota
-No, no fue tu culpa. Lo quieres
-Si me hubiera casado contigo...
-No princesa, siempre lo quisiste a él, y yo a ti, pero no íbamos a estar juntos solo por hacer feliz a tu padre
-Perdoname, por no quererte como tú lo hiciste -Lo abracé
-Ahora a ambos solo nos queda un padre. A ti tu mamá y a mi mi papá
-Quiero irme, pero no quiero dejar a mi papá
-Tú papá siempre irá contigo, ¿vamos?
-¿A donde?
-A mi casa, te quedas ahí y comemos helado, tu favorito
-¿Vainilla?
-Con caramelo y galleta, si -Asentí y fuimos a la caja
-Papi, iré con Alan, estaremos bien, y te llevaré conmigo a todos lados
-Protejanos señor, y salude a mi mamá de mi parte, dígale que la amo -Limpió sus lágrimas y yo las mías, me despedí de mi mamá y mis hermanos, ellos dijeron que era mejor que fuera con Alan, aunque a José Miguel no le agradó la idea.
-¿A donde vas?
-Con Alan, voy a dormir con él
-Estás casada conmigo, con el único hombre que duermes soy yo
-Mejor ve y dile a Rebe, seguro ella estará a tu disposición -Tenía eso atravesado en el pecho desde hace 5 días. Fuí con Alan, y me sentí bien, mucho mejor que las noches pasadas con José. -Gracias, por todo
-Lo hago con gusto princesa. ¿Quien es Rebe? -Me preguntó y dejé mi helado a un lado
-Mi matrimonio es una mierda, Alan, me voy a separar
-Llevan menos de una semana, ¿que te hizo ese idiota?
-No debí casarme con él, mi padre no lo aceptaba, ni siquiera fue a mi boda
-Tú lo amas, ¿no?
-Claro que si, pero él no me ama a mi
-¿Y vas a darte por vencida? Princesa, yo te amo, pero si tú lo quieres a él debes luchar, como yo lo haré por ti
-Amor, no puedo. Él solo quiere un hijo
-¿Y si se lo das?
-No, jamás
-Pero, que no sea suyo
-¿Como?
-Una ensiminasión artificial
-No, soy mala con las mentiras
-¿Entonces?
-Tú... Tú siempre quisiste estar conmigo, ¿no?
-Si, desde niños
-Hagamoslo. Tú vas a ser el papá de mi hijo
-No, princesa no así
-¿Entonces como? -Subí a su regazo, coloqué mis piernas a sus costados, dejé la manta que me cubría en la sala -¿No quieres? -No había notado lo atractivo que era
-Tú no quieres en verdad
-Amor... Si no quisiera no lo haría
-Recien acaba de morir tu papá y... -Lo interrumpí
-Él hubiera querido que estuviera contigo -Capturé sus labios con los míos en un beso, él lo hizo más profundo, me pegó más a su cuerpo por la cintura y yo a él a mí por el cuello. Comencé a moverme un poco, él también, me separé un poco para quitar mi blusa y que sólo mi sostén cubriera mi torzo.
-No, no me gustan -Me dijo mirando mis senos
-Imagina que no los tengo
-Me hubiera encantado tenerte al natural, sin esto en tu cuerpo
-Talves si los tocas te gusten -Tomé su mano derecha con la mía izquierda, con la otra mano quité mi sostén, hice que tocara uno de mis pechos
-Sientelo -Le dije y junté nuestros labios de nuevo, quité su playera blanca y desabroché mis pantalones, también lo hice con los suyos. Cambiamos posiciones, me acosté en el sofá y él sobre mí, quitó mis pantalones y los suyos también, hizo lo mismo con mis bragas y sus boxers
-¿Quieres continuar?
-Si mi amor, quiero hacerlo
-¿Porqué?
-Eres la persona más importante en mi vida, además de mi familia.
-Te amo, te amo en verdad -Besó mis labios dulcemente, José Miguel nunca me besó así, ni de novios, ni en los 5 días de matrimonio que llevaba de casada con él. Sentí a Alan dentro, gimió mientras lo empujaba, y yo lo hice al sentirlo cada vez más dentro de mi. Ambos nos moviamos, él más, tenía más experiencia que yo, lo sabía
-¿Así? -Me preguntó, asentí y solté un gemido, él lo hizo después de mi
-¡Amor, ahh Alan! -Gemí porque se movió más rápido, y le puse la cereza al pastel de engañó hacía José Miguel, tuve un lindo orgasmo con Alan, mi mejor amigo. Salió de mi después de que yo terminara, él ya lo había hecho, pero siguió. Acostó su cabeza sobre mi pecho.
-Desde que comencé a tener sexo quería hacerlo contigo, siempre, siempre, pero a ti te quería hacer el amor
-Lo hicimos amor, hicimos el amor -Acariciaba su negro cabello, creo que tengo una debilidad por los pelinegros.
-No lo hicimos por la idea que te dije, ¿verdad? Lo de tu hijo con José Miguel
-Claro que no, quería. ¿lo hacemos otra vez? -Le pregunté y dejó mi pecho para mirarme al rostro.
-Si, una, dos, y tres veces -Besó mis labios y peinó un poco mi cabello.
12 horas después...

Mi Canela |J.C|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora