Nos sentaron en una mesa de 10 persona y todavía no había nadie, o eso pensaba, hasta que el trío ‘Lalala’ llegó a la mesa con algo de bebida.
- Dime que es una broma… -dijo Laura en bajito.
- Antes de nada, queremos que sepáis que queríamos invitaros a comer a modo de disculpa. –dijo quien hoy parecía tener más frío que el otro día.
No pude evitar reírme, parecía una continua pesadilla. Y lo peor, los chicos las creían.
- Si de fingir se trata, no serán ellas quienes me dejen mal a mí. –Me susurró Laura- Pues claro bonita, no pasa nada. Encantada nos sentaremos a comer con vosotras. –dijo a regañadientes.
Los chicos parecieron creernos así que esta actuación siguió en pie.
Apuntamos lo que pediríamos y, aunque me moleste, debo admitir que Leslie tenía gustos en común conmigo.
- Ahora entiendo por qué no ha parado de mirar a Luke desde que llegamos. –susurré.
Llegó la comida y poco tardamos en acabarla, aquella caminata nos había dado hambre.
Lilith y Laura coincidieron cogiendo la última empanadilla que quedaba y, conociendo a Laura, esto no acabaría muy bien si no era ella quien se la comía.
- Oh, perdona. Cómetela tú. –dijo como mosquita muerta Lilith.
Laura no iba a dar rodeos y mucho menos se mostraría amable con alguien como ellas.
- Si tú lo dices. –dijo comiéndosela de un bocado y dejando a Lilith boquiabierta.
Nosotras nos reímos. Conocemos a Laura de hace mucho y estaba claro que no cedería su empanadilla, mucho menos seguiría el juego de ‘Comételo tú, no tú…’
Luke me pasó un papelito por debajo de la mesa, que no pude leer debido a lo atenta que estaba Leslie de nosotros.
- ¿Qué pasa Luke? ¿Se te ha caído algo? –dijo Leslie.
- Cómprate una vida. –sugerí ligeramente.
- ¿Qué dices? No te oigo. –dijo ella.
- Dice que ella se compró el mismo top hace un tiempo. –me cubrió María.
- Ah, bueno, me cuesta creerlo. Es de talla única. –dijo sugiriendo que yo no tenía la misma talla que ella, es decir, me llamó gorda.
- Si así fuese, tú no entrarías en él. –volví a susurrar.
- Aub, no sé si soy yo o es que hablas muy bajo. –dijo riéndose aquella imbécil.
Pude darme cuenta que las chicas hacían un gran esfuerzo para aguantarse la risa. Pero la sorpresa me la llevé al ver la cara de Luke, que me miraba con algo de odio. ¿Cómo pude olvidarlo? Él aún piensa que ellas han venido aquí con buenas intenciones.
Juro que no eran pocas las ganas que tenía de repetírselo y darla un puñetazo. Pero, por Luke, me lo aguantaría y continuaría disimulando.
- Digo yo que podrías irnos ya ¿No? –me cubrió Cal.
- Si os parece, por mí también. –contestó Lenia.
Nos levantamos para irnos y le tiré un beso a Cal en forma de agradecimiento por sacarme de ese aprieto.
Antes de irnos fuimos al baño y, cómo no, las ‘Lalala’ nos siguieron.
- Gracias por no hacérnoslo difícil. –dijo Lenia retocándose en el espejo.
- No hay nada que agradecer. Vosotras haríais lo mismo ¿Verdad? –dijo María.
- Verdad. –dijo Leslie.
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Navidades australianas.
RomanceLasPolens están acostumbradas a pasar las navidades en países diferentes. El destino de este año sería Australia, pero lo que ellas no sabían es que habría varios contratiempos que cambiarían por completo sus planes allí .