Continuación II Día 8

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Los chicos entraron y me ayudaron a levantarme. Estaba muy mareada, menudo golpe me había dado. Cal me acompañó a la habitación y los chicos venían detrás.

- ¿Cómo estás? -preguntaba Ash.

- Bueno, un poco mareada -le respondo.

- Porfavor traer hielo -dice Luke.

Por primera vez en siete días, casi ocho, que llevo con ellos; Luke estaba verdaderamente preocupado.

- Está bien, yo bajo -dice Mickey.

Mickey bajaba las escaleras cuando las chicas salían con el cachorro en brazos.

- ¿Y eso? -dice Mickey.

- Mierda -maldice María.

- Después te lo explicamos, ahora vamos a la habitación -dice Laura.

Las chicas bajaron al cachorro al jardín.

Mickey volvió con una bolsita de hielo.

- Gracias Mickey -le digo.

Cal me puso la bolsita en la zona en la que me había dado el golpe.

- Chicos bajemos un momento, las chicas tienen que decirnos algo -dice Mickey.

- Luke sujeta tú porfavor, se me hiela la mano -dijo Cal después de un buen rato.

- No hace falta, lo sujetaré yo misma -digo cogiendo la bolsita.

Ash, Mickey y Cal se fueron a ver que querían las chicas. Supuse que le darían el cachorro a Mickey y me daba rabia no poder estar ahí.

- De eso nada -dice Luke quitándome el hielo- Por una vez no me discutas y deja que te cuide.

- Está bien -dije anonadada por aquella respuesta- Pero quiero bajar con las chicas -dije.

- Ya las verás luego, ahora descansa -me exigió él.

- Luke tenemos que bajar, aunque sea un momento. Después te haré caso pero bajemos -dije intentando convencerle.

- Bueeno..está bien -dijo ayudándome a levantar- Pero yo te acompaño -dijo.

Bajé las escaleras con la ayuda de Luke, todavía estaba bastante mareada.

Salimos al jardín.

Mickey estaba tirado en el suelo jugando con el cachorro, Ash grababa y Cal se reía.

Las chicas estaban sentadas tomando algo y viendo como Mickey jugaba con el cachorro.

- ¿Ya le habéis puesto nombre? -Dije.

- Aub, ¿Cómo estás? -dijeron ellos.

- Bueno, mejor -dije mientras podía sentir como Luke hacia señas, llevándome la contraria, por mi espalda. Le golpe levemente con el codo para que se callase y nos reímos.

- Bueno estamos pensando el nombre -dijo Mickey- Muchas gracias chicas, me encanta -añadió.

- Que mimado te tienen -dijo Cal riendo.

- No seas celoso que para ti también hay algo -dije riendo.

- Bueno para todos hay algo -añadió María.

- Sí, este es tu regalo por la semana que llevamos -dije dirigiéndome a Mickey.

- ¿Y el mío? -susurró Luke.

Le miré a los ojos y me eché a reir.

- Ya tendréis los vuestros, poco a poco -dijo María.

- Tendríamos que cenar -dijo Laura.

Navidades australianas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora