Mi Canela |J.C|

XXVII

_____ Robledo de Castro...
-Si, debemos hablar de chica a chica. -Le guiñé un ojo para demostrar confianza y acaricié el contorno de su rostro y fuí con mi hija.
-Hola amor.
-¿Porqué eres Danna?
-No me dió tiempo de cambiarme después de trabajar con 'Zoe Water' , y tu abuela me dijo que tú papá vino.
-¿Papi no sabe que eres Danna? -Negué con la cabeza. -¿Por qué?
-Papi va a enojarse si sabe.
-¿Por?
-A papi no le gustan esas cosas del medio.
-¿Papi te quiere?
-No sé amor, no estoy segura.
-¿Tu lo quieres a él? -No podía mentirle a mi hija, no podía en verdad. Sólo asentí y tomó mis manos con sus pequeñas y hermosas manitas. -¿Y si le pregunto?
-No cariño. -Me soltó y fue con su papá, yo fuí detrás de ella.
-Papi, ¿tu quieres a mi mamá?
-Cariño... tu mamá y yo somos pasado, ella está con alguien más, y yo comienzo a estar con alguien también. -Me miró y sonrió.
-¿Quieres a Danna? -Le preguntó y me sorprendí, no creí que le preguntaría eso.
-Creo que... creo que si. -Rió tímido y bajó la mirada, yo quería llorar.
-¿Y por qué no están juntos y me llevan a vivir con ustedes? -Preguntó Violeta. Jos estaba sorprendido, y yo también.
-Tu mamá no va a estar de acuerdo, además, Danna y yo no estamos en una relación.
-¿Entonces? Si se quieren deben estar en una relación.
-Danna no me quiere. -Dijo un poco bajo Jos, como triste.
-Ella me dijo que si. -Dijo Violeta y me miró sonriente. Tomó mi mano y se acercó a Jos, tomó la suya con la otra y juntó nuestras manos.
-¿Se van a casar? -Dijo uno de los pequeños que se había ido llegando con un dinosaurio en las mano. Jos rió, pero yo me solté de él.
-No. -Dijo, él y me miró un poco enojado.
-Yo sólo venía a visitarlos, a dejarles los regalos a los niños y... ya me voy, tengo un poco de trabajo y tengo que viajar a Argentina. (Saludos Argentina por si me están leyendo que sinceramente lo dudo, pero dicen que la lectura no tiene fronteras). -Mentí, pero quería estar lejos de él, me quería concentrar en la obra de teatro.
-Me dijeron que mañana tienes ensayo de una obra de teatro.
-Mjm, después viajo a Argentina.
-¿Escuchaste lo que tiene el USB?
-No he tenido tiempo, pero lo haré antes de dormir, lo prometo. -Sonreí amable.
-¿Que vínculo tienes con la familia?
-Salí con un primo, nos caímos bien y cuando terminé con él seguí viendo a la familia.
-Es familia de _____ Robledo de Castro, ¿si sabes?
-Si, y por fortuna no me la he topado de frente, porque es... -Vió a Violeta y sonrió. -Tu ya sabes cómo es.
-"Una mojigata mexicana", lo sé.
-¿Que es mojigata? -Preguntó Violeta.
-Es mejor que no lo sepas. Me voy, me despiden de todos. -Besé ambas mejillas de mi pequeña y ambas mejillas de Jos. En cuanto la pequeña fue adentro Jos me besó cortamente.
-Aquí no, tu mojigata puede enterarse.
-Está bien. Te veré mañana en el ensayo.
-¿Irás?
-Alonso irá a ver a un amigo, y yo iré a ver a una amiga.
-Osea a mi.
-No, a otra.
-¿A si? ¿Como se llama?
-No la conoces.
-Oh, bueno. Me voy, y la verdad no quiero que me hables cuando nos veamos, tu amiga se puede enojar, y Xavier va a ir a verme, no lo quiero hacer enojar, y la verdad quiero hacerlo con el mañana en mi camerino. -Le dije y me fuí. Tomé mi auto y conduje hasta el centro comercial. Debía comprar unas cosas para mañana. Me cambié para ser yo.
-¿_____? ¡Hola! -Me saludó Cielo, la compatriota.
-¡Hola! -La abracé contenta.
-¿Como estas? ¿Tu hija como está?
-Bien, cada día más grande.
-¿Y Jos? ¿Como está?
-Él está bien.
-¿Tuvieron otro hijo?
-No, nos separamos dos semanas después del viaje.
-Lo siento, yo no quería...
-No, tranquila, no dijiste nada malo.
-¿Como... como está Bryan?
-Bien, con Alfredo.
-Me alegra. Te veré después.
-Seguro. Hasta luego. -Le dije y nos despedimos, se fue. Fuí a comprar ropa para mañana. Después de dos horas encontré lo que buscaba. Regresé a casa agotada.
-¡Mami! -Me abrazó Violeta, yo lo hice con ella.
-Hola mi amor. ¿Como estas?
-Bien, estoy jugando con mis primitos.
-¿Tu papá ya se fue?
-No, está en la sala. -Dijo y volvió a jugar con sus primos. Jos hablaba con mi hermano, Sergio asintió y él seguía hablando. Después se rieron y me vieron, mi hermano se levantó para saludarme.
-Hola hermana.
-Hola, sigan platicando, yo quiero descansar.
-¿Día pesado? -Asentí.
-Tambien tuve que ir a comprar unas cosas en el centro comercial, debo ir al viaje que te conté.
-¿Necesitas algo?
-Solo que cuiden a Violeta, ya tengo todo lo demás listo.
-Está bien.
-Hola. -Me saludó Jos.
-Hola. -Le respondí.
-Estábamos hablando de cómo aprendimos a manejar. Yo le enseñé a _____.
-¿En verdad? -Preguntó Jos, Sergio volvió a sentarse.
-Si, mi papá no quería enseñarme hasta los 17, y Sergio me enseñó a los 14. -Sonreí al recordarlo.
-Necesito hablar contigo de la niña. -Me dijo Jos, asentí. Fuimos a la cocina, no había nadie ahí.
-¿Volvió a desmayarse? -Le pregunté con un poco de miedo.
-No, es sobre su cumpleaños. Quiero hacerle una fiesta de disfraces.
-No creo que sea buena idea.
-¿Por?
-Niños con disfraces, máscaras, y cosas peligrosas, no.
-Entonces que sea una fiesta sin disfraces.
-Habia pensado en hacerla e invitar a sus compañeros del preescolar.
-¿Solo le hacemos una o dos?
-Yo pienso que una, se la haces tú, yo se la hago el próximo año.
-Está bien. Creo que es todo.
-Deacuerdo.
-¿Cómo vas con Xavier?
-Ya no somos nada, sólo amigos. Y si te interesa fue por tu querida Danna. -Mentí, pero quería que peleara con Danna y que dejara de quererla, gustarle o lo que sea que siente por ella.
-¿Por qué?
-Le dijo que le daría una oportunidad si dejaba lo que tenía conmigo, y al parecer a los hombres les gusta lo fácil.
-Te dije que él no te quería como yo te quise, nadie te amará como yo a ti, como te amé.
-Y nadie te amará como yo lo hice, nadie cambiará para darte gusto como yo lo hice, nadie te va a dar todo de ella como yo.
-Eso espero.
-Estas enamorado de mi, estoy segura. Y no me importa cuando vayas a tardar para darte cuenta, y vas a sufrir cuando lo notes, te vas a sentir traicionado, decepcionado. Pero cuando tu enojo desaparezca y quieras estar conmigo yo voy a estar para ti José... Porque te amo, te amo y no quiero que dudes nunca de eso Canela-Suspiré u reí bajo. -Mi Canela. -Dije y salí de la cocina. Fuí a mi habitación, me duché para ensayar mi parte de la obra después de hacerlo, salí cantando una nueva canción que estaba escribiendo apenas.
-¿Cual es esa canción? -Me preguntó la voz de Jos, me asusté.
-Es una canción que escuché en una tienda de ropa. ¿Que haces aquí?
-Me quedé pensando en lo que dijiste hace rato.
-No tienes que recordarlo si quieres, sólo quise decir lo que pienso y lo que siento. -Le dije un poco tímida secando mi cabello.
-¿Te tatuaste? -Miró mi espalda, reí de nuevo tímida.
-Estaba ebria, y quise hacerlo. -Le respondí. Me puse la pijama sin quitarme la toalla, y aunque Jos ya me había visto varias veces desnuda, me seguía dando pena. Me puse las pantuflas y me senté en la cama, lo miré mientras peinaba mi cabello con el cepillo.
-¿Cuando fue?
-Hace tres años... en el cumpleaños de Alan.
-¿Y la margarita? -Señaló mi muñeca, la miré y sonreí.
-La hice por ti, ¿recuerdas que me regalabas margaritas? Desde entonces se convirtieron en mis flores favoritas. -Sonreí y lo miré, él también sonreía. Se acercó a la cama y se sentó junto a mi, dejé de cepillar mi cabello.
-¿Me amas? -Me preguntó. ¿No era obvio?
-Más que a ningún hombre en mi vida, más que un fin de semana, más que nada en este maldito mundo. -Le dije y comencé a llorar, pero enseguida limpié mis lágrimas.
-Me gusta otra mujer. -Confesó y apreté los labios para no llorar, también lo hice con mis puños. -Es Danna. -Ya no pude sostener mi llanto y lo solté. Él me abrazó y yo a él. -Perdóname, no sé ni cómo pasó.
-Tienes derecho de enamorarte de quien tú quieras, no porque yo te ame tu me tienes que amar, aunque eso sería genial. -Confesé y reí un poco.
-Es una arpía. -Dijo Jos y rió un poco.
-Y yo una mojigata mexicana. -Le dije y reí, él también lo hizo.
-¿Quieres salir a cenar mañana? -Me preguntó y asentí con la cabeza.
-Quiero ir a pizza planeta.
-Habia pensado de otro lugar.
-¿Donde?
-Será una sorpresa. -Me dijo con una sonrisa.
-Llevaremos a la niña, ¿verdad? -Jos negó con la cabeza.
-Solo tu y yo. -Sonreí ampliamente cuando escuché eso "sólo tú y yo" "sólo tú y yo" "sólo tú y yo".
Al día siguiente...

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CAMBIO DE PORTADA 13 DE ENERO 2019