Reconozco esa voz, volteo y me encuentro con ella, su mirada es fija, le observo, trae unos jeans azules, suéter negro, y carga una mochila. Quiero decirle algo pero no se me viene una palabra a la mente. Solo me acerco y le abrazo.
–No te vuelvas a ir nunca, no así – digo durante el abrazo – te extrañe.
–Tranquila ya estoy aquí – dice y acariciando mi espalda y al parecer ninguna tiene la intensión de soltar a la otra – disculpa que me haya desaparecido.
No respondo nada, solo me aferro a ella, realmente le echaba mucho de menos. Se separa, y me mira fijamente, veo en sus ojos una chispa, un brillo, enmarca una enorme sonrisa.
–Te ves muy linda Alice – hace una pausa – deberías bañarte más seguido.
Sonrío ante ello y le doy un pequeño golpe.
–No te pases, siempre me baño.
–¿Alice te encuentras bien? – dice Edgar detrás de la puerta.
Doy un pequeño salto y me alarmo, nadie puede verla. Miro a Abril que al parecer esto le parece gracioso ya que está sonriendo y se ve de lo más tranquila, mientras yo me estoy a punto de sufrir un paro cardíaco.
Le hago un gesto de que guarde silencio y le señalo que se meta debajo de la cama. Ella obedece y se mete debajo de la cama.
–Si, si estoy bien, ya voy – abro la puerta y Edgar está ahí, esperando.
–¿Ya te dije que hoy te ves muy bonita? – dice y me toma de la mano.
¡Trágame tierra! Puedo ver sus intenciones, se va acercando poco a poco. ¿Debería alejarme? ¿Quedarme quieta y dejar que esto suceda? Me atrae, hasta ahora es un chico muy agradable y bueno es demasiado lindo, pero no le conozco bien, no estoy segura si de verdad me gusta, de si siento cosas por él. No puedo hacer esto, al menos no por ahora hasta asegurarme de que tenga sentimientos hacía él. No sería justo para él ni para mí, no puedo darle falsas esperanzas.
Para cuando salgo de mis pensamientos ya sus labios rozan los míos, tan pronto como puedo me alejo.
–Disculpa, disculpa Alice – baja la mirada – Sé que dijimos que seríamos amigos, pero el amor que sentía hacía ti hace casi dos años sigue ahí. Entiendo que necesitas tiempo pero solo quería decirlo.
Es un buen chico, no puedo enojarme con él por esto ya que sea de una u otra forma deje que pasará.
–No te preocupes, dejemos esto así como esta y me alegra que entiendas que necesito tiempo, no puedo darte falsas esperanzas, no sé si siento o pueda llegar a sentir algo por ti más adelante. Así que por favor te pido que no te hagas ilusiones. Te aprecio pero como amigo.
–Está bien Alice y aunque no podamos recuperar nuestra antigua relación me tendrás aquí como un amigo. No te dejaré sola.
–Gracias Ed – le abrazo.
Sus sentimientos son sinceros, estoy segura de eso.
–Y bueno hay que regresar con nuestros amigos que ya nos han de extrañar.
Regresamos con los demás, hablamos un rato y después cada uno se despidió. Edgar fue el último en irse, no sin antes dejar un beso en mi mejilla. ¿Eso está bien?
Ayude a mi madre a recoger un poco las cosas, no hicimos mucho ya que era de noche y dijo que lo dejáramos, mañana lo terminaríamos.
–Estaré en mi habitación – dije.
–¿Te hablo cuando tu padre llegue?
–Si, por favor.
Entre a la habitación y lo primero que veo es a Abril en mi cama, tiene una libreta en sus piernas y lápiz en mano, al parecer está dibujando. Alza la mirada y cierra la libreta..
–Pensé que habías olvidado que tenías a alguien escondido en tu habitación.
–Y yo pensé que ese alguien seguiría en el lugar en el que le deje – sonríe.
–El piso no es muy cómodo, así que opte por la cama.
Me acerco y me siento en el borde de la cama.
–¿Qué dibujabas? – pregunto.
–No era nada. Mejor dime que tal te fue con tus viejos amigos, ¿cómo se encuentra la amigable Verónica?
–Déjame ver lo que dibujabas por favor, y Verónica está bien ¿Es mi idea o detecto cierto sarcasmo de tu parte? ¿Paso algo entre ustedes?
Abre la libreta y enseña un dibujo, son dos manos, una rosa la otra pareciera algo sencillo, común, pero hay algo detrás, no sabría cómo explicarlo.
–Es muy bonito, ¿Qué significa?
–No tiene un significado definido, puede ser todo lo que tú quieras que sea. Siempre he pensado que la magia de esto, de dibujar es que todos lo ven de una forma diferente, en donde unos ven alegría otros ven tristeza, se trata de la percepción de cada quien. Así pasa para los creadores de grandes pinturas. Sabes yo quería dedicarme a esto, pero la vida puede cambiar en un segundo, nada está seguro es por ello que hay que hacer todo lo que queramos mientras podamos. Dejar nuestra huella.
–¿Querías? Aún puedes hacerlo, tienes una vida entera por delante, no hables como si hubieses muerto porque sigues aquí.
–Disculpa, a veces cuando hablo mucho me confundo y digo cosas sin sentido. Y si tienes toda la razón del mundo nos quedan invariables cosas por hacer antes de partir de este mundo – se detiene y piensa algo por un momento – Ven aquí – da unas palmaditas para que me acerque – ¿Te digo un secreto?
–Si – digo y se acerca a mi oído.
–Ya me dio hambre – susurra.
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INEFABLE
Teen FictionAlice ha estado en coma por año y medio. Al despertar sufre una pérdida de memoria permanente. Le resulta difícil está situación pero aún más difícil es no poder identificar a la persona con la que estuvo en sus sueños durante ese largo tiempo, esa...