-¡Alice, cariño has despertado! - me mira y enmarca una sonrisa de oreja a oreja, se acerca a abrazarme. Por mi parte no hay respuesta, solo permanezco quieta sin decir una sola palabra.
-Edgar hijo tenemos que hablar - dice mi madre mientras lo lleva fuera de la habitación.
Después de un buen tiempo hablando con mi madre este chico regresa más sin embargo ya no con el mismo rostro, tal parece que la plática que tuvo lo dejo tenso, en su rostro se muestra cierta angustia y temor, ¿a qué teme? ¿sólo hablaron sobre mi allá fuera?
-Disculpa Alice por como actúe anteriormente, me emocioné al verte - suelta una sonrisa no como la anterior pero es linda - Sé que no me puedes recordar bueno en realidad no recuerdas nada, pero aquí estaré a tu lado para ayudarte tal vez no como tu novio ya que entiendo si deseas no seguir con esta relación, pero si como tu amigo, claro si me lo permites.
-Hijo no tienen por que terminar con su relación - dice mi madre mientras clava su mirada en el chico. Este sólo baja la mirada como si hubiese sido regañado.
-Madre me parece correcto lo que ha dicho él, no quiero tener una relación con alguien a quien no conozco. Y conforme a ti - dirijo la mirada hacia él - Acepto tu propuesta no me vendría mal tener un amigo.
El chico se acerca un poco en sus ojos se enciende un brillo y ni que decir de su sonrisa. Parece un chico agradable.
-Entonces ¿amigos? - extiende su brazo para estrechar mi mano con la suya.
-Amigos - digo mientras nuestras manos se estrechan y las miradas se cruzan.
-Oye ¿podrías hablarme sobre como fue el accidente? Mi madre me ha dicho que iba contigo.
El chico piensa su respuesta y cuando al fin se dispone hablar mi madre lo interrumpe.
-Hija dejemos el tema por ahora, más tarde podremos responder todas tus preguntas. Los dejaré un rato a solas para que se conozcan mientras iré a la cafetería.
-Esta bien - dije sin más.
Entonces me da un beso en la mejilla antes de salir de la habitación.
-Bien, empecemos de nuevo ¿te parece? - pregunta.
-De acuerdo.
-Mi nombre es Edgar, tengo 20 años - se detiene un momento a pensar y prosigue - mi color favorito es el azul, detesto el futbol, mi comida favorita es la pizza.
-Oh bien Edgar, bueno mi nombre es Alice y eso lo sabes mucho mejor que yo. Dime como era antes del accidente.
-Pensé que eso ya te lo dijo tu madre.
-Si lo dijo, pero ahora lo quiero saber desde tu perspectiva.
-Eras una chica muy alegre esa es una de las cosas que solía identificarte siempre andabas con una sonrisa, eras inteligente; todo lo que te proponías lo lograbas realmente eras una persona admirable para cualquiera - se detiene un momento y suspira - yo diría que eras y sin duda seguirás siendo una chica perfecta.
No puedo evitar sonreír ante ello, me gusto la forma en que lo dijo.
-Gracias Edgar, y otra pregunta; como era contigo y las demás personas ¿era sociable o una chica solitaria?
-Nuestra relación comenzó desde la primaria, siempre hemos sido amigos hasta que un día decidí pedirte que seas mi novia y dijiste que no - sonríe - recuerdo que comencé a llorar ante ti, así que me abrazaste y dijiste que íbamos a seguir siendo amigos, paso un buen tiempo hasta que volví a preguntarte si querías ser mi novia y esta vez dijiste que si, ese día fue uno de los mejores, no podía con tanta felicidad. No éramos la pareja perfecta pero sin duda lo intentábamos. Con respecto a si eras sociable ¿crees que una chica con tanta energía y alegría podría ser solitaria? Claro que no, tenías buenas amistades, no demasiadas pero si las suficientes.
-Me gustaría recordar todo mi pasado sabes, estar en esta situación me deprime.
-No te precipites todo a su tiempo y no debes sentirte mal; tienes a personas que te quieren como lo son tus padres y me tienes a mí, tal vez no sea la mejor persona del mundo porque he cometido errores pero siempre intento mejorar.
-¿Qué tipo de errores? - pregunté.
-Errores que son incorregibles, pero que te hacen ser mejor persona. No puedo cambiar mi pasado y eliminar errores, pero si puedo cambiar mi presente.
-¿Saliste de un libro o algo parecido? - pregunté mientras sonreía - Me gusta tu forma de pensar.
-No salí de ningún libro - sonríe - Pero me gustaría ser como uno de esos chicos perfectos tan apuestos y seguros de sí mismos. Pero esto que ves aquí es lo que soy un chico temeroso e inseguro.
-No creo que seas así o al menos en este poco tiempo de hablar me pareces un chico agradable. Cuando entraste por esa puerta imaginé un chico engreído y con ego por los cielos más sin embargo me he equivocado.
-Las apariencias engañan yo justo pensaba eso de ti antes. Pero me lleve una buena sorpresa al conocerte bien.
-Me has caído bien Edgar, gracias por estar aquí en todo este tiempo esperando. No cualquiera lo hace sabes, o al menos no sé si yo pudiera hacerlo.
-No agradezcas es lo mínimo que puedo hacer por ti y estar aquí cada día a valido la pena. Tu vales la pena Alice.
Ahora entiendo como es que yo antes estaba enamorada de este chico, es una persona maravillosa. Lo que no pude preguntarle fue cuáles fueron esos errores que lo hizo cambiar, debío de haber sido algo grande. Aunque eso no creo que importe mucho ya que está persona en la que se convirtió es adorable.
-Gracias Edgar en serio gracias, aprecio mucho lo que dices.
Antes de que este responda entra mi madre con un señor se ve desgastado, las ojeras le resaltan detrás de los lentes, trae un maletín y está de traje.
-Hija él es tu padre - dice mi madre.
Le da una palmadita en el hombro al señor para que se acerque. Este me mira y sonríe, una sonrisa sencilla. Sus ojos hablan por el mismo, estos se tornan cristalinos como si estuviera a punto llorar.
-Hola hija, tu madre me ha explicado todo y sólo me queda decir que justo ahora me haces el hombre más feliz del mundo, eres lo que más aprecio, me alegra verte tan bien y de regreso con nosotros.
Hablan como si todo este tiempo hubiese estado muerta. Quisiera decirles que mientras dormía no estaba sola que alguien estaba a mi lado pero temo decirlo por miedo a que me tomen a loca. Sé que antes solía confiar en ellos pero ahora es diferente.
-Gracias - es lo único que puedo decir.
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-T
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INEFABLE
Teen FictionAlice ha estado en coma por año y medio. Al despertar sufre una pérdida de memoria permanente. Le resulta difícil está situación pero aún más difícil es no poder identificar a la persona con la que estuvo en sus sueños durante ese largo tiempo, esa...