–Sí, antes del accidente estábamos juntas, no fui en si el verdadero motivo por el cuál terminarás con Edgar, ya tenías varios motivos por los que no querías seguir con él, entonces cuando comenzó a pasar lo de nosotras te decidiste a darle punto final.
–¿Qué motivos eran esos?
–Su forma de ser, era muy egoísta, su trato hacía no era el correcto. Entonces un día te enteraste que durante una fiesta él se besó con una chica y justo esa chica era Verónica tu mejor amiga. Comenzaste alejarte de tu grupo de amigos ya que decías que ellos sabían todo y no te dijeron nada.
–¿Por qué no me dijiste todo desde el inicio? Que tú tenías algo conmigo y que no solo eras una amiga. ¿Por qué ahora pensabas o querías encajarme a Edgar?
–Alice no iba a llegar y decirte que tú y yo antes del accidente éramos novias. Me habrías tomado por loca, por eso decidí que era mejor conocerte de nuevo, desde cero y ver qué pasaba. Con lo de Edgar es verdad lo que te decía, es un buen chico créeme que ha cambiado y es alguien nuevo.
–Abril tú también me mentiste, como todos. Tú que eras en quien más confiaba.
–Disculpa Alice.
No sé qué decir, hasta ahora todos me han mentido, a excepción de mi padre. Sé que aún hay cosas por descubrir pero no sé si pueda hacerlo. Todo esto es confuso, no sé quién miente y quién no. Tal vez he sido dura con Abril, sé que hizo todo de buena intención y creo estoy exagerando las cosas. A pesar de todo ella es quien más me ha ayudado.
Ya estamos llegando casi a casa y Abril se detiene.
–Creo que lo mejor es que me vaya a casa. Estás molesta conmigo y no quiero que esto se ponga peor. Disculpa por mentir, es solo que quiero pasar el mayor tiempo contigo, nadie sabe lo que nos depara el destino y es mejor disfrutar el presente con las personas a quien queremos. Yo a ti te quiero demasiado.
–Espera – me acerco y le abrazo – Discúlpame tu a mí, tienes toda la razón y quiero estar contigo ahora y siempre. Esto es muy difícil para mí pero sé que mientras te tenga a ti todo va a estar bien.
–Disculpa por haberte mentido.
–Ya no importa eso, lo que importa es que estamos juntas.
Llegue a casa y fui directo hacia mi habitación para abrirle la ventana a Abril. Después me dispuse a ir hacia la cocina para avisar que ya había llegado.
–¿Hija vas a cenar?
–No madre, no tengo hambre, comí algo en el parque. ¿Mi padre está en su habitación?
–Sí, hace un rato preguntó por ti.
–Iré a verlo y después me iré a acostar.
–De acuerdo, si te da hambre vienes a comer.
–Está bien.
Voy hacía la habitación de mi padre y antes de pasar toco la puerta.
–Soy Alice, ¿puedo pasar?
–Claro hija pasa. Hace un rato pregunté por ti y me dijo tu madre que saliste, es bueno te distraigas.
–He ido al parque a tomar unas fotos.
Me toma de las manos y observa la pulsera.
–¿Cómo conseguiste la pulsera? Pensé que se había perdido en el accidente.
–La encontré, ¿qué sabes de la pulsera?
–Abril te la regaló, me lo dijiste una vez.
–Padre, ¿qué sabías exactamente sobre Abril y yo?
–Querías demasiado a esa chica y ella a ti, tu madre como ya sabes no queria verlas juntas. Ella era una buena chica, te hacía muy feliz a ti. De hecho es algo extraño ya que justo ahora tienes ese brillo en los ojos que tenías cuando le conocías.
¿Debería decirle que he estado hablando casi desde que desperté del coma con Abril? Él nos apoyó mucho con lo de mi madre. Pero, ¿él también sabrá sobre la relación que teníamos?
–¿Sabes qué paso con Abril?
–No.
Es mejor que todo siga así, sin saber nada, más adelante podré decirle que pasa. Se merece la verdad pero no por ahora.
Seguimos hablando un buen rato hasta que recordé que tenía a Abril en mi cuarto.
–Bueno, ya debo ir a descansar, pasa bonita noche padre – me acerco y le doy un beso como de costumbre.
–Igualmente cariño.
Salgo directo a mi habitación y encuentro a Abril completamente dormida. Se ve muy tierna durmiendo. Me cambio y me pongo la pijama y me meto a la cama, trato de hacer el menos ruido posible. Pero de un momento a otro abre los ojos.
–Pensé que ya no regresarías – dice tallándose los ojos.
–Disculpa, olvide que te tenía aquí y me puse a platicar con mi padre, oye una pregunta, ¿él sabía de qué teníamos una relación?
–Sí y al principio no estuvo muy de acuerdo pero lo entendió y dijo que mientras te hiciera feliz estaba bien.
–Él te apreciaba mucho. Lo sé por la forma en que habla de ti.
–Tu padre es un excelente ser humano.
–Sin duda lo es.
–¿Puedes hacer algo por mí?
–Dime.
–¿Podrías abrazarme?
Me acerco le doy un beso en la frente y le abrazo.
–Así es como deberíamos estar siempre – digo mientras siento su piel tan fría a lado de la mía.
–Así es como te recordaré, el día que ya no esté aquí.
–No hables así, vas a estar conmigo por mucho tiempo, hablas como si fueses a morir. No me gusta que pienses así. Piensa mejor en todo el tiempo que estaremos juntas, todo lo que haremos y lo felices seremos.
–Solo con el hecho de estar contigo soy más que feliz. Sé que ya te lo he dicho muchas veces pero no me cansaré de hacerlo; te quiero demasiado Alice.
Minutos después se queda dormida de nuevo, yo solo me quedo contemplando lo hermosa que es y lo importante que es en mi vida, realmente no me imagino sin ella. Le doy un pequeño beso y le susurro un "te amo".
Despierto y como ya es costumbre Abril se ha ido. Busco una nota pero al parecer esta vez no ha dejado nada. Voy hacía el baño y en el espejo me encuentro con la nota. Esta vez solo escribió una palabra, lo puso con mayúsculas.
INEFABLE.
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INEFABLE
Teen FictionAlice ha estado en coma por año y medio. Al despertar sufre una pérdida de memoria permanente. Le resulta difícil está situación pero aún más difícil es no poder identificar a la persona con la que estuvo en sus sueños durante ese largo tiempo, esa...