Continuación Día 13.

158 15 7
                                    

Por un momento pensé ¿Y ya está? ¿Y aquí se acaba todo? No podía ser, si me caía y no regresaba ¿Qué pasaría con todo lo que aún me queda por hacer? ¿Qué sería de mi gente, de mi familia, de todas aquellas experiencias que aún me quedaban por descubrir, de Luke, de LasPolens? Me niego a acabar así.

Y es muy triste que hasta que no sucede algo como esto, no sea capaz de darme cuenta de todo lo que me quedaba por hacer. Y lo único que se pasaba por mi cabeza era poder tener otra oportunidad. Otra oportunidad para hacer aquello que nunca hice, para derrotar mis miedos, para ser  y decir lo quiero, para ser verdaderamente yo, Aubrey Tomson.

Pero ya era demasiado tarde, estaba a punto de caerme por una cuesta que  causaría lesiones de las que dudaba poder recuperarme.

Entonces oí unos ruidos por los arbustos y la esperanza inundó mi cuerpo y mente. Miré a la nada, con esperanza de encontrarme con alguien, y entonces mi espalda tocó el césped. Y ahí fue cuando pensé que no había vuelta atrás, que ni el más poderoso super-héroe podría salvarme.

Cerré lo ojos, pensé que así todo sería más rápido. Y entonces, lo sentí. Aquel perfume tan familiar. Su calor invadió mi cuerpo cuando cogió mi mano. Mi cuerpo se frenó al instante y la mochila continuó rodando cuesta abajo.

Me atreví a abrir los ojos y ver quién era la persona que había decidido arriesgarse para salvarme. Quién había sido aquel que, al encontrarme en medio de la montaña, había decidido ayudarme.

Cerré los ojos, pensé que así todo sería más rápido. Y entonces, lo sentí. Aquel perfume tan familiar. Su calor invadió mi cuerpo cuando cogió mi mano. Mi cuerpo se frenó al instante y la mochila continuó rodando cuesta abajo.

Me atreví a abrir los ojos y ver quién era la persona que había decidido arriesgarse para salvarme. Quién había sido aquel que, al encontrarme en medio de la montaña, había decidido ayudarme. Y no fue otra imagen la que obtuve al desplegar mis párpados que aquellos ojos azules intensos. Pero eran diferentes, no me miraban como siempre. Brillaban y me miraban con pena. Su cara me transmitía temor, miedo a perder una persona muy importante. Solo pensé en abrazarle y no soltarle nunca, por lo menos hasta que se me pasase el trauma.

Entonces él me miró y, al ver que estaba quieta y que ya no me caía, me regaló una sonrisa burlona.

- Vamos Aub, sube. –dijo Luke tirando de mi brazo para llevarme con él.

No me pude resistir, acababa de estar al borde de la muerte y él me había salvado. Simplemente le abracé lo más fuerte que pude y él hizo lo mismo, supongo que por pura empatía.

------

- Busquemos a los chicos –sugirió María.- No quiero perderme y si lo hago, por lo menos que sea con ellos. –se rio.

- Está bien, pero vayamos en dirección contraria a Cal. –dijo Laura.

Comenzaron a andar pensando dónde podría haberme metido.

- Qué raro, pelo blanco entre los matorrales. –se rio Laura.

- Asustémosles –dijo María.

Se acercaron lentamente a ellos y, cuando estaban lo suficientemente cerca, les asustaron.

- Boo. –dijeron ellas a la vez.

Los chicos dieron un bote del susto y enseguida se rieron.

- ¿Quién asusta con un ‘Boo’? –se quejó Michael.

- Pues bien que te has asustado…-dijo Laura chocando los cinco con María.

- Pero nadie asusta con un ‘Boo’. –replicó Ash.

Navidades australianas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora