●Capítulo 54●

426 31 8
                                    




Ava



01 de mayo.




— ¿Vendrá alguien por nosotros?

Ethan niega con la cabeza y seguimos caminando tomados de la mano por el aeropuerto. Luego de dos meses de esta escapada, hemos vuelto a nuestro hogar.

Y debo admitir que fue algo muy bueno para ambos, que nos unió y que me hizo pasar muy buenos momentos. Siempre tuve las palabras de mi padre impregnadas en mi cabeza, sus ojos inundados de decepción aparecían cada vez que quería dormir. Pero también las palabras de Vanesa rondaban por mi cabeza, su apoyo me hizo sentir mucho mejor y aunque no sea mi madre biológica la siento como mi verdadera madre.

Salimos del aeropuerto y Ethan pide un taxi para nosotros, subimos y me acurruco contra él mirando la ventanilla observando el frío y lluvioso paisaje de Liverpool. Mis ojos empiezan a cerrarse, pero los mantengo abiertos lo más posible hasta llegar al departamento.

El taxi se estaciona y me remuevo sentándome, le doy el monto correspondiente de dinero y salimos encaminándonos.

— Tengo muchito sueño — hago un puchero viéndolo y arrastro mis pies con la valija a mi lado.

— Si se nota, te estabas durmiendo el taxi — ríe y pasa por mi lado más rápido que yo para abrir la puerta y adentrarse al departamento primero. Lo sigo arrastrando aún mis pies y me adentro a nuestro apartamento.

— Pasar vacaciones en un lugar cálido fue increíble, pero debo admitir que extrañaba el frío de Liverpool. No hay nada como el hogar.

Dejo las valijas en el suelo y lo primero que hago es correr al sofá arrojándome a él. Escucho la risa ronca de Ethan en algún lugar de la sala y cierro los ojos acurrucándome contra los cómodos almohadones. Siento que algo se hunde a mi lado y una mano acaricia mi espalda baja.

— ¿Te acurrucas conmigo?

— Mmm no sé si lo que quiero es solo acurrucarme — se recuesta sobre mí y me remuevo riendo tratando de sacarlo de encima.

— Estás pesado Ethan — chillo y pellizcó su brazo por él no se quita — ¡Por favor!

— Bien, bien — ríe y se mueve de encima de mí para acostarse de costado a mi lado. Abro los ojos observándolo y me da una gran sonrisa divertida, me inclino dejando un pequeño beso en sus labios y luego me acurruco contra su pecho.

— Esto te pasa por no dormir en el avión.

— Es que el libro estaba muy interesante — me quejo y tiró de la piel de sus mejillas —. La parte del sexo es la mejor.

— ¿Así? Te dije que eras una pervertida.

— Es que la trama esta interesante y...— bostezo empezando a cerrar los ojos, pero mantengo mi vista fija en esos ojos celestes que causan demasiadas reacciones en mi cuerpo — Y es un buen libro que no solo se enfoca en el sexo.

— ¿Y cómo se llama?

— Está en la valija de mano por si quieres ver de qué más se trata — murmuró casi adormilada y me acurrucó aún más contra su pecho —, pero si quieres saber el nombre es...

Y rápidamente caigo en una inconsciencia total.



Nuestro pequeño secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora