JEFF Y TÚ

Mi padre, Slender

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No lo podía creer, me quede sin palabras.

Slenderman era mi padre. En cierto modo me tranquilizaba ya que tenía un padre y por otra parte estaba enojada con el por haberme dejado con Lina.

No sabía que decir o que hacer, Jeff me miraba confundido ya que no entendía nada y yo menos.

-Hija sé que es duro de entender y que quizás me odies pero... no te he abandonado- dijo el haciendo que le mirara-Te veía sufrir con impotencia ya que no podía hacer nada- dijo con tono triste-Yo quería hacer algo pero realmente no podía-hizo algo raro con las manos- Pero ahora que Jeff te salvó del cerdo-dijo el sobándose la calva (oh mi Dios, quiero tocar la cabeza de Slendy)- Voy a hacer lo posible para que vivas feliz y no permitiré que Lina te haga daño- exclamó con aire sombrío y frío haciéndome temblar.

-Y-Yo no sé qué pensar- dije- Pero ten por seguro que no volveré a esa casa- dije decidida y así iba a ser.

-Vale, eso significa que vas a vivir con nosotros-dijo Jeff algo atónito-Te muestro tu habitación- dijo Jeff levantándose del sofá

-Hasta mañana – dije tratando de sonreír, han pasado muchas cosas hoy y estoy tratando de asimilarlas.

Jeff me llevó hasta la habitación que iba a ser mía, al llegar me miró fijamente

-¿Tengo algo en la cara?- pregunté un poco confundida

Se acercó a mi rostro y estuvimos a dos centímetros cuando él dijo

-No me provoques- ¿provocar? ¿De qué está hablando? Su voz era ronca y sus ojos estaban clavados en los míos.

-¿Q-Qué? ¿De qué estás hablando?- estoy algo confundido y s-sus labios, quiero besarlos.

-¿Me vas a besar o no?- preguntó con aire burlón-No me gusta que una chica que me ha hecho alguna mierda que yo no entiendo me mire y no me bese me parece que es muy irrespetuoso de tu parte, pequeña- cuando dijo eso, me ruboricé y lo miré a los ojos- Muy bien, entonces te besaré yo.

El inicio del beso fue suave y delicado, era puro a pesar de con quién me estaba besando.

El beso dejó de ser inocente, hacía más y más calor. Jeff me cargó e hizo que enrollase mis piernas alrededor de sus caderas, para luego estamparme contra la pared sin despegar nuestros labios. Su lengua jugaba con la mía y yo trataba de seguirle el paso. Cada vez se volvía más y más exigente y yo menos control tenía sobre mí.

Empecé a ejercer más presión desde su nuca para hacer el beso más profundo, más íntimo.

Nos separamos por la falta de aire, los dos jadeábamos y un pequeño rubor se extendía en la mejilla de ambos. (Se ve tan condenadamente tierno)

-C-creo que te quiero_____- dijo finalmente Jeff con cierta vacilación y precaución en su voz

-Yo también creo que te quiero- dije dándole un pequeño beso en su frente. No sé qué se siente que te quieran y mucho menos sé como es la manera correcta de querer, aún así estoy dispuesto a intentarlo, una vez más.

-¡Oh! no te atreviste- dijo juguetonamente

-¿Atreverme a qué?- pregunté algo perpleja

-¿Sabes? Te queda prohibido besarme en la frente, no cuando estamos en esta situación- señaló sus labios con su dedo índice

-Eres un idiota – dije con una sonrisa

-Lo sé, nena - sonrió y así continuamos nuestra sesión de besos.