XXIII

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(…)
-La canción saldrá en un mes más o menos, Noel le tiene que hacer unos… —El celular de mi mamá sonó, atendió la llamada.
-Hola hijo… ¿como?…si, si, yo le digo, aquí está conmigo. Ya vamos, nos vemos. —Colgó el teléfono.
-¿Que pasa madre? Estas palida. —Dijo Marián y rió un poco, yo también lo hice.
-Hija, era Jos, es la niña. —Se dirigió a mi.
-¿Que? ¿Que le pasa? —Pregunté preocupada, me levanté del sofá.
-Me dijo que están en el hospital.
-Vamos, vamos.
-Iremos con ustedes. —Dijo Laura y miró a su prometido, él asintió.
-No, quédense aquí, los llamaré cuando sepamos qué pasa. —Le dijo mi mamá. Fuimos en su auto, ya me había quitado el maquillaje, los lentes, las cortinas del pelo y la ropa de Danna. Tenía miedo, demasiado.
-¿En que piso te dijo que iba a estar?
-En el cuatro. —Me dijo esperando el elevador, no pude esperar, así que subí rápidamente las escaleras hasta llegar al piso cuatro, ahí estaban Jos y su mamá.
-¿Donde está mi hija? ¿Está bien?  —Le pregunté desesperada a Jos.
-Se desmayó.
-¿Donde? ¿No se pegó? ¿Comió algo?
-Estábamos comiendo unas hamburguesas, fue al área de juegos y cuando salió del tobogán se desmayó. —Me explicó su mamá, la mía apenas iba saliendo del elevador.
-¿No se lastimó?
-No, creo que no.
-¿Que te dijeron?
-Que me darían información si sucedía algo. —Bufé y fuí donde la enfermera en la computadora.
-¿Tiene información de la pequeña que trajeron por un desmayo?
-¿Como se llama?
-María Violeta Canela Robledo de Castro. —La mujer buscó en la computadora y después en unos papeles.
-No tengo información, disculpe.
-Gracias. —Fuí con mi mamá, me abrazó.
-Va a estar bien.
-Es que ni siquiera sé por qué se desmayó, ¿que le pasa? —Pregunté con lágrimas en mis ojos.
-Si es como tú, seguro le faltan vitaminas.
-Tengo miedo, a Bryan se le murió un hijo, no quiero que… —Jos me interrumpió.
-No digas eso, mi hija no. —Dijo serio, lo miré mal, no estaba de humor para pelear con él.
-Señor, ¿es el padre de la niña? —Le preguntó un doctor, me acerqué a él.
-Yo soy su madre, ¿que le pasa? ¿despertó?
-Si, por suerte solo fue un desmayo, uno de los síntomas de la anemia.
-¿Como? ¿No es muy pequeña para tener eso? —Preguntó mi mamá.
-Pasa por no darle sus comidas a la hora, por darle frituras, golosinas y comida chatarra como papás fritas, chocolates, caramelos, hamburguesas, helados en exceso.
-Yo no le doy esas cosas. —Dije y miré a mi mamá.
-Yo tampoco, se come todos los vegetales conmigo, hasta le doy un poco más. —Ahora miré a Jos.
-Fue mi culpa, yo le doy todo eso.
-¿Ves lo que provocas? Mi hija se desmayó por tu culpa.
-¿Mi culpa? Si estuvieras más con ella no pasarían esas cosas.
-Eso me pasa por dejarte que la veas, yo quiero que mi hija vea a su padre, que no seamos nada no significa que dejas de ser el padre de Violeta.
-No me vas a alejar de mi hija, es más, voy a pelear por la custodia, tu madre la cuida más que tú, seguro se la dejas para irte con hombres.
-¿Y tu? Anoche dejaste a mi hija con tu madre para irte de fiesta en un antro.
-¿Quien te dijo eso? ¿Fue Freddy? —Bajó un poco su voz.
-Ahora si bajas la voz, porque sabes que tengo razón. Yo me llevo a la niña a mi trabajo desde que tiene un año, en mi oficina tiene hasta su "muralla" y el suelo acolchonado para protegerla. —Y era verdad, o así fue hasta que le dí la presidencia de la constructora a Laura, ella estudió lo mismo que yo, no como Marián que estudió Gastronomía y Sergio contaduría pública.
-No quiero pelear. ¿puedo ver a mi hija? —Preguntó Jos.
-Preguntó por "Xavi" —Dijo el doctor y me miró.
-Es un amigo, lo llamaré.
-Si es amigo suyo le sugiero que entre usted y le diga que vendrá pronto, habitación 12-D. En cuanto salga la señora en seguida puede entrar usted señor. —Le dijo a Jos y se fue.
-Llama a Xavier, dile lo que pasó, iré con la niña. —Le pedí a mi mamá, ella asintió, le dí mi teléfono para que llamara desde ahí.
-¿Que? ¿Xavier es su nuevo papi? —Dijo Jos y no le respondí.
-Piensa lo que quieras.
-Porque me dijeron que tuviste algo con él en la prepa.
-¿Qué? —Preguntó mi mamá sorprendida.
-Es cosa que a ti no te importa, no soy tu amiga, ni soy tu novia, ni soy tu esposa, déjame en paz. —Le dije y caminé con dirección a las habitaciones de niños. Encontré la de Violeta, entré.
-Hola mi corazón. —La saludé y la abracé.
-¡Mami!
-¿Como estas? ¿Te duele algo? —Le pregunté y la examiné, sólo tenía un golpe en la rodilla.
-Me caí jugando. —Me dijo y rió. Besé su cabecita.
-Te amo mi amor.
-Yo más mami. ¿Y Xavi? Me dijo que estaría aquí si volvía a pasar, dijo que no tuviera miedo, y no lo tuve, fuí valiente.
-¿Como? ¿Ya te había pasado?
-Si, pero fue menos tiempo. Xavi me compró una muñeca por ser valiente la otra vez.
-¿Y hace cuanto fue?
-Después del cumple de abi. —Asi le decía a mi mamá, por "abuela"
-¿No te dolió nada esa vez?
-No, fui valiente.
-Que bueno mi amor.
-¡Aquí está el tío Xavi! —Dijo Xavier entrando a la habitación. Llevaba un castillo para muñecas. Sonreí para que Violeta no me viera enojada.
-¡Tío! —Lo abrazó.
-Mira lo que te traje, un castillo enorme para tus princesas. —Le dió la caja, ella la vió feliz.
-¡Gracias tío! Fuí valiente.
-Y mucho mi amor. —Le dije a la pequeña. -Tengo que hablar con tu tío Xavi, pero ya vienen papá y la abuelita para que no te quedes solita. —Le dije y Jos estaba afuera junto con su madre. Jos fulminó a Xavier con la mirada, y él lo hizo con Jos. En cuanto Jos entró y nosotros salimos le dí una cachetada.
-¿Eso porqué? —Se quejó y acarició su mejilla donde lo había golpeado.
-¿Y ese castillo para que? ¿Para que haga juego con la muñeca que le regalaste el desmayo pasado? Te pedí una sola cosa, una. —Le dije levantando un poco la voz.
-No quería que te preocuparas.
-Lo hice, ¿sabes que sentí cuando me dijeron que mi hija estaba en el hospital? Un temor enorme.
-Perdón, perdón, ¿si? No vuelve a pasar.
-De eso estoy segura, voy a volver a vivir con mi mamá.
-No, guapa, no.
-Xavier, me ocultaste algo tan fuerte que tiene que ver con Violeta, no puedo vivir contigo, y mucho menos ella, antes que mi bienestar está el suyo.
-Te entiendo, seguro también es por lo de los polvos que llevo al departamento.
-No es eso, ya te dije que mientras estén en tu pieza, no me importa a cuantas tengas en una noche. Mi hija es importante para mí, y estaremos mejor con mi mamá, pero vivir o no vivir juntos es aparte del trabajo.
-¿Que trabajo? —Preguntó Jos, ¡mierda! Había oído.
-¿Y a ti quien te a dado permiso de escuchar conversaciones ajenas, tío?
-¿Que mierda te importa español? —Le dijo Jos y se puso frente a él, tuve que ponerme en medio de ellos.
-No quiero problemas, no aquí.
-Tranquila guapa, este no me sirve ni para comenzar. —Habló Xavier. Jos lo empujó, Xavier también lo hizo con él.
-¡Ya, basta! —Elevé un poco la voz. -¿Que les pasa? Parecen unos niños de secundaria, por el amor de Dios.
-¿Qué? ¿Es la primera vez que se pelea por ti este españolito? ¿Nunca te defendió de cuando te decían "mojigata mexicana" en la prepa?
-No te importa.
-Porque yo enfrenté a todos, hasta a mi familia por ti.
-José Miguel cállate.
-¿Sabes tío? A mi casi me explulsan del colegio por pelearme para defenderla de un hijo de puta que se quiso pasar de vivo con ella, un hijo de puta como tú, así que aléjate de ella.
-Macho, ya, porfabor.
-¿Me acabas de decir "hijo de puta"? —Preguntó Jos y me hizo a un lado con un brazo.
-José, porfabor. —Le pedí.
-No veo a otro hijo de puta por aquí. —Dijo Xavier y se quitó la chaqueta.
-Xavier, en alguien debe caber la prudencia, porfabor. —Le pedí ahora a él.
-Es este tío que me tiene ganas desde que me vió en tu casa hace más de cinco años, al parecer el gilipollas este sigue sintiendo algo por ti.
-No, ya no. —Dijo Jos y me miró.
-¿Saben qué? Si quieren matarse como dos animales háganlo, pero a ver qué le dicen a Violeta cuando escuche todo el escándalo que hay afuera de su habitación. —Les dije a ambos. Entré a la habitación de mi pequeña. Minutos después entró Jos sin ningún golpe, y Xavier también, pero con la chaqueta en sus manos, supuse que ya no pasó nada, la pequeña quedó dormida y yo junto a ella en la cama de hospital hasta el día siguiente.
-Mamá. —Llamó mi atención Violeta, yo ya llevaba unos minutos despierta.
-¿Que pasa mi corazón?
-¿Por qué tío Xavi y papá se gritaron ayer?
-No, no mi amor, no estaban gritando, estaban hablando con la voz alta, sabes cómo es tu tío Xavi.
-¿Mjm?
-Si mi vida, no pasó nada ayer.
-Buenos días guapa, hola mi pulga favorita. —Saludó Xavi, llevaba dos vasos, uno me lo dió.
-Es chocolate caliente, me dijeron que estaba bueno.
-Gracias.
-¿Me das?
-Amor, justo por estas cosas te desmayaste ayer, por no desayunar bien, por no comer a tus horas, por comer porquerías. Discúlpame, pero ya no te voy a dar este tipo de cosas. —Ella asintió triste.
-Pero, el tío Xavi te hará un súper desayuno, tu cerealito con leche, tu frutita con granola y si se come todo… la llevo al parque. —Ella asintió feliz.
-Creo que llevarla al parque es mi responsabilidad, es mi hija. —Dijo Jos entrando a la habitación, le dió un beso a la niña.
-Vaya padre, que no estuvo en el parto. —Dijo casi en susurro, pero yo lo escuché, y creo que Jos también.
-Cierra la boca español, tu no sabes mis motivos.
-¿Que? ¿No querías ilusionarlas con la idea de una familia? Porque lo hiciste con _____.
-Xavier, no vale la pena hablar de eso.
-Ya sé que no lo vale guapa, pero… es bueno recordarle a este gilipollas que su idea de padre está mal.
-Voy a buscar al doctor, para que me explique que debo hacer con Violeta. —Le dije. -Recuerda que estamos en la habitación de Violeta, la habitación de un hospital, no quiero una escena como la de ayer. —Le dije a Xavier, él sólo asintió mientras veía mal a Jos. Caminé un poco y fui a donde él.
-A ver si dejas de sentirte un gallito de pelea, porque estamos en un hospital.
-Mejor, para que no tarden en atender a este noviecito tuyo de la golpiza de su vida.
-Si quieren después en otro lugar se pelean, pero aquí no, cerca de mi hija no. —Les dije a ambos. -Aunque no entiendo su afán de querer pelearse.
-Tu mexicano tiene celos de mi, que yo estoy cerca de ti, que tenemos una relación muy estrecha.
-¿Tienes una "relación estrecha" con ella y te coges a Danna? Wow, mis respetos.
-No tendría porqué explicarte, pero te lo voy a decir, no somos pareja, somos una relación abierta, intenté el mismo método contigo, tu te cogiste a dos en Amsterdam, ¿él por qué no se puede acostar con Danna, con Mariana, con Sofía, con quien sea?
-Eso sólo demuestra que yo te quise más de lo que él te quiere.
-Eso demuestra que me puedo tirar a las dos hembras que te gustan y ninguna se va a quejar porque somos suficientemente maduros como para aceptar una relación así. —Le respondió Xavier con una sonrisa sinica que Jos no tardó en borrarla con un golpe en la cara, dejé que el español se lo regresara, y lo hizo, cuando iba a ser el segundo golpe por parte de Jos lo detuve, me puse en medio.
-¡Ya, ya! Hasta ahí, los vuelvo a ver pelear y les juro que ninguno de los dos vuelve a ver a Violeta. —Les advertí y salí de la habitación. Fuí con el doctor, él me explicó todo, las vitaminas, los minerales, darle verduras de colores diferentes, frutas también, los cereales, que puede comer helado pero con medida. Días y más días que no tardaron en convertirse en semanas. Regresé a vivir con mi mamá, la niña sólo vé a Jos una vez a la semana, y mi madre debe estar con ellos para que siga su dieta. Jos a buscado a Danna, pero ella no levanta ni el teléfono.
José Miguel Canela…

Para las que no conocen a Xavier Serrano, es el sexy de multimedia. O aquí otra foto.

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Mi Canela |J.C|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora