Capítulo 11

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Entre a la casa, le hable a mi madre y nadie respondió, al parecer salió.

Fui a mi habitación, me cambie de ropa ya que estaba demasiado mojada, escuche un poco de música y me acosté. Minutos después alguien entró a mi habitación sin tocar, sólo la abrió.

-¿Dónde has estado? Te he ido a buscar al parque y no te encontré y ahora regreso y estas aquí como sin nada, dijiste que no tardarías - dijo mi madre quien estaba algo mojada y no sabría reconocer si estaba molesta o angustiada. Tal vez estaba de las dos formas.

-Disculpa, cuando quería regresar empezó a llover así que espere a que la lluvia cediera para que así no me mojara - y de nuevo le estoy mintiendo - Cuando llegue a casa no había nadie así que sólo vine a mi habitación - al menos en esto no le mentí, pensé.

-Me preocupé hija, pensé que te había sucedido algo y decidí ir a buscarte. Por favor ten más cuidado para la próxima y lleva un paraguas por si las dudas.

-Está bien madre y de nuevo disculpa.

-De acuerdo, ven a la cocina hice algo de atole, pensé que tendrías frío así que no nos caerá nada mal.

-En un momento voy - dije y salió de la habitación.

Pensé que tendríamos una discusión, pero no fue así, esto no me lo esperaba, vaya que si me sorprendió. Voy a aprovechar que estaré con ella para preguntarle sobre Abril. Por como van las cosas sé que se lo tomará bien.

Fui a la cocina y ya estaba ahí ella sentada con dos vasos de atole.

-Toma asiento - dijo señalándome la silla que estaba frente de ella.

-Pruébalo y dime qué tal está, es tu favorito de fresa ya que no te gusta mucho el chocolate. Oh cierto olvide los panes - se levanta pero le interrumpo.

-Así está bien madre - digo y se sienta de nuevo, pruebo el atole y estaba demasiado bien - Esta muy bueno - dije.

-Sabría que te gustaría y dime ¿qué tal estuvo tu paseo?

-Muy bien, no terminó de admirar lo bonito que es todo, incluso la lluvia me gustó.

-Adoras los días así, ya vas poco a poco regresando a como eras antes, tus gustos siguen ahí.

–Sí, sabes te quiero preguntar sobre una persona.

–¿De quién? – pregunto confusa.

–Sobre Abril – dije sin más.

En cuanto escucho su semblante cambio por completo.

–¿Quién te hablo sobre ella?

–Hace unos días en un sueño escuche su nombre y pensé que podría ser alguien importante, no sé una amiga tal vez.

–No es nadie importante Alice – primera vez que me habla por nombre ¿debería preocuparme?

–También en el sueño estabas tú y discutías con ella, madre sé sincera conmigo.

–Fue sólo un sueño eso no significa que sea real, no puedes confiar en un simple sueño.

–No fue sólo eso, lo hable con Edgar y él me dijo que ella no era de tu agrado.

–¿Qué más te dijo Edgar?

–Sólo eso y ahora quiero que me digas que es lo que pasó entre tú y Abril. No quiero más mentiras.

–¿Estás diciendo que te he mentido?

–No, no te lo tomes mal, sólo quiero saber sobre ella, ¿por qué no te era de tu agrado?

–Alice no creo que sea la mejor ocasión para hablar de ella, no es nadie importante así que no hay porque crear discusiones por algo tan insignificante.

¿Qué rayos acaba de decir? Piensa que Abril es algo insignificante, pensé que estaba cambiando pero me he equivocado. Esto no se quedará así, ella no puede sólo evadir el tema.

–¿Cuándo será la mejor ocasión? ¿Qué te hizo ella para que la trates de esa forma? No puedes expresarte así de ella.

–¿De qué lado estas? Se supone que soy tu madre y me atacas, ¿qué ocurre contigo?

–Eso es lo que me pregunto, que ocurre contigo madre, pensé que eras una buena persona pero me he equivocado, ¿por qué te afecta tanto el hablar sobre Abril?

–Ya lo dije, no vale la pena hablar sobre ella ¿ves lo que está haciendo? Estamos discutiendo por su causa.

–No la culpes a ella, esto es por ti. Tu eres quien quiere evadir el tema, pero no me iré de aquí hasta que me digas porque te desagrada, que fue lo que hizo para que la odies.

–Ella no era una buena persona para ti, cuando la trajiste a casa tan sólo con verla podía saber qué clase de persona era.

–¿Y qué clase de persona era según tú?

No puedo creer lo que está diciendo, ¿con quién se supone que estoy hablando? La desconozco por completo.

–Su ropa estaba sucia, su apariencia era la de una delincuente, alguien de la calle. Todo lo contrario a ti y es por eso que te dijimos que te alejaras de ella, al inicio no querías pero te convencimos de que era lo mejor y te alejaste.

–¿Hiciste que me alejara de ella? ¿Qué clase de persona hace eso?

–La clase de persona que quiere tu bien, ella sólo te traería conflictos. Después de ese día nos dijiste que ya no la volverías a ver y así fue.

–No puedo creer que haya dicho eso.

–Antes solías ser comprensiva y no como ahora que estas teniendo un comportamiento de una chica rebelde. Hija, reflexiona, tú no eres esto.

–Yo no debo reflexionar nada, tal vez la Alice del pasado podía ser manipulada por ustedes, pero esta Alice no, ahora yo tomaré mis propias decisiones. No voy a dejar que nadie me diga que hacer, eres mi madre pero eso no te da derecho a querer controlarme.

–Ya no habrá que discutir, ella se ha ido y no regresará más. Y si puede que antes haya querido controlar tu vida pero era por tu bien. Ella no era nada buena para ti. Algún día podrás entenderlo y me agradecerás.

–Dudo que ese día llegue, me has decepcionado madre, no puedo ya creer en ti.

–¡Alice por Dios! Estas exagerando las cosas, no seas injusta conmigo.

–Lo siento pero necesito estar sola – dije levantándome.

–No te vayas aún no hemos terminado de hablar – me toma de la mano.

–Ya no hay nada de qué hablar todo está claro – me solté y caminé hacia mi habitación.

–¡Alice te he dicho que te quedes! – grito pero no hice caso.

Entre a mi habitación, puse el seguro y me tire en la cama.

Seguido de esto ella toca la puerta de mi habitación desesperadamente.

–¡Alice abre la puerta, no actúes como una niña berrinchuda!

–Déjame sola, no quiero hablar contigo.

–Cuando se te pase el berrinche y salgas hablaremos.

Entonces se fue, ¿qué rayos acaba de pasar? Ella no parecía ser mi madre no con la que he estado desde que desperté del coma, no la conocía de esta forma, no sabía que el sólo hecho de hablar o mencionar el nombre de Abril la pondría de esa forma.

Tenía que hablar con Abril, tome la laptop y observe que tenía unos mensajes de ella.

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