●Capítulo 4●

1.8K 115 31
                                    



Ava




Está embarazada.

Está jodidamente embarazada de cinco meses, y se encuentra llorando en la camilla justo enfrente de mí.

La verdad es que no tengo idea de que carajos hacer. Ethan se encuentra sentado junto a la rubia, abrazándola y diciéndole cosas alentadoras al oído. Pero Kate sigue sollozando y lagrimeando como si su vida dependiera de eso.

En verdad conocí a Katherine hoy. Cuando Vanesa me dio la idea de que fuera con Ethan a su "recorrido" me asquee, sin embargo también tuve mucha curiosidad. No pensaba ir a cualquier pendejada que el señor caliente hiciera, pero cuando lo vi, su mirada lo decía todo. Pedía a gritos que lo acompañara, solo para no discutir con su madre e irse lo más rápido posible. Así que accedí sin quejarme mucho. Lo que pretendía era estar callada o hacer alguno que otro comentario sarcástico. Pero al final de todo terminé consolando a una chica de mi edad, que al principio me pareció estúpida su historia o la parte que me contó de esta.

¿Cómo no se habían cuidado? Sí, fue solo una vez y ella se tomó la pastilla del día después ¡Pero eso no siempre funciona!

Así que pudo arruinar su vida. Como quizás no. Un bebé puede ser la cosa más hermosa del mundo, y esta chica tendrá un gran apoyo.

A medida que fui conociéndola en estas pocas horas que pasamos juntas, vi que en verdad era una chica muy dulce y tierna. Sacando la parte que muchos fluidos expulsan de sus fosas nasales.

— Bueno... — muevo mis pies de un lado a otro un poco nerviosa, en verdad no sabía qué decir — ¿Y si vamos por algo de comer?

Kate alza la vista limpiando sus mejillas con sus finos dedos y asiente como niña pequeña. Mientras que Ethan solo se limita a observarme y me da un leve asentimiento con la cabeza. Sonrió de oreja a oreja y ambos me miraban extrañados.

— Yo conduzco – le informo a Ethan abriendo la puerta y esperando a que Kate pase. Él niega con rapidez y se mete las llaves en su bóxer. Puaj.

— Ni loco vas a conducir mi auto.

— ¡Pero si yo sé manejar!

— No, no me importa. No lo manejarás y punto. Además está en mis pantalones, no lo sacarías.

— ¿Acaso me estás retando?

Eso en verdad me hizo acordar al meme.

Él se acerca a mí y una sensación recorre mi espalda, como si la ya conociera, como si esto ya lo hubiera sentido. Doy unos pasos hacia atrás y la fría pared choca contra mi espalda. Él se vuelve a acercar y tengo unas ganas increíbles de besarlo. Sé que está muy mal, pero... Se arrima tanto que llega al punto de que va a apoyar su cuerpo contra el mío, sin embargo un carraspeo interrumpe la pequeña burbuja que se había formado alrededor.

Siento mi piel caliente, quema. Mi cara es un poema, una canción mejor dicho. Trago saliva y me acerco a Kate con la mirada puesta en sus ojos, solo en ella. La rubia me observa con una sonrisa extraña, entre que está por descostillarse de la risa y que siente que estuvimos a punto de follar. Yo también lo sentí, yo también.

Caminamos hacia el auto y me volteo apoyándome en él, mirando a Ethan. Alza las cejas y vuelve a negar.

Hago un leve puchero que al parecer le causa gracia a Kate, ya que suelta una risita.

Nuestro pequeño secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora