JEFF Y TÚ

Elecciones

Oscuridad, frío, soledad.

Es lo que siento en este momento, siento como el calor de mi cuerpo se desvanece.

Solo puedo percibir oscuridad a mí alrededor, solo puedo sentir frío, no siento nada más.

Los recuerdos, mi vida, todos mis sentimientos acumulados durante toda mi vida se albergan en una pequeña caja.

Me acerco lentamente a ella, la abro despacio y salen unas fotografías.

Mi niñez, mi dolorosa niñez, y mi no tan dolorosa adolescencia.

Puedo ver todos los malditos momentos junto a Henry y con ellos el sufrimiento.

Pero de un momento a otro todos esos recuerdos se quemaron y aparecieron otros.

Aquellos momentos que estaban en esa fotografía, me dieron a entender que mi vida durante esos pocos años no fue tan miserable.

Tenía una familia de verdad.

La quería de vuelta, los quería a ellos...pero...más que todo quería al hombre que me hizo creer que el amor si existía, que o todo era sufrimiento, que a pesar de todas las cosas que pasamos mi corazón estuvo con él.

Entonces fue allí, en ese preciso momento donde un hilo rojo que estaba amarrado en mi meñique derecho se tensaba y me jalaba hacia algo.

Me dejé llevar, estaba cansada de luchar, quería empezar a vivir.

Una silueta, había una silueta esbelta en una puerta color caoba, era un hombre.

Cabello negro, piel blanca y era él.

Mi amado, el hombre que quería que estuviera a mi lado para toda la eternidad.

Era Jeff. Estaba sentado con su rostro entre al parecer un cadáver, entonces me di cuenta que del otro lado había un túnel, el dichoso túnel al cielo.

Debía escoger.

De un lado paz y tranquilidad, no más sufrimiento, no más dolor. Solo había paz y armonía.

Y del otro lado, una vida fugaz, una vida junto a mis seres queridos, una vida junto a Jeff.

Me estaban dando la oportunidad de vivir o morir.

Sé cuál es mi elección.