●Capítulo 10●

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Ava



— Y mueves la cadera así y así — digo con las manos en la cadera y la contoneo de izquierda a derecha en círculos. Río al ver como Kate lo intenta, pero al no poder lograrlo se tira hacia atrás en el sofá, frustrada.

— ¡No es justo! Tú bailas desde hace años.

— No es eso. Solo tienes que tener más... Movimiento de cadera. No es tan difícil.

Me saca el dedo medio y llevo mi mano a mi pecho fingiendo estar ofendida. Ríe tirando su cabeza hacia atrás y le estiró una mano para ayudarla a levantarse.

— Bailemos una canción más, solo una. Solo sígueme los pasos.

Apuntó el control remoto hacia la televisión buscando en YouTube una de las canciones latinoamericanas que nos va a ayudar a movernos. Puse la primera que apareció, era una que se llamaba "La Mordidita".

— ¿Qué clase de canción se llama la mordidita?

— Pues esta al parecer. No se ve tan mala. Bailas o te maquillo de una forma espantosa.

— ¡No! – chilla espantada. Río y me encojo de hombros apretando el botón para que empiece la canción.

Ambas empezamos a bailar divertidas, movemos las caderas y los brazos. Coordinamos dando una vuelta y reímos a carcajadas.

— ¿Acaso así bailarán en mi fiesta?

Dejamos de movernos y Kate sale corriendo a los brazos de Ethan para abrazarlo. Detengo la música y me acerco más un poco en el intento de poder escuchar su conversación.

— ¿Entonces una fiesta eh...?

Me cruzo de brazos observando y él sonríe con un brillo que no puedo entender del todo. Asiente lentamente y su cabello, ya un poco largo, cae en su frente haciéndolo quedar terriblemente caliente.

Fuera pensamientos sucios, fuera.

— Podremos ponernos sexys, Ava. Y Ethan te puede presentar algunos de sus amigos.

El nombrado pone los ojos en blanco soltando a su mejor amiga y camina avanza en dirección a la cocina. Entrecierro los párpados viendo cómo se va y vuelvo mi vista hacia Kate que se muerde el labio inferior, parece algo distraída.

— ¿Tú sabes que le pasa?

Pone sus ojos color esmeralda sobre mí y se encoge de hombros negando.

De un momento a otro un recuerdo viene a mi mente, el beso ¡El beso! ¿Se habrá molestado por eso? ¿Por qué prácticamente lo rechace en mi cama? No lo hice porque no me importa en absoluto, ni tampoco buscando acostarme con él. Solo que estoy demasiado confundida con la situación, y siento que si me acerco a él así, si sentimos algo el uno por el otro... Sería incorrecto.

— Kate tengo que contarte una cosa – murmuró en voz baja. Le hago una seña de que Ethan no debe escuchar y subimos las escaleras en silencio hasta mi cuarto. Una vez adentro y con la puerta trabada decido abrir la boca. – Me he besado con Ethan.

Kate entreabre los labios en silencio, pero su rostro refleja un montón de emociones. Se levanta de la cama caminando lentamente por la habitación murmurando cosas que no logro entender hasta que se detiene frente a mí. Pone sus manos en mis hombros, toma aire y suelta un fuerte y agudo chillido.

— Maldita perra, deberías contarme antes ¿Hace cuánto fue? ¿Cómo fue? ¿Fue con lengua? Oh, seguro que fue con lengua, es Ethan.

Me río al escucharla hablar tan rápido y me siento en el piso alfombrado de mi habitación. Me tapo el rostro negando con la cabeza y suelto una estúpida risa.

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