¿Nunca lo has pensado? {Joshua & Tú}

Capítulo 26

Después de la charla con Dino, me fui a casa. Eso era lo correcto, no quería que Joshua estuviera triste el tiempo que me quedaba aquí. Una vez llegué a casa, subí a mi habitación y me puse a estudiar.

Al día siguiente, me levanté sin ganas de hacer nada. Me preparé y esperé a Joshua para salir. Una vez listos, salimos de casa.

—¿Qué tal has dormido? —preguntó.

—Bien...

Se me hacía difícil mirarlo a los ojos. La culpa me consumía, seguramente se enfadaría, y más si yo era la que no se lo decía. Una vez llegamos a la puerta del instituto, sentí como me daba un beso en la mejilla.

—Entremos —dijo regalándome una sonrisa.

Mis ojos se humedecieron, pero debía ser fuerte. Fui con el y entramos a la clase. Las clases empezaron, tomé apuntes, hice ejercicios y hicimos un examen. La hora del descanso llegó, así que recogí, y salí del aula. Me senté en uno de los bancos, y en él estaba Chan.

—Hola —dije—, quería hablar contigo.

Me miró y solo asintió.

—¿Tu estás de acuerdo en irte?

—Realmente, no me importa, la mayoría de los amigos los tengo en Estados Unidos.

—Bueno, quería preguntarte sobre el día.

—Mi madre me ha dicho que el vuelo sale un día después de acabar las clases. El vuelo sale a las 7 am, así que te esperaré en tu casa a las 5 am, más o menos, los boletos ya los tengo yo.

—De acuerdo... ¿Dónde nos alojaremos?

—En mi casa, tus padres dijeron que hasta que consigan un alojamiento para ti, te quedarás conmigo.

Asentí. Dejamos eso a un lado y hablamos los dos de diferentes cosas. Debíamos llevarnos bien.

Volvimos a clase, me senté y saqué una libreta, preparada para volver a trabajar. Acabé de hacer el trabajo, así que pude descansar un rato. Me puse a hacer cuentas. Faltaban 4 meses para acabar las clases, y algunos festivos de por medio. Podía estar algunos días con Joshua y con Wendy y Lisa antes de irme.

Las clases terminaron, me esperé a Jisoo y salimos de allí. Le cogí la mano y durante el camino platicábamos.

—Oye —dijo parando en seco—, como mañana es sábado... ¿Quieres ir al parque de atracciones?

Una sonrisa se formó en mi rostro y asentí repetidas veces. Me cogió más fuerte de la mano y fuimos corriendo en dirección allí. Una vez llegamos, mis ojos se iluminaron al ver tantas atracciones. Entramos y fuimos a diferentes lugares. Primero a una montaña rusa y después a las tazas.

—¿Quieres un peluche? —me preguntó.

—Si pudiera ser... —dije con un puchero.

Él rio y fue hacia un puesto de disparos. Con algo de suerte pudo ganar, me dio el peluche y de agradecimiento le di un pequeño beso. Era un pequeño borrego blanco, con un lazo en el cuello.

—Gracias, lo cuidaré.

La noche había caído, y como último destino habíamos decidido ir a la noria. Fuimos a la cola y estuvimos esperando hasta nuestro turno. Subimos y observamos los alrededores mientras ascendíamos. Era como una niña pequeña observando desde las alturas.

—Wow, que alto estamos —dije con una sonrisa mirándolo.

Los dos nos miramos. Nos fuimos acercando y por último juntamos nuestros labios en un mágico beso. Había visto estas escenas en muchas películas y en algunos libros. Ahora entendía el porqué era un momento tan especial. Nos separamos y nos regalamos una sonrisa.

—Te amo —me dijo.

—Yo mucho más.

Y seguidamente nos abrazamos. Fue un momento del que me gustaría recordar siempre.

Ojalá siempre fuera así, pero lamentablemente no podía ser.