Navidades australianas.

Continuación Día 8

- Chicos arriba -dice Laura- Llegáis tarde a la reunión -añade.

- ¿Qué reunión? -Dice Mickey dormido.

- Mierda la reunión -dice Luke levantándose deprisa.

Todos salieron corriendo al baño, para arreglarse e irse, dejando la habitación inundada de nuestras carcajadas.

- Todavía os queda una hora -dice María mientras ellos corren.

- Creo que no nos han oído -dice Laura al ver que ellos corren escaleras abajo y se van.

- No pasa nada,  cuando miren la hora se acordarán de nosotras -dice María riendo.

Bajamos para hablar con Liz y ponernos manos a la obra.

- La madre de Ash me ha dicho que mañana vuelven, y que podría pasarse por aquí con Harry y Lauren -nos informa Liz.

- Bien -decimos nosotras.

- Sí, pero os quedan 3 sorpresas por pensar -añade Liz.

- Bueno, Cal me dijo que ama como hace su madre los spaguettis. Y pensé que quizás podría venir la madre a hacer la comida y para sorprenderle, traer a su hermana -propuse.

- Me parece buena idea, sólo quedan dos -dice Liz.

- Bueno, Mickey es hijo único y a la madre la ve bastante seguido -dice Laura.

- Sí, así que pensamos que regalarle algo de compañía estaría bien -dice María.

- ¿Compañía? -Pregunta Liz

- Sí, hemos pensado en un cachorrito -dice Laura.

- Sí, al ser hijo único,  este será como su hermanito pequeño -dije de broma.

- Me parece bien chicas, sois muy originales -dijo Liz.

- Y bueno tu hijo nos lo pone bastante difícil -añado

- Sí, porque a vosotros os ve siempre  -aclara Laura.

- Bueno me pondré manos a la obra con las demás cosas mientras pensáis en Luke -dijo Liz mientras se iba.

- A ver Polens, seamos creativas -dice María.

- Podemos llamar a algún amigo de la infancia -propone Laura.

- No conocemos a nadie -digo- ¡Ya lo tengo! -exclamo- Tanto a su familia como a los amigos siempre los ve siempre, pero nunca puede descansar de lo que viene siendo la fama -digo.

- No te entiendo, sigue contando -dice Laura.

- Podríamos llevar a Luke a un sitio alejado de todo tipo de comunicaciones y así podría disfrutar de si mismo -digo- Y podemos decir a los chicos y a la familia que vayan con él.

- O dejarlo como excursión de Polens y 5SOS -propone María.

- Me quedo con la segunda -dice Laura riendo.

- Pues venga, manos a la obra -digo dirigiéndome a la puerta.

Habíamos estado andando por los alrededores del y habíamos visto una cajita en la que habían abandonado a cuatro cachorros. Pero para cuando fuimos ,tan solo quedaba uno.

Era muy pequeño, de color negro y ojos claros. Encajaba perfectamente con los gustos de Mickey.

Cogimos aquella cajita, y con ella al cachorro. Lo llevamos a la veterinaria para comprobar que todo estaba bien y volvimos a casa.

Liz había hablado ya con la madre de Ash y con la madre de Cal, todo estaba resuelto y a ellos les encantaría la sorpresa.

Eran apenas las siete y quedaban dos horas para que los chicos viniesen a casa. Así que salimos un rato a conocer gente y hacernos fotos un tanto randoms.