Capítulo 3

1.6K 85 8
                                    


NARRA (TN)

Esto no podía estar pasando. Ese idiota no podía vivir en mi casa, no, de ninguna manera.

—¿Por qué él tiene que vivir en mi casa? —pregunté algo alterada.

—Yo no lo decidí, fueron sus padres. Si desea, hable con ellos. Les damos permiso para llamar.

—De acuerdo, llamo yo primero —me dirigí a la puerta. Hice una reverencia—. Gracias por avisar.—Salí de allí.

Me dirigí a la sala en dónde había un teléfono. No nos dejaban usar el nuestro, ya que estaba prohibido encenderlo en las horas escolares. Entré a la sala y llamé a mi madre.

En la llamada

—¿Hola, quién habla?

—Soy yo, (TN).

—Ah, ¿qué tal estas?

—Se podría decir que bien, pero he de hacerte una pregunta. ¿Es verdad que vosotros y los padres de Joshua habéis hecho un acuerdo?

—Sí, el caso es que su padre, trabaja en la oficina de tu padre. Se ve que unos familiares de ellos se fueron a vivir a su casa. Entonces, Joshua no tenía espacio, así que tu padre le ofreció de quedarse en casa.

—Pero ¿Por qué ha de quedarse, no puede ir a un hotel o algo? – Fruncí el ceño.

—Lo siento, pero el acuerdo ya está hecho, no íbamos a dejar a Joshua en la calle.

Por mí se podría quedar en la calle.

—Además, —siguió ella—. ¿Tan mal te cae?

—Verás, no puedo, estar tranquila con él, me pone de los nervios.

—Bueno, lo mejor que puedo decir es que te adaptes.

—¿Cuánto tiempo se quedará?

—Este año se supone, no es seguro.

Suspiré. —De acuerdo, adiós, te quiero.

—Adiós amor.

Fin de la llamada

Salí de la sala algo enfadada. No sabía si podría soportar a ese estúpido durante un año. Volví a la sala del director y le dije que volvería a la clase. Al volver, me senté en mi asiento y la clase empezó. No podía concentrarme por lo que iba a pasar. Solo me quedaban unas horas de libertad en casa hasta que Joshua viniera.

Al acabar las clases me fui a un parque con Mark, uno de los chicos más populares. Nos sentamos en un banco y comenzamos a hablar de lo sucedido.

—Y bueno ¿Qué tal te ha ido hoy?

—Fatal, ¿sabes el nuevo, Joshua?

—Sí, ¿Qué pasó? —Enrolló su brazo en mi espalda.

—Pues sus padres han hecho un acuerdo con los míos y él se tiene que ir a vivir a mi casa.

—Oh, lo siento, espero que no te sea una carga.

—Gracias, siempre puedo contar contigo. —Lo miré y le sonreí.

—Me tengo que ir. Te deseo suerte. —Me dio un beso en la mejilla.

Se despidió y los dos nos separamos para dirigirnos a nuestro hogar. Al llegar, abrí la puerta y me tiré al sofá. Blanca vino a saludarme, yo le acaricié la cabeza y le sonreí.

—Mañana tendrá que venir una persona nueva. Pórtate bien porqué no queremos enfadar a papá y mamá.

Me levanté y fui a la habitación. Hice los deberes, me duché y puse mí pijama. Finalmente me fui a la cocina a cenar.

Cuando acabé, lo recogí todo y fui a la habitación para poder descansar.

Sonó la alarma, ya era por la mañana. Hoy vendría Joshua por la tarde. Cada vez le tengo más asco. Hice mi rutina de siempre. Una vez lista, me fui rumbo al instituto. Una vez allí, me junté con Lisa y le estuve explicando lo que sucedería hoy. Joshua llegó, pero no me miró si quiera. Las clases pasaron rápidas, a decir verdad. No se si eso es bueno o malo. Volví a casa y Wendy me quiso acompañar.

—Bueno, nos vemos. —Me abrazó.

—Gracias por acompañarme, adiós.

Entré en casa y lo preparé todo hasta que el llegara. Estaba muy nerviosa, aún faltaba una hora. Cogí el ordenador y me puse a revisar mensajes y más cosas en la cocina.

Sonó el timbre. Me sobresalté y fui a abrir, no quería que le viniera. Al abrir la puerta lo vi allí.

Ya estoy aquí dijo sin ganas.

¿Nunca lo has pensado?  {Joshua & Tú} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora