Capítulo 35

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Narra (TN)

—Perdona, estoy ahí en cinco minutos. —dicho esto colgué el teléfono.

Guardé mi móvil en mi bolso, cogí los papeles y archivos que tenía que entregar hoy y los guardé también. Revisé por última vez el interior del apartamento para ver que todo estuviera en orden, y una vez lo confirmé, salí de allí. Cerré la puerta detrás de mí y guardé las llaves en mi bolso. Seguidamente, busqué con la mirada algún taxi que pasara por la zona. Al ver uno, alcé la mano y este paró a mi lado. Subí al vehículo y me puse el cinturón.

—Lléveme al distrito financiero, por favor. —dije acomodándome un poco.

El conductor asintió y comenzó a conducir hacia el lugar. Saqué el móvil para ver que hora era. Eran las 8:50 am, y debía estar en el edificio antes de las nueve en punto. Aún me quedaba tiempo para llegar, estimaba que en unos siete minutos estaría ahí.

—Gracias, aquí tiene. —le tendí el dinero al conductor.

Este me lo agradeció, y una vez guardó el dinero siguió su camino. Yo me peiné un poco mientras llegaba a la empresa, arreglé mi vestimenta y fui hacia la entrada. Una vez llegué, pensé en el lugar el cual se me había asignado para la reunión.

—Buenos días, señorita (TN). —dijo la recepcionista. —Acorde a su horario, la reunión se realizará en la quinta planta, exactamente en la sala 8. —terminó con una sonrisa.

Le agradecí y me despedí con una ligera reverencia. Tomé el ascensor y pulsé el botón que me llevaría a mi destino. Estaba un poco nerviosa, ya que hoy asistiría uno de los empresarios más importantes para la compañía.

—Encima la alarma no se encendió, y he tenido que venir corriendo, lamentable. —me crucé de brazos y suspiré.

Miré por última vez la hora y pude llegar a tiempo. El ascensor paró y busqué con la mirada la sala indicada. No tuve que buscar mucho, ya que vi a mi compañero esperando en la puerta para entrar.

—Por los pelos no llegas. —me dijo aliviado acompañado de un suspiro.

—Lo siento Mark, ya sabes que siempre me pasa lo peor en los momentos más importantes. —dije con una risa nerviosa.

—Bueno, entremos. —me sonrió y dicho esto abrió la puerta.

Vi a algunos oficinistas y compañeros tomando asiento. Entramos con una reverencia y nos sentamos en los asientos libres. Antes de que empezara la reunión, saqué los documentos de mi bolso y las preparé en la mesa.

—Perdonen la demora, ya podemos empezar la reunión. —los presentes en la sala nos giramos y vimos al CEO de la empresa entrar.

La reunión fue mejor de lo esperado. En esta ocasión, debíamos llegar a un acuerdo entre nuestra empresa y otra, la cual había pedido alianzas para crecer más en el mercado. Nuestra compañía era de telecomunicaciones, y en los últimos años había crecido bastante.

—Entonces, damos por concluida esta reunión. —dijo un empresario.

Los demás nos levantamos e hicimos una reverencia de despedida. Hecho esto, salimos de la sala.

—Ha sido una mañana extensa, no pensé que durara tanto la reunión. —dije un poco cansada.

—Ya ves, tres horas de reunión, yo ya me estaba durmiendo.

Reí por su comentario.

—¿Te parece si vamos a la cafetería a por algo de comer? Creo que ni te ha dado tiempo de desayunar. —dijo Mark algo apenado.

—Has dado en el clavo, vamos.

Cogimos el ascensor y nos dirigimos hacia la segunda planta, que era donde residía la gran cafetería. Una vez la puerta se abrió, salimos del ascensor y entramos al gran comedor.

—¿Qué tomarás hoy? —preguntó.

—Pues un café y supongo que un brownie.

—Ya veo, yo cogeré un zumo de naranja y ya.

Y así hicimos, compramos lo antes mencionado y nos dirigimos hacia una mesa para dos, la cual, a través de la gran ventana de cristal, se podía ver toda la zona industrial de San francisco. Empecé a comer, es verdad que esta mañana no había probado bocado, y el tener que aguantar toda una mañana una charla aburrida en una sala con diez personas, no favorecía mucho.

Mark terminó su zumo de naranja. —Voy al lavabo un momento, ahora vuelvo. —yo asentí y lo vi marchar.

Si me ponía a pensar, había sido una coincidencia enorme el encontrarme con Mark en la universidad, estudiando telecomunicación, y más aún acabar trabajando en la misma empresa.

Desde que dejé el instituto, me mudé a San francisco para seguir estudiando, un cambio de aires. Chan se opuso un poco, ya que me decía que era una ciudad muy grande para una chica como yo. Reí al recordar eso, espero que el haya podido seguir estudiando magisterio como él quería, hacía tiempo que no sabía nada de él.

—Wendy y Lisa me dijeron que vendrían de viaje, ya quiero verlas. —dije en un susurro.

Y es verdad, hace unos días ellas dos me dijeron que vendrían de viaje a San Francisco para verme, de paso me pedí la semana libre, y así poder estar toda su estancia con ellas. Además, la relación de Mingyu y Wendy dio sus frutos, ahora estaban comprometidos. Que vueltas daba la vida.

Me levanté con un suspiro y fui a dejar la bandeja en su sitio para después esperar a Mark. Mientras caminé para devolverla, alguien chocó conmigo sin querer.

—Ah, perdona no quería golpearte.

Negué con la cabeza.

—No pasa nada. —le miré con una sonrisa. —¿Eh? —me quedé perpleja al ver su rostro.

¿Nunca lo has pensado?  {Joshua & Tú} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora