●Capítulo 11●

1.2K 85 9
                                    



Ethan.



Entramos a la recepción del motel que en esos momentos parecía que se iba a caer a pedazos. Sigo sosteniendo que realmente tengo pésima suerte, y que todo comenzó desde que Ava llegó a mi vida.

Ava es mi amuleto de mala suerte.

O quizás, no tanto.

Veo como ella habla fluidamente con el señor canoso y con una verruga en el rostro que atiende en la recepción del motel. Ambos parecían entretenidos, pero cuando la mirada del hombre verruga bajo a su mojado y apretado escote. Fue en el momento en que tuve que intervenir.

— ¿El señor nos dará una habitación, amor?

Pasó uno de mis brazos por su cintura pegando su cuerpo mojado al mío. Ella no parece resistirse, pero creo que es más por la búsqueda de calor de porque se sienta cómoda contra mi cuerpo.

El hombre nos mira por unos largos segundos, nos entrega las llaves y vamos a nuestra habitación. Una vez dentro, Ava se abraza a sí misma y me da una mirada, que si matara lentamente con ella, creo que yo ya estaría tres metros bajo tierra.

— ¿Por qué hiciste eso? Te he dejado en claro lo que pienso.

— Oh sí, se notó mucho en la fiesta – Asiento cruzándome de brazos mientras la observo, hago un gran esfuerzo por mirarle solo el rostro —. Solo lo hice, porque ese hombre estaba observando tu apretado y mojado escote.

Alza las cejas mirándome y una carcajada se escapa de sus carnosos labios. Se tapa la boca en un intento de ocultar su risa, fallando completamente en la tarea.

— No... No entiendo de qué te ríes – digo extrañado.

— De que miras mi escote. Eres un idiota.

Camina en dirección al baño y en su trayecto se va bajando el vestido que se le desliza con tanta facilidad que no puedo evitar quedarme hipnotizado, pareciendo una danza. Bajo la mirada hacia mis pantalones sintiendo como mi amigo se va despertando.

Gracias, Ava.

Me quito el cinturón para aflojar un poco mi pantalón, ya que estaba empezando a apretar a mi miembro y de paso también me saco la camisa.

Me siento en la cama, pensativo de lo que había ocurrido esta noche. En verdad estaba algo confundido por lo que todo lo que sucedió en la fiesta.

Recuerdo tomar una gran cantidad de chupitos por culpa de los gemelos, así que parte de las cosas están borrosas, como el supuesto beso con Lara. Recuerdo sus manos sobre mi cuerpo y sus susurros de ir a mi habitación, aunque nada más de ese momento. Sin embargo si recuerdo la parte en que la música se cortó, los gritos y los vitoreos se empezaron a escuchar. Yo me encontraba sentado en el sofá y admito que me costó levantarme, pero finalmente lo hice y caminé lo más rápido que pude hasta la ronda que se había formado. Me sorprende por completo al ver el brazo de Ava subiendo y bajando, dándole puñetazos en la cara a Lara. Creo que en ese momento el alcohol en mi sangre hizo que me acercara a ella tomándola de la cintura y apartándola aunque sin lastimarla. La dejé en el suelo y parecía frenética y muy molesta. Pero no tuve mejor idea que cagarla completamente diciéndole que si supuestamente se habían golpeado por mí, prácticamente faltaba que me diera un gran golpe, pero no. Simplemente se fue.

Recuerdo a la perfección las palabras de Aarón:

"— Ve tras ella, Ethan. Porque si no vas, te arrepentirás. Créeme amigo, ella – señala a Lara – no vale la pena comparada con Ava."

Nuestro pequeño secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora