Navidades australianas.

Día 7

Hoy era el 7 día que pasábamos con ellos. Las chicas y yo habíamos planeado agradecérselo de algún modo, pero todavía no sabíamos cómo.

Me desperté, no era muy tarde ni muy temprano. Podrían ser las diez de la mañana. La playa se veía muy bien, el sol brillaba radiante y ellas seguían dormidas. El mar estaba tranquilo así que decidí meter un rato los pies en el agua, y después  las despertaría. Me puse los cascos y me aislé del mundo.

Ahora mismo un terremoto podría arrasar con la ciudad, que no me enteraría.

Nada importaba, todo se basaba en mis canciones y lo que ellas me hacían sentir.

Derepente, la reproducción aleatoria de mi móvil deleitó a mis oídos con Never gonna be alone de Nickelback. No me lo pensé ni un momento, y empecé a cantar.

-I won't let you fall..-se me oía decir.

Pasado un rato, me quité los cascos y me incorporé para ir a despertarlas. Para sorpresa mía, cuando me di la vuelta los vi a todos despiertos desayunando. ¿Cuánto tiempo llevaban viéndome? Que vergüenza.

Llevaba en la mano izquierda mis chanclas y en la derecha mi móvil.

-Buenos días- dije acercándome a ellos y tomando uno de esos vasos deshechables para tomarme un té.

-Buenos días, se te veía entusiasmada cantando- me vacilaba Ash.

-JA Ja gracioso- le dije yo

Terminamos de desyunar y nos preparamos para irnos. Recogimos todo y cogimos nuestro bolso para cambiarnos de ropa.

-¿Y nuestra ropa?- dice María abriendo el bolso, mientras los chicos se levantaban.

-En el bolso- decía Laura.

- Esta no sé, pero mi ropa no es- dice sacando camisetas estampadas rotas y pantalones largos negros.

-¿Qué es eso?- digo confusa.

Llegué a pensar que era el bolso de los chicos, y muy confundida no estaba.

- Nuestra venganza- decían los chicos partiéndose como si del mejor chiste del mundo hablásemos.

- Venga vale bonita broma, ahora darnos la ropa- decía Laura.

-¿Cuál?  ¿Esta? - Decía Calum mostrándonos parte de nuestra ropa,  mojada y sucia.

- Oh dios, ¿qué nos ponemos ahora?- digo, pues sólo llevábamos el bañador y no íbamos a ir por la calle solo con eso.

- Pues la ropa nuestra que os hemos dejado en ese bolso- decía Luke riéndose como nunca lo había hecho.

-Sois unos capullos- dice Laura riendo por no llorar.

- Seguro nos quedan mejor a nosotras que a vosotros- dice María con chulería.

Nos pusimos su ropa, la verdad nos quedaba bastante bien. Pero parecíamos góticas o chicos, si no fuese porque tenemos tetas y pelo largo, la gente pensaría que somos tíos.

- Os habéis lucido con la bromita - digo mientras andábamos.

-Quizás no sea la mejor, pero tiene gracia y no hace daño a nadie- dice Luke.

-Nuestra venganzas siempre son mejores- Aclara Laura .

Dimos un paseo por la zona y los chicos se pararon en una tienda de música.

-Oh dios, amo estas baquetas- dice Ash.

Calum había estado fijándose en una nueva correa para su bajo, Luke se enamoró de unas pegatinas y unas cuantas púas y a Mickey le gustaron unas púas y pulseras que había visto. Nos quedamos con eso, podían ser buenas idea de regalo de Navidad.