Navidades australianas.

Día 11

Mi alarma empezó a sonar y me desperté poco a poco. Cogí mi móvil, que estaba en el bolsillo de mi pantalón, y apagué la alarma.

Son las cinco y salimos a las nueve, así que me tomé mi tiempo para levantarme.

Estaba dormida, boca abajo, sobre el pecho de Luke. Y él tenía sus brazos en mi espalda. Tenía la cabeza ligeramente echada hacia atrás, apoyándose en Cal. Quien estaba prácticamente sentado y con los brazos cruzados.

Continúé mirando el sofá y me encontré con Laura. Estaba tumbada, hecha una bolita con la cabeza en las piernas de Mickey.

Mickey tenía la mano en la cara de Laura, como si le hubiese apartado el pelo para verla mejor. La cara de Mickey dormido, es muy tierna.

Y por último, estaban María y Ash. Recuerdo que se habían dormido tumbados mirándose el uno al otro. Pero ahora María le estaba dando la espalda y él tenía el brazo sobre ella.

Estábamos para una foto, verdaderamente parecíamos hasta buenos durmiendo.

Acaricié la cara de Luke, pero él ni se inmutó. Me quedé observándole, viendo como toda su cara estaba relajada. Viendo como por un momento,  estaba callado y no me discutía nada. Aquellos ojos azules que tanto hipnotizan, estaba cerrados.

Volví a acariciar su cara con mi mano derecha, rozandole únicamente con mi dedo índice.

Luke empezó a despertarse. Abrió sus ojos lentamente y se asustó un poco al verme tan cerca de él. Pero poco tardó en convertir aquella mueca de susto, en su pícara sonrisa.

- Buenos días Hemmings -le susurré sonriendo.

- Buenos días Aub -me respondió él - ¿Qué hora es? -preguntó.

Miré el reloj, y me llevé una sorpresa al comprobar lo rápido que pasa el tiempo cuando le observo.

- Son las seis de la mañana -le respondí.

- ¿Y qué haces despierta? -dijo- He notado tus ojos posados en mi durante un buen tiempo -dice riendo.

- Oh no, verás.. Yo solo miraba a Mickey. Se ve gracioso dormido -le dije.

El se giró para comprobar que éramos los únicos despiertos.

- Venga, te acompañó a desyunar. Déjales descansar un poco -me dijo incorporándose lentamente.

Se levantó y fuimos a la cocina a hacer el desayuno.

-----Narra María-----

El frío me despertó. Así que cogí mi móvil para ver que hora era.

Eran las seis y cuarto y todos parecían estar dormidos. Menos Luke Y Aub que, al juzgar por los ruidos de la cocina, deben estar desyunando.

Me giré para ver a Ash. Le tenía delante, se le veía tan tranquilo. Tenía una cara de estar soñando algo tan bonito. Me encantaría saber que pasa por su cabeza ahora mismo,  meterme en su sueño estaría genial.  Pero debo conformarme con tenerle al lado, que ya es bastante.

Hasta dormido lleva puesta aquella sonrisa que tanto me gusta. Aquella sonrisa que no se quita ni para el peor de los días.

Ash me movió y pensé que sería buena idea despertarle.

Dibujé su rostro con mis dedos, creándole unas ciertas cosquillas por su cara. Abrió los ojos y me encontró allí, pegada a él.

Ash se estiró y seguidamente bostezó. Se frotó los ojos y se quedó mirándome.