Las cosas habían cambiado bastante desde que llegamos. Ellos tenían más confianza con nosotras y eso nos hacía sentir bastante bien. Más cuando eso ayuda a acercarnos a ellos y que ocurran momentos tan increíbles.
Bajamos al salón con Mini Clifford y le dejamos salir al jardín.
- Esta vez, yo te enseño mi música -le dice María a Ash sentándose en el suelo.
- Como usted quiera señorita -decía él tumbado en el sofá.
Estaban cara a cara, a centímetros uno del otro. Pero esta situación ya no asustaba a ninguno de los dos, a diferencia de los primeros días que pasamos aquí.
Verdaderamente se veían como algo más que amigos, pero no tenían la necesidad de poner etiquetas ni de complicarse la vida. Simplemente eran dos 'amigos' escuchando música juntos.
María se acerca y le da un beso en la frente, pues cuando entra en confianza no hay persona más cariñosa.
- Verdaderamente echaré de menos estos momentos, cuando os vayáis -dice él.
- Pues entonces tendremos que tener más momentos como estos antes de que me vaya, así tendrás más recuerdos a los que aferrarte cuando me extrañes -dice ella sonriéndole.
En segundo plano estábamos nosotros, jugando a la X-box.
Calum, Luke, Mickey y Laura jugaban y yo me turnaba con Cal.
Verdaderamente habíamos mejorado desde que llegamos, y eso que ya éramos buenas jugando.
- Somos unas cracks -dice Laura.
- Lo sé tata -le digo guiñando un ojo.
Mickey y Luke nos quitan los mandos para marcarnos un gol.
- Eh, tramposos -dije lanzándome a por ellos.
- Por aquí alguien no sabe perder -dice Laura tirando del mando para recuperarlo.
- Tata, ataque de risa -le dije.
Era un código que teníamos nosotras para referirnos a las cosquillas. Pero nosotras no las soportamos, del ataque de risa que nos provocan.
-Ok -me respondió ella soltando el mando y atacando a los chicos.
Calum estaba de su parte y tampoco quiso ayudarnos a coger el mando.
Hicimos una clara guerra de cosquillas, hasta no sé cómo acabamos con ellos tumbados boca abajo en el sofá y nosotras sentadas encima impidiéndoles levantarse.
- Tramposas -decían entre carcajadas.
- Ahh, no haber empezado -le dijo Laura.
Somos muy competitivas, pero a buenas. Sabemos controlarnos y es por eso por lo que casi siempre nuestras venganzas salen tal y como planeamos.
Los chicos se levantaron tirándonos al suelo y sentándose en nuestras tripas.
- Oh dios, ahora sí que vomitaré -dije haciendo fuerza para quitar a Luke de encima mía.
- Moriremos aplastadas -decía Laura agitando sus piernas para intentar liberarse de Cal, que cogía sus manos para evitar que les arañase con aquellas potentes uñas, y de Mickey, quien le había quitado el mando y estaba marcando goles aprovechándose de nuestra ausencia.
- Nos hacéis trampas porque sabéis que solo así nos ganaríais -Dice Laura.
- No lo dudes -digo riéndome.
- Creo que no os han bastado las cosquillas y tenéis ganas de seguir riéndoos -dice Luke.
Entonces Laura y yo empezamos a sacudirnos con la mayor fuerza que teníamos para poder liberarnos de aquella tortura.
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Navidades australianas.
RomanceLasPolens están acostumbradas a pasar las navidades en países diferentes. El destino de este año sería Australia, pero lo que ellas no sabían es que habría varios contratiempos que cambiarían por completo sus planes allí .