Navidades australianas.

Continuación II Día 10

Nos levantamos y cogimos algo de merendar en la cocina.

Nos dirigimos a nuestra habitación, mientras lo chicos ayudaban a Luke a hacer la maleta.

Nosotras tan sólo doblamos cuatro camisetas, tres pantalones, ropa interior, bañadores y zapatillas.

Cuando cada una acabo de hacer su respectiva maleta, fuimos a ver que tal iban los chicos.

- Knock Knock -llamamos a la puerta.

- ¿Se puede? -dice Laura.

- Sep -responden ellos.

Abrimos la puerta. Y lo primero que vemos es ropa por todas partes, Luke en el ordenador y los demás hablando. Y cómo no, la maleta sin hacer.

- ¿Y esto? -dice María alucinando.

- Esto, es lo que pasa cuando nos encargais que hagamos la maleta -dice Ash riéndose.

- Anda, trae -digo cogiendo la ropa.

- ¿Te parece bien esto? -dice María enseñándole la ropa que íbamos cogiendo y que Laura iba colocando en la maleta.

- Si -dijo Luke sin mirar a penas.

- Pues ya está, solo queda meter la ropa interior -dijo Laura.

- En el segundo cajón -dijo Luke.

- Muy bien, ahora te levantas y la coges -le dije riéndome.

- Que delicadilla -dijo Cal cogiendo y guardándola.

- Muy bien, ahora a mi casa -dijo Mickey.

- Venga,  que ya son las seis y cuarto y se nos hará de noche cuando no estemos en casa. Como siempre -dice María.

- Nunca fue un problema eso -vacila Cal.

- Ya, pero mañana tendremos que salir temprano y me gustaría descansar bien -dice Laura.

- Bueno, se han puesto responsables -vacilaba Luke.

- Habló el más divertido de todos -le vacilo.

Sinceramente si las malas miradas de Luke lanzasen cuchillos, estaría muerta hace tiempo.

- Por cierto, me niego a dejar a  Mini yo aquí. Viene con nosotros -dijo Mickey.

- Bueno vale, pero vayamos ya a tu casa -insisto.

Fuimos andando hasta casa de Mickey y la madre había salido a comprar.

Fuimos a la habitación y, por lo que pude ver, no soy la única desordenada.

- Después te quejas de mi -decía Luke riendo.

- Pero yo por lo menos lo admito -dice Mickey.

- Puoo -dice Cal.

Entonces Luke y Mickey empiezan a pegarse de broma.

- Venga,  después os pegáis. Hacer  la maleta vagos -dijo María riendo.

- ¿Tenéis mucha prisa hoy no? -decía Cal.

- No, pero se nos va la tarde y no haremos nada -dice María.

- Bueno, como ya es tarde. Podemos relajarnos y pasarlo bien haciendo el tonto mientras hacemos la maleta. Y como la última parada es mi casa, dormimos allí -dice Ash.

- Okay -digo tirándome en la cama y cayendo cerca de Luke.

- Perdona aquí estaba yo -dice él serio.

- Perdona, ahora estoy yo -digo empujándole y riéndome.

- ¿Si? Pues me parece que no -dice él empezando una guerra de empujones sobre la cama.