Nuestro pequeño secreto

● Capítulo 38 ●

Ava

Me levanto junto a los demás empezando a aplaudir con fuerza y gritar de emoción al ver como tiran sus barriletes al aire para después abrazarse.

Ethan se ha graduado.

¡Tengo un novio universitario!

Río y volteo a abrazar a Kate que está riendo y derramando algunas lágrimas mientras Jessie mira todo con curiosidad, estira su adorable manito hasta el rostro de su madre dándole una pequeña caricia logrando que Kate llore aún más. Jessie hace puchero y decido cargarla mientras suelto una risa.

— Mami está algo emocionada nena, no pasa nada – beso su cabeza y ella se acurruca contra mi pecho. Kate me anuncia que irá a saludar a los chicos y que cuide a Jess por unos minutos. No me niego, amo cuidar a esta criaturita.

Veo como los demás se abrazan con cualquier persona que encuentra y sonrío con ternura viendo como algunos ríen a carcajadas y otros lloran a mares. Suspiro mientras mesó a Jessie que parece bastante entretenida mirando hacia mis espaldas, chilla y ríe estirando sus brazos para atrás.

— ¿Quién está, cariño?

Jessie es retirada de mis brazos desde la parte de atrás y me volteo muy dispuesta a darle un buen golpe a alguien, pero me alivio al ver esa sonrisa.

— Así que era él quien llamaba tu atención.

Sonrió con ternura al ver como la pequeña se intenta trepar a la cabeza de Ethan mientras lo babosea, él ríe intentando separarla un poco para llenarla de besos mientras ella chilla y ríe de forma infantil. Jessie es una niña muy inteligente e inquieta para tener casi cinco meses, es un pequeño torbellino, pero es terriblemente dulce. Un torbellino de dulzura.

— ¡Aquí estás!

Veo como Vanesa se acerca corriendo y antes de que pueda tirarse sobre su hijo, cargo a Jessie aunque ella empiece a quejarse. La madre de Ethan llega y lo envuelve en sus brazos en un abrazo mortal logrando que ambos rían, le empieza a besar todo el rostro y a decirle cosas que hace que sus ojos se llenen de lágrimas. Me doy media vuelta y empiezo a caminar dejándoles su privacidad, supongo que ya tendré la mía.

Jessie se vuelve a acomodar en mi pecho mientras juega con un mechón de mi cabello y beso su cabecita, me da una sonrisa tierna y sigo caminando. Alzó las cejas al ver un niño pequeño corriendo hacia mi dirección, no veo a nadie persiguiéndolo así que decido interponerme en su camino.

— Eh, cariño ¿Dónde vas?

Me agacho hasta estar a su altura aunque con cuidado de que Jess no se lastime, pasa la mirada desde Jessie hacia mí y luego me da una pequeña sonrisa tímida. Me escanea con sus ojos que ciertamente dejarían impactadas a cualquier niña de su edad, son de un color mezclado entre un azul intenso y un celeste bastante claro que rodea la pupila. Son unos ojos maravillosos.

— ¿Estás perdido?

Él mira hacia los costados y hace una mueca asintiendo, le doy una pequeña sonrisa y sus mejillas se tornan de un leve rubor. Me lo quiero comer a besos.

— ¿Cómo te llamas?

— Soy...— empieza el pequeño, pero un grito lo corta.

— ¡Thomas!

Levantó la vista al notar de quien es la voz del hombre que proviene el grito, él me observa cuando se acerca corriendo y parece aliviado de reconocerme. Debo admitir que Aarón Evans en toga y preocupado por un niño lo hace ver muy sexy.