Capítulo 28

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Narra TN

Después de esa larga siesta al lado de Jisoo, mis ojos se abrieron. Miré la hora, 10 pm. No tenía ganas de levantarme. Me volví a acostar al lado de él y miré el techo.

—(TN), no quiero volver a mi habitación.

—Pues si quieres quédate, no tengo problema. —Le acaricié el pelo—. ¿Tienes hambre?

—No, ¿tú?

—Tampoco, además que me da pereza tener que cocinar ahora que estoy tan bien aquí. —Lo miré.

Ni siquiera nos levantamos para ponernos el pijama. Nos metimos entre las sábanas y volvimos a acurrucarnos juntos. Estiré el brazo y la habitación se volvió oscura al apagar mi lámpara, solo la luz de la luna iluminaba la habitación.

—Oye (TN), me gustaría que más veces durmiéramos así, juntos.

—A mí también me gustaría que fuera así... deseo que lo sea...

El sueño me consumía hasta que mi parpados cayeron. Antes de poder conciliar un sueño profundo, sentí como algo húmedo se posaba en mis labios y como me hundía en el pecho de él.

Me gustaría que fuera así, siempre.

Pasó un mes después de eso, solo faltaban dos más, así que tenía que aprovechar mi estancia aquí. Hoy había quedado para ir con Wendy y Lisa al centro comercial, así que me desperté temprano, me duché, vestí y maquillé. Más tarde bajé a desayunar. Al acabar salí de casa y fui a la parada de autobuses, habíamos quedado allí. Vi al vehículo acercarse, así que me levanté del asiento y las puertas se abrieron. El trayecto fue normal, nada fuera de lo común. Una vez llegué, las vi a las dos esperar delante de la puerta.

—Hey, ya llegué —dije saludándolas.

—Oh, hola, ¿entramos?

Pasamos todo el día allí, compramos ropa y más cosas, hacía tiempo que no salía con ellas. Entramos a un restaurante y nos sentamos en una de las mesas.

—Ay, había demasiada ropa que me gustaba, pero tengo que controlarme —dijo Lisa riendo.

—Yo también, sobre todo la primera tienda. —Miré a Wendy—. ¿Y tú?

Wendy estaba algo distraída, miré en su dirección y vi que miraba al mostrador.

—¿No os parece guapo ese chico?

Las dos nos giramos, vimos a un chico bastante alto, una tez algo morena y podía decir que era guapo.

—Uyuyuy, parece que nuestra Wendy está enamorada —dije a Lisa y nos pusimos a reír.

—No os riais. —Nos dio un leve golpe en el brazo.

—Ves a hablarle.

—¿Me veis con esa valentía?

—Si no lo haces tú, lo haré yo.

Llamé la atención del chico para que viniera a servirnos.

—Hola, ¿qué queréis pedir?

Empezamos a ordenar lo que queríamos comer. Me hacía gracia la cara de Wendy y reía por lo bajo. Cuando acabamos de comer, las dos se fueron al lavabo y me dejaron su parte para pagar. Me levanté y fui al mostrador.

—Aquí tienes. —Le dejé el dinero.

—Gracias.

—Oye, —miré alrededor— te quiero dar el número de mi amiga, se ve que se interesó un poco en ti —le guiñé el ojo.

—Oh, ¿gracias? —se puso a reír y guardó el papel que le había dado en el bolsillo.

—Bueno, nos vemos.

Me despedí de él y salí cuando las vi salir del lavabo.

Ahora mismo estaba en clase. La mano me dolía de escribir tanto, los profesores se pasaban. Finalmente, las clases acabaron y llegó el mediodía. Guardé todo en la mochila y me dirigí a la puerta para ir al comedor. Estaba por salir, pero noté que alguien me cogió del brazo y me alejaba de los demás.

—¿Qué haces? —era Joshua.

—Oye, no tengo ganas de seguir aquí, y sabes que tú tampoco.

—¿Qué tramas?

—Quiero proponerte algo, ¿Qué te parece si los dos nos escapamos y vamos a casa?

—¿Me lo estás diciendo en serio? No podemos irnos.

—Bueno... Yo me iré, si quieres quédate aquí y sigue tomando apuntes, además, ¿no te apetece pasar la tarde conmigo?

—¿Me estás sobornando?

—Tal vez, ¿Qué dices?

Me lo pensé varias veces, nunca había sido rebelde, ¿Por qué no intentarlo?

—Vale, tú ganas.

Fuimos los dos sigilosamente a la clase y cogimos las mochilas. Sin que nadie nos viera, salimos cogidos de la mano del instituto corriendo. Corríamos por las calles mientras llegábamos a casa, nunca lo había hecho, pero sin quererlo sonreí.

Llegamos a casa y entramos riendo.

—Wow, se siente bien saltarse clases.

Tiré mi mochila al suelo y me estiré en el sofá. Lo miré y colgó su chaqueta en el perchero. Cerré los ojos, pero sentí una presencia encima de mí.

—¿Qué haces?

—Bueno, si quería saltarme clases, sería para hacer cosas, ¿no crees? —una sonrisa ladina se formó en su rostro.

Me sonroje, y mucho, ¿quería hacer... eso?

—Que pervertido eres. —Me tapé la cara con las manos.

—¿A caso nunca has tenido ganas?

Desvié mi mirada y él solo rio. Me quitó las manos de la cara y me besó. Nos separamos y lo miré a los ojos. Me aventuré a ello, y enrollé mis brazos en su cuello. Nos volvimos a besar, pero esta vez con más intensidad. Su manó la llevó a mi cintura. Pasó de mis labios a mi cuello, su rodilla la posicionó entre mis piernas y no pude evitar soltar un leve gemido. Le empecé a desabrochar la camisa y a acariciarle el abdomen. Me levanté, él también. Caminábamos hacia la habitación mientras nuestros labios se juntaban, luchando para ver quien tomaba el control. La ropa sobraba y fue cayendo mientras subíamos las escaleras, nuestros cuerpos empezaban a calentarse. Llegamos a mi habitación. Abrí la puerta y entré con él, seguidamente la cerré y lo empujé a la cama.

Los días pasaban, había pasado estos días estudiando, pasando tiempo con Dino, Lisa y Wendy y Joshua. Pero el día había llegado. Ayer me despedí de las chicas y de Dino. Mis maletas estaban en la entrada y vi al coche de Chan llegar. Llamé a Dino.

—Hola, ya me voy... si Joshua pregunta por mí, dile que ya me he ido.



Ya volví xd, se que no pude hacer un lemon :p pero algo es algo ¿no? Xd bueno, gracias por esperar por actualizaciones, soy una lenta ;-;

Bai <3

¿Nunca lo has pensado?  {Joshua & Tú} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora