●Capítulo EXTRA●

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Ava



01 de noviembre.



— Carajo – susurro y me sostengo de la mesada de la cocina. Sentía mis músculos tensos y una fuerte punzada en mi vientre. – Ethan... — gimoteo.

Pero nada, creo que mi voz salió tan baja que ni siquiera puede escucharme. Tomo una profunda bocanada de aire y muevo mis pies empezando a encaminarme hasta el marco de la puerta, me aferro a él con fuerza y jadeo por otra fuerte punzada.

— Ethan – vuelvo a llamar y siento la picazón en mis ojos cuando contengo las lágrimas por el dolor.

Bajo mi vista hacia mis pantalones y siento algo entre viscoso y mojado ¿Acaso...?

— ¡Rompí bolsa! – chillo.

— ¿¡Qué!? — veo a Ethan salir por el pasillo y prácticamente corre hasta atajarme para no caerme. Entiende de inmediato la situación y me carga con mucho cuidado hasta el sofá — Voy a buscar el bolso, quédate aquí.

Vuelve a correr hasta el pasillo perdiéndose en él y jadeo al sentir otra contracción. Me estremezco y aguanto todo lo que puedo esperando a que Ethan termine de cambiarse y agarrar las cosas.

— ¡Al fin! — gimoteo cuando lo veo salir con las cosas, va cargado, pero de alguna forma logra ayudarme a levantar y cargarme, me aferro con fuerza a su pecho y clavó las uñas de mis dedos en mis palmas.

Cuando bajamos el ascensor Aarón nos estaba esperando en su auto y suspiró con cierto alivio, Ethan no está en las mejores condiciones para conducir, ya que parece que va más estresado que yo. Nos sube en el asiento trasero y con cuidado me acomodo para estar lo más cómoda posible, aunque eso es imposible sabiendo que mis hijos quieren nacer ahora.

— ¿Te duele? — pregunta Aarón mientras comienza a conducir a una velocidad bastante rápida sin pasarse de la permitida.

— ¡Claro que me duele imbécil! — Chillo y me aferro a la mano de Ethan con fuerza, hago una mueca al escucharme y mis ojos se llenan de lágrimas — Lo siento, es que me duele mucho.

— Llegaremos pronto, lo prometo — susurra Ethan en mi oído, deja un beso en mi cabello mientras acaricia mi mano con todo el cariño del mundo, tomo profundas bocanadas de aire para calmar mi respiración cuando otra fuerte contracción me hace dar un grito de dolor — ¡Apúrate, Aarón!

— ¿Dónde está Ethan? — preguntó alarmada cuando me ingresan a la sala de partos, mis ojos recorren el lugar de forma frenética tratando de encontrarlo y me aferro al primer brazo que encuentro. — Necesito a... — otra contracción pero los doctores me dicen que aún no puje — Mi prometido, necesito a mi novio.

— Él se está cambiando — asegura mientras asiente y me da un pequeño apretón en la mano pero sigue sin dejarme tranquila.

Otra fuerte contracción y el doctor me dice que aún falta un poco más, que no estoy lista.

¡Pero mis bebés quieren nacer jodidamente ya! Quiero gritarle, pero me contengo, inhalo profundamente como me indica la enfermera y cierro los ojos. El agarre en mi mano se hace más débil hasta que no siento nada por unos pocos segundos, pero una mano tibia llena el lugar donde antes estaba la mano de la enfermera.

— Ethan... — susurro con la voz quebrada y abro los ojos observándolo, él limpia las lágrimas que no me había dado cuenta que bajaban por mis mejillas y le doy una sonrisa temblorosa.

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