-¿Y ahora?
-Ahora… te voy a hacer el amor en el mar. —Le dije y la besé, hicimos el amor en el mar, en la ducha, en la piscina, encima del tocador, en la cocina y en el auto cuando fue por su bolsa para llamar a su mamá, lo hicimos hasta el amanecer que fuimos de nuevo al jet.
-Ya quiero ver a Violeta. —Me dijo y suspiró.
-Tendrás que esperar un poco de tiempo, porque… no vamos a la ciudad de México.
-¿Osea como? No entiendo.
-Vamos a otro lugar, será mejor que duermas, no lo hiciste anoche, y créeme que cuando lleguemos a nuestro destino tampoco lo harás.
-¿A donde vamos?
-Tu confía, duérmete niñita. —Ella terminó accediendo, durmió al igual que yo, desperté treinta minutos antes de aterrizar y ella al hacerlo fue cuando lo hizo.
-¿Que pasó? ¿Chocamos? —Reí un poco.
-Niñita, estamos en un jet, no en un auto. Ya aterrizamos.
-¿En donde?
-Tranquila, vamos. —Le dije y salimos del jet, un pequeño carro como de golf nos sacó de la pista de aterrizaje. Caminamos hasta el otro lado del lugar donde había taxis y una persona con un pequeño cartel que decía "Mr. & Mrs. Canela". Jalé un poco a _____ para ir con la señorita.
-¿Mister Canela?
-Yes, i am.
-Welcome to París… bienvenidos.
-¿Que? —Preguntó y reí.
-Estamos en París mi niñita. —Le dí un beso en la mejilla, ella me abrazó emocionada.
-Thanks. —Agradeció ______ a la pelirroja.
-¿Vamos al hotel? —Me dijo con complicaciones en su español. Asentí, entrelacé mi mano con la suya. Fuimos al hotel en un camioneta negra. Subimos a una habitación. Entré a la habitación con ella en los brazos.
-¡Dios, Jos! ¿que haces? —Me preguntó con una risa, yo también reí, cerré la puerta con un pie. Caminé hasta llegar a la cama y dejarla ahí encima acostada. -¿Puedo dormir? —Me preguntó y reí, negué con la cabeza, me acosté junto a ella.
-Vamos a hacer un juego. —Le dije y la besé lentamente en los labios y después en el cuello.
-¿Cual?
-Quiero… pedirte algo.
-Mjm.
-Vamos a salir a la torre Eiffel y ahí te digo. —Ella asintió, se levantó y la tomé de la muñeca.
-Debes darte un baño, y yo también.
-No traje ropa… no trajimos nada.
-Revisa el armario, hay ropa para ti y para mi, escoje algo para mí también, algo que te guste. —La besé y fuí al baño. Me duché rápidamente y salí desnudo, no me daba pena, fuimos esposos, ¿cuantas veces no me vió desnudo y yo a ella? La miré ahí en la cama dormida, en la silla había ropa para mi. Me vestí y pedí comida, tenía hambre.
_____ Robledo de Castro…
—Busqué en el armario la ropa. No podía creer que estábamos en París, después de estar en Mazatlán, amaba a Jos, estoy segura, y debía decirle la verdad, toda la verdad. Había ropa bonita y ligera, habia un sol hermoso en París, siempre venía cuando hacía frío. Dejé la ropa de Jos sobre una silla que había en la habitación. Quité mi ropa y me vestí con una pijama que compró Jos para mi y me acosté en la cama, estaba realmente cansada, dormí hasta que escuché la puerta cerrarse.
-¿Jos?
-Aquí estoy niñita, sólo pedí algo de comer.
-¿Pediste para mi? —Me senté.
-No, pero podemos pedir algo. —Tomó el teléfono, pero se lo quité y lo dejé en su lugar.
-O podemos compartir. —Le dije y besé su cuello lentamente, el me levantó el rostro y buscó mis labios para capturarlos con los suyos en un beso lento.
-Te quiero tanto, mi Canela. —Solté sin pensar, Jos colocó uno de mis mechones detrás de la oreja y rozó nuestras narices.
-Yo te quiero a ti, mi niñita. Pero ve a ducharte, debemos salir. —Asentí y le dí un beso corto, fuí a la ducha, me bañé rápido y me vestí, salimos, en el taxi revisé mi teléfono, tenía llamadas y mensajes.
"¿Donde gilipollas estas? ¡Te necesitamos en el estudio!"
"Si quieres que Warner compre la canción tienes que venir ¡ya!"
"¿Te vale? Bueno, a mi también me va a valer, ¡renuncio!"
"______, te necesito en la oficina, Warner quiere renovar el contrato. Jesús"
"Si veo que abriste este mensaje, te pateare las pompis, con cariño; mamá"
-Debemos regresar a México, tengo trabajo y… —Jos me cayó con un beso.
-Nada de regresar. Dame el teléfono.
-Pero… —Me miró a los ojos.
-Porfabor. —Accedí y le dí el teléfono, pero el de _____, no el de Danna. Lo tomó y lo colocó en "Modo Avión" lo guardó en su bolsillo trasero. -Gracias. —Unos minutos más y llegamos a la famosa torre Eiffel de París, subimos al último piso.
-Que bonito se ve todo. —Le dije y él me acercó a su cuerpo con el brazo.
-Más bonita eres tú, mírate, estas preciosa.
-Calla. —Reí.
-Te amo.
-Yo te amo a ti.
-Demuéstralo. —Me dijo y señalé mis senos, reí un poco, él también. Me alejé de él y me acerqué a la rejilla, lo miré y le guiñé el ojo derecho. Hice lo que todos los enamorados hacen sobre la torre Eiffel; decir que aman a su amado.
-¡Te amo José Miguel Canela! —Grité y reí, él se acercó a mí y me cargó, me besó dulcemente.
-Yo también te amo. ¡Te amo _____ Robledo de Castro! ¡Te amo mi niñita! —Gritó y me besó.
-Te amo Mi Canela.
Regresamos al hotel después de comer en la torre. Fuimos a dar un paseo para volver a eso de las tres de la mañana al hotel. Volvimos a México dos días después.
-Gracias por traerme.
-Ni creas que voy a dejarte aquí, quiero ver a María. —Dijo y entramos ambos a la casa.
-¿Ma'?
-¡Ya voy! Estoy en la cocina. —Gritó y salió de ella unos segundos después.
-¡Hola mi amor! —Me abrazó. -Hola hijo. —Besó la mejilla de Jos.
-Hola señora.
-¿Como les fue en París? —La miré extrañada, ¿ella sabía?
-¿Como sabes? —Le pregunté.
-Jos me dijo que te llevaría a un lugar, y me imaginé que sería París.
-Tu pasaporte. —Me entregó Jos mi pasaporte.
-Gracias.
-Violeta, mamá y papá llegaron. —Gritó mi mamá, pude escuchar sus pasos mientras corría, bajó las escaleras y abrazó a Jos, lo entendía, pasaba más tiempo conmigo y no me extrañaba como a Jos. Él la cargó.
-¿Como te portaste?
-Bien.
-Ven con mamá. —Le dije y estiró los brazos, la cargué y abracé, la extrañé mucho.
-¿No le diste lata a abi?
-No, fui niña buena, aunque el tío Xavi vino muy enojado.
-¿Como?
-Violeta, te dije que no comentaras nada. —Regañó a la pequeña
-Mamá, ¿que pasó? —Le pregunté y le dí a la niña a Jos. La guíe a la cocina.
-Dijo que te llamó, que te envió mensajes, dijo que era algo muy importante del trabajo… si no fuera por tu hermano ese niño me hubiera golpeado, estaba muy enojado.
-¿Les hizo algo?
-No, estamos bien.
-Llamaré a Jesús, me veré con él.
-La maleta de Danna está en tu auto.
-No, ¿sabes que? Esto es el colmo, vinieron a mi casa, le gritaron a mi familia y casi golpean a mi madre, este jueguito de "Danna Paola" se acabó. —Le dije y tomé las llaves del auto.
-¿A donde vas?
-Volveré, si no llego en una hora pregúntale a mi mamá, ella te dirá. —Besé sus labios y la frente de Violeta. -Esto lo hago por ti mi amor, te lo mereces. —Le dije y salí de la casa, fuí en el auto a la oficina, en el camino llamé a Jesús.
-¿Dónde… —Lo interrumpí
-Voy para la oficina, dile a Xavier que lo necesitas allá, no le digas que te llamé.
-¿Como… —Volví a interrumpir
-Solo hazlo, hablaremos cuando llegue. —Finalicé la llamada. Minutos después llegué a la oficina, ahí estaban ambos.
-¿Donde estabas? —Me preguntó Jesús elevando la voz.
-¿Por qué coño no contestabas? —Me preguntó con el mismo tono Xavier.
-A ti —Señalé a Jesús. -No tengo porque darte explicaciones. Y tú. —Señalé a Xavier. -Eres un imbécil sin vergüenza.
-Soy tu manager. —Dijo Jesús.
-Ahora no, ya no. —Le dije y le mostré el contrato, ya había vencido, por eso la urgencia de 'Warner Music' de renovar el contrato en el último día. -Mi contrato con 'WARNER MUSIC' y contigo ya no tiene validez, expiró hace dos días. —Lo tomó en sus manos y lo miró.
-Y tu hijo de… agh! Cualquier adjetivo que use contigo se queda corto después de la tontería que hiciste. Te confíe mis secretos, te confíe a mi familia, te confíe mi persona y me traicionaste.
-¿A que te refieres?
-Fuiste a mi casa, hiciste un escándalo, asustaste a mi hija, casi golpeas a mi mamá y no te bastó con eso, no pudiste desmentir el rumor de "Danna Paola y su asistente; Xavier Serrano, son novios" —Había una revista en la entrada de la oficina y no pude evitar verla.
-¿No te gusta la idea?
-Eres un ser humano asqueroso. Pero, ¿saben? Este juego de "Danna Paola" se les acabó, se te acabó tu mina de oro, Jesús. —Me dirigí a él.
-No puedes hacer eso.
-¡Claro que puedo! El maldito contrato ya venció, y no tengo un contrato contigo. —Miré a Xavier. -Consiganse a otra tonta a la cual explotar. —Les dije y me volteé para irme, pero me detuvo una voz.
-Diré todo lo de Danna.
-Yo lo diré antes, no te preocupes.
-¿Y a Jos ya se lo dijiste? ¿Como reaccionó?
-Eso no te importa, tenían razón todas, eres un completo gilipollas. —Le dije y me fuí, dijo algo, pero no entendí. Fuí a mi auto, respiré y me tranquilice antes de comenzar a conducir camino a 'Sony Music', debía hablar con Roberto de inmediato, o por lo menos con Guillermo. Llamé a Jos, para que mi mamá no se preocupara.
-Hola Jos
-Niñita, ¿dónde estas? ¿estas bien?
-Si, estoy bien, tranquilo. Sólo te llamé para decirte que voy a tardar un poco más, pero no pasó nada, todo está bien. Iré a firmar un contrato, te llamo cuando vaya a casa.
-¿Segura que estás bien?
-Si, tranquilo Canela
-Regresa con cuidado.
-Lo haré, te amo.
-Yo te amo a ti niñita, tu familia te espera aquí. —Sonreí porque se incluyó en mi familia.
-Los veré en dos horas o menos, los amo a todos. —Colgué. Llegué al estacionamiento de visitas de 'Sony Music'
-Buenas tardes. —Me saludó el hombre de vigilancia.
-Buenas tardes, soy Danna Paola, vengo a ver al señor Roberto.
-¿El presidente?
-Si, él me conoce.
-Si no le importa debo llamar al señor.
-Claro, sin problema. —Le dije y abrí la guantera, me puse los lentes, tomé el labial rojo y me lo puse mirándome en mi espejo. La maleta de Danna estaba en el asiento trasero, la abrí con una sola mano, tomé las cortinas y me las puse, llevaba una blusa de tirantes, así que me puse la blusa de lentejuelas sobre ella.-Listo señorita, puede… pasar. —Me miró un poco extrañado.
-Gracias. —Le agradecí y así lo hice. Cambié rápido mi vestimenta en el auto. Bajé en cuanto terminé. Fuí a la oficina.
-Buenas tardes señorita Danna.
-Buenos tardes, ¿el señor Roberto?
-En su oficina, toma el ascensor al piso cuatro del lado izquierdo hay una puerta negra.
-Deacuerdo, gracias. —Le agradecí y fuí a donde me indicó.
-¡Espera, suben! —Gritó una voz femenina, detuve el elevador con la mano. -Oh, gracias.
-No hay de qué.
-Tu eres Danna, ¿cierto? —Me preguntó y asentí.
-¿Nos conocemos?
-No, pero seré de tu staff, soy Paola García. —Me tendió la mano, la junté con la mía.
-¿Mi staff?
-Si, cuando firmes con 'SONY MUSIC', haremos una gran rueda de prensa, fans.
-¿Como?
-¿Vienes a firmar hoy?
-Si, antes de que Jesús y Warner puedan hacer algo. —El elevador se detuvo y se abrió, fuimos juntos a la oficina.
-¿Señor?
-Paola… Danna, mis chicas favoritas. —Dijo y abrazó a Paola, después a mi.
-Hola Roberto.
-¿Ya vienes a firmar tu contrato? —Me preguntó, asentí.
-Bien, llamaré a los medios y tu llama a los fans. —Me dijo y tomó el teléfono.
-No, Roberto, quiero hacerlo privado y rápido, antes de que Warner haga algo contra Danna.
-¿A que te refieres?
-Quieren decir la verdad… y yo no quiero que digan quien soy.
-Entiendo, entonces le diré a mi secretaria que traiga el contrato. —Marcó un número y llamó. -Fer, tráeme el contrato de _____ Robledo de Castro Castañeda…Mjm, de Danna Paola. Gracias. —Su secretaría entró poco tiempo después dejando el contrato frente a mi. Roberto me dió un bolígrafo.
-¿Te importa si grabo un vídeo para las redes sociales de 'Sony Music'? —Me preguntó Paola, asentí. La tomé de la muñeca y salí de la oficina.
-Comienza a grabar. —Le pedí y ella lo hizo. -Hola ¿como están? Yo soy Danna y estoy muy feliz de estar en las oficinas de 'Sony Music' y… como ya saben yo estaba en otra compañía disquera, pero el contrato venció hace dos días. Busqué al presidente de la compañía y ahora estoy apunto de firmar el contrato con ellos, así que acompañenme. —Le dije a la cámara y comenzamos a caminar, saludé a Roberto, firmé y lo abracé.
-Quiero darte la bienvenida a esta, tu nueva casa; 'Sony Music' y decirte que vas a tener un gran equipo y darte las gracias por pensar en nuestra compañía.
-Gracias a ti Roberto, y esperen el nuevo disco, la nueva gira y las convivencias, espero ir a su ciudad y que nos conozcamos. —Mandé un beso y gueñí el ojo izquierdo, Paola cortó.
-Listo.
-Si no les molesta debo irme, quiero cenar con mi familia. —Les dije y Roberto asintió. Salí de la oficina para ir al baño. Quité la blusa, los lentes, el maquillaje y las cortinas del pelo. Fuí al auto para regresar a casa.
-¡Llegué familia! —Grité.
-Que bueno hija.
-Hola hermana. —Me saludó Marián.
-_____, ¿podemos hablar? —Me preguntó Laura, asentí, fuimos a su habitación.
-¿Que pasa?
-Ya no sé qué hacer con la constructora.
-¿A que te refieres?
-Parece una guardería, todos llevan a sus hijos al trabajo porque "no tienen con quien dejarlos".
-Tengo una idea.
-¿Cual?
-Una guardería, para todos los niños, para que los papás estén sin preocuparse de cómo están sus hijos.
-Es una buena idea.
-Yo voy a ayudarte con eso.
-Gracias. ¿Que vas a hace con Xavier?
-Él ya no trabaja para mi, ya no va a acercarse a la familia.
-¿Y Danna? ¿Cuando le vas a decir a Jos la verdad?
-Laura, no sé. No quiero mentirle, pero tampoco quiero decirle la verdad.
-¿Cual verdad? —Escuché que preguntó Jos a mi espalda, diablos!
José Miguel Canela…LLEGÓ LA HORA DE LA VERDAD!!
ESTÁS LEYENDO
Mi Canela |J.C|
FanfictionElla desde el jardín de niños estaba enamorado de él, pero él no de ella. Pero tuvieron su boda y su "final feliz". Ella nunca pudo decir que José Miguel era suyo, pero Canela si, su Canela; Mi Canela